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La Tertulia: Qué haría Fidel hoy en términos de comunicación

Transcribimos la videoconferencia Fidel Castro y la comunicación en tiempos de redes”, tema de “La Tertulia” de la Unión de Periodistas de Cuba, en la que participaron Pascual Serrano, Ángeles Diez, Javier Couso y Rosa Miriam Elizalde. Celebrada en la Casa de la Prensa, el 13 de agosto de 2020.

 Iroel Sánchez: Buenas tardes, un saludo a quienes nos están viendo, también a nuestros amigos que han accedido a acompañarnos en esta primera Tertulia desde la Unión de Periodistas de Cuba, hoy con un tema que no podía ser otro por ser 13 de agosto, pero que también tiene enorme actualidad; queremos poner a dialogar a Fidel con los problemas de la comunicación y su desafíos en la contemporaneidad; para eso nos van a acompañar cuatro personas que de algún modo u otro son expertos en estos temas, han convivido con esa problemática, y desde distintas aristas de sus profesiones, de su desarrollo también intelectual, pueden aportarnos en ello.

Uno es Javier Couso, que es un destacado activista social español, vivió en su familia el trauma de tratar de llevar lo que estaba sucediendo en la guerra en Iraq, su hermano fue asesinado por las tropas estadounidenses allí, era camarógrafo de un canal de televisión allí, y  le agradecemos mucho a Javier que nos acompañe aquí, fue además eurodiputado, una voz importantísima de la verdad en el Parlamento europeo cuando se desempeñó allí, y para nosotros es un verdadero placer que nos acompañe hoy.

Foto: Heriberto González (Cubaperiodistas).

Está con nosotros también Ángeles Diez, catedrática de la Universidad Complutense de Madrid, Doctora en Ciencias, y con una obra vasta de estudios, de publicaciones, sobre los problemas de comunicación, sobre todo en América Latina, también conoce profundamente los temas cubanos, doctora en Sociología, pero yo creo que lo que la ha caracterizado en ese desempeño es sobre todo su agudeza para abordar cosas que suelen pasar inadvertidas para otras personas también de su perfil profesional, y también, yo creo, que con un compromiso con los que no tenemos espacio en los grandes medios de comunicación.

Nuestro otro invitado —para nosotros es un placer, por supuesto, tener a Ángeles también aquí—,es Pascual Serrano, una persona también muy conocida en los espacios alternativos de la comunicación en Europa y América Latina, con una amplísima obra bibliográfica sobre los temas del periodismo contemporáneo, los desafíos que ha conllevado la aparición de internet, con un hacer también en esos escenarios alternativos, aunque también trabajó como periodista en medios tradicionales, incluso de la derecha española, pero es un militante de la izquierda, aquí no somos neutrales ninguno, así que lo puedo decir con total libertad, un compañero también muy conocido y muy querido, como Ángeles, como Javier, en Cuba, y  con una participación también, los tres han tenido una relación con espacios como La pupila asombrada, como La pupila insomne, en internet, y yo creo que pueden aportar muchísimo desde distintos lugares de España.

Ángeles Diez. Foto: Heriberto González (Cubaperiodistas).

Y  tenemos aquí a mi lado a Rosa Miriam Elizalde, también Doctora, en Ciencias de la Comunicación, conocida profesional cubana, con una experiencia  importantísima en el periódico Juventud Rebelde, del que llegó a ser subdirectora, y también una trayectoria que nos unió casi en los comienzos de la web en Cuba,  en un sitio como La Jiribilla, tan entrañable para nosotros. Después Rosa fundó Cubadebate, y hoy tiene otras experiencias, siempre innovadoras, en el terreno de la comunicación, y en los últimos años sobre todo en la internet.

Con estas presentaciones, le damos entrada a la primera pregunta que quisiera tuviéramos en esta Tertulia,  que es la contradicción que salta a la vista cuando se habla de la figura de Fidel; Fidel es una persona en la que se invirtió mucho dinero para demonizarlo, quizás está entre las personas que más dinero se destinó a demonizarla en el mundo, no sólo en el orden pudiéramos decir informativo, mediático, sino mediante acciones físicas, contra Fidel la CIA invirtió en polvos para dejarlo sin barba, en LSD para hacerlo reír en público, los laboratorios norteamericanos se esmeraron con Fidel, y sobre todo los laboratorios mediáticos le dedicaron gran cantidad de calumnias a lo largo de toda su vida, y aún después de muerto se siguen diciendo calumnias sobre Fidel.

Sin embargo, adonde quiera que Fidel llegó, e incluso en los países donde la información y los medios de comunicación dominantes dan una imagen muy negativa de él, su relación con las mayorías, con las multitudes, fue impresionante. La policía lo tenía que proteger del cariño de las multitudes, mientras a otros líderes la policía los tenía que proteger de las protestas, de las manifestaciones en contra-. No lo hablo en pasado, eso -las protestas- pasa hoy dondequiera que viajan no pocos líderes occidentales, sin embargo el caso de Fidel era otro. ¿Cómo se resolvería esta contradicción, cómo se explicaría, qué explicación le encontrarían ustedes a una contradicción como esta?

Vamos a empezar por Ángeles, por supuesto, que es nuestra fémina del lado de allá del Atlántico.

Ángeles Diez:  Muchísimas gracias a Iroel por invitarnos a esta Tertulia.  lo primero que tengo que decir, yo no soy catedrática, ¿eh?, yo soy doctora en Ciencias Políticas y Sociología, es verdad, soy profesora de la Universidad Complutense, pero no he llegado todavía a ese escalafón.

Iroel Sánchez: Para nosotros lo eres.

Ángeles Diez: Bueno. Pero esa pregunta realmente es bastante complicada porque hay muchos elementos que tienen que ver con una personalidad determinada. Fidel era un personaje que tenía un gran carisma; desde el punto de vista de la psicosociología era una persona que tenía unas cualidades naturales que le hacían un gran comunicador, pero al mismo tiempo se cruzaba con ese papel que tuvo dentro de la historia, que fue tan fundamental para darle un vuelco, un giro a la humanidad, en esos años del triunfo de la Revolución cubana.

Y hay otro elemento que es fundamental para contrarrestar ese efecto que tienen las grandes corporaciones a la hora de criminalizar a una figura, convertirla en un objetivo para atacar,  para atacarla, y esa característica yo la resumiría diciendo que es la coherencia. Fidel era un personaje que no tenía esa proyección contradictoria en donde reflejaba realmente cuando hablaba esos sentimientos que para la mayor parte de la gente que le oía, ya sea presencialmente o a través de los medios de comunicación, le transmitía una gran coherencia y una gran verdad, es muy difícil, decía Bertolt Brecht en un texto hace muchos años, que era, decía, hablaba de cinco dificultades para decir la verdad,  no sé si te acuerdas de ese texto.

Iroel Sánchez: Exactamente, cómo no.

Ángeles Diez: Cinco dificultades para decir la verdad;  pues yo creo que Fidel resolvía esas cinco dificultades magistralmente porque realmente decía la verdad sobre cosas que eran fundamentales y eran relevantes, y era una gran coherencia, y eso era capaz de transmitirlo y la gente lo percibía, entonces más allá de cómo se intentó a través de las grandes corporaciones, porque no olvidemos que los medios de comunicación son empresas, y empresas que responden y sirven a unos objetivos muy concretos;  pues Fidel era capaz de romper esa lógica de la manipulación mediática precisamente porque utilizaba unos canales de comunicación que son muy intuitivos y que percibía la gente, la población a la que hablaba lo percibía perfectamente.

Y  yo creo que también hizo mucho, perdóname, él que no estaba en una época en la que toda la comunicación es mediada. Hoy en día toda la comunicación es mediada a través de los medios de comunicación, pero también a través de la virtualidad, de las redes sociales, ya hablaremos después de eso, pero vivió en una época en la que el contacto, y la comunicación, y la presencia, era fundamental, y todavía la gente, los pueblos, necesitaban ese contacto, esa proximidad, y Fidel era una persona que nunca huía de esta proximidad, de ese contacto, y esa era una forma de transmitir verdad y de transmitir coherencia.

Iroel Sánchez: Interesante lo que nos dice Ángeles. Yo agregaría ahí algo para complicar aún más el problema, porque es verdad, todo eso que tú dices, esa eticidad de Fidel. Pero cómo es posible romper un cerco mediático como el que ha estado sometida Cuba, y romper con esa imagen, si la gente tiene que conocerlo a él a través de los medios de comunicación. Entonces le doy la palabra a Pascual con la misma interrogante inicial pero complicándosela un poquitico más con esto.

Javier Couso. Foto: Heriberto González (Cubaperiodistas).

Pascual Serrano: Hola, hola a todos. Yo creo que lo fundamental en un periodista, en un político, incluso en un medio de comunicación, para eso es la credibilidad, es decir, y creo que es el principal patrimonio que se tiene de alguien que quiere dirigirse a los demás, es decir, si lo que tú dices les merece credibilidad o no les merece credibilidad.

Yo creo que él lo conseguía por varias razones, primero, porque Fidel siempre decía la verdad, siempre dijo la verdad, yo creo que eso es importante sobre todo en una trayectoria política tan dilatada como la de Fidel, el que ningún enemigo sea capaz de pillarle en mentiras o en engaños, ningún enemigo siquiera, yo creo que es una muestra de hasta qué punto lo tenían difícil para terminar con su imagen y con su credibilidad.

Segundo, porque, y esto ya ante los cubanos, porque él cumplía lo prometido, es decir, él nunca prometió nada que no creyese que se pudiese cumplir,  de hecho yo creo que nunca se les engañó a los cubanos diciendo: “Vamos a conseguir esto, vamos a conseguir lo otro”, en cualquier caso se podrían plantear objetivos que a lo mejor no los conseguían, pero en la vida hay que dar objetivos de todo, no es decir: “Yo voy a llevarlos a este sitio”. No, yo creo que el cubano sabía que todas las propuestas, las promesas incluso, que el liderazgo de Fidel puso sobre la mesa, iban a ser viables, no iban a ser descabelladas, y por tanto, iban a ser humanas.

Y por último, yo creo que hay otra cosa también muy importante en tiempos en los que los líderes políticos pues se apuntan a cuestiones tan frívolas como inauguraciones, o, grandes acontecimientos, él estaba para todos, en todos los momentos duros y malos ahí estaba Fidel.

Y voy a contar dos ejemplos, que eso cualquier cubano me los va a reconocer inmediatamente, que son, uno, en la crisis de los balseros, cuando estaba totalmente el Malecón, en un momento de convulsión política en el que parecía que los pilares de la Revolución se estaban moviendo, unos momentos de una dureza de crisis económica tremenda y que mucha gente estaba perdiendo esperanzas en la Revolución,  es decir, el momento menos idóneo, evidentemente, para hacer populismo, el momento menos idóneo para que un político saliese de su despacho, saliese de su palacio, Fidel en contra, seguro, del criterio de muchos ministros y muchos asesores, él se plantó…

Iroel Sánchez: 5 de agosto del ‘94.

Pascual Serrano: Claro, él se plantó en el Malecón a abordar y a enfrentar dialécticamente a todas esas personas que parecía que estaban yéndose de esa isla, ¿no? Y otro momento importante, que eso se repetía periódicamente, que eran los ciclones,  cuando había ciclones no es que estuviera en televisión, que todos lo sabemos que estaba en televisión junto al meteorólogo explicando, o explicando no, preguntándole todas las dudas que puede haber, es que yo viví cómo en los sitios más remotos podía aparecer Fidel en plena vorágine del ciclón, allí llegaba Fidel para comprobar si de verdad los niños estaban todos guarecidos, si ese colegio se había acondicionado, si ese otro centro social estaba verdaderamente reservado, si estaban las brigadas funcionando para atender a toda la gente; es decir, yo creo que esas cosas son las que le hacen ganar credibilidad, ¿no?

Ahora bien, la gran pregunta, es decir, ¿cómo consigues tú la credibilidad en un pueblo que te ve gobernar,  y que te vive, pero claro, cómo saltas más allá a otros pueblos que no te ven gobernar?, de hecho, si tú miras las encuestas de aceptación observas cómo grandes líderes políticos que son muy aceptados en sus países luego no lo son fuera, o al contrario,  evidentemente yo creo que los que tienen más capacidad de valorar al líder son los del propio país, no los de fuera, ¿no?

Entonces yo creo que efectivamente sí que no es verdad que el liderazgo de Fidel fuera absoluto en el mundo occidental porque la potencia mediática de los grandes medios es tremenda, lo que no quita que para grandes sectores populares cada vez que venía, que iba a Buenos Aires, o que iba a México, o que iba a Europa, pero sobre todo a América Latina, donde sí que veían que eran propuestas viables para sus pueblos, despertaba el aplauso de multitudes. Pero evidentemente no era fácil ese conocimiento y esa credibilidad de Fidel, que sí que tenía en su pueblo porque lo veían, veían lo que hacía, poder exportarlo era aún más complicado con el modelo mediático mundial.

Iroel Sánchez: Gracias, Pascual. Ahí también hay mucha tela por donde cortar, que es el tema de cómo presentaban a Fidel esos medios de comunicación occidentales.

Pascual Serrano: Claro.

Iroel Sánchez: Entonces en ese camino le damos la palabra a Javier, que también ha sido, no lo dije inicialmente, un comunicador, un activista de la comunicación, y  también tuvo, ha tenido una larga relación hasta personal y familiar con Cuba,  entonces adelante, Javier.

Javier Couso:  Muchas gracias, un placer saludar a toda la gente que nos ve y a todas las personas que están siguiendo esta transmisión, y vamos, una maravilla compartir con Pascual, con Ángeles, con Rosa Miriam, y con Iroel, por supuesto,  para mí es un placer.

No sólo tuve una relación personal,  es que además yo he estudiado en Cuba,  en el Instituto Internacional de Periodismo José Martí, adscrito a la Universidad de La Habana, como diplomado audiovisual, es decir, que también he conocido el periodismo cubano de primera mano.

Para mí,  hablar el último es muy fácil,  porque al final es una síntesis de todo lo que han contado los anteriores intervinientes,  pero a mí me parece que lo fundamental sobre Fidel es señalar una cosa importantísima en el aspecto que estamos hablando, Fidel era multidimensional, pero en el aspecto que estamos hablando, Fidel era un gran comunicador, era un comunicador no en el sentido como se entiende en las sociedades capitalistas del primer mundo,  un comunicador es alguien que tiene éxito, que también comunica, sea en la radio, sea en la televisión, o sea ahora mismo en los medios sociales como puede ser YouTube, etcétera, etcétera, los influencers que se llaman ahora, con menos contenido incluso, ¿no? Fidel iba más allá, era un comunicador que tenía esa capacidad casi mágica de conectar con su pueblo; y sobre todo, en relación al exterior, a pesar de todas las campañas que se le hicieron en contra, él era la voz de una Revolución que era colectiva, era la voz de una Revolución que desde el primer momento trabajó la solidaridad internacional, que trabajó la solidaridad médica, que trabajó la solidaridad militar con los pueblos oprimidos, por ejemplo, contra el apartheid y el militarismo sudafricano. Y eso es algo que a pesar de los grandes tamices que ponen los medios de comunicación con personajes de la historia tales como Fidel, no son capaces de opacar esa gran luz que lanza ese gran comunicador, ese gran político y ese gran líder.

Y era cierto lo que decía ahora Pascual,  es cierto que quizás en los países occidentales, Fidel no era lo mismo cuando visitaba Francia, España o Nueva York, que cuando visitaba África, Asia, etcétera, etcétera,  ahí se veía cómo era genuino  el amor que le tenían las poblaciones. Pero pasa exactamente igual y fuera de la dicotomía del mundo, su bipolaridad, o de la caída del campo socialista, también pasaba con Chávez, y yo creo que pasará con todos los comunicadores, los líderes y las lideresas que sean, que compartan esa multidimensionalidad,  de genialidad, de comunicación, de periodista, porque Fidel también era periodista. Pero también de cumplir con lo que decía Pascual, que no sólo es ética en el nivel republicano sino también moral en el nivel religioso, gente intachable, que nunca miente, que no tiene los principios como alforjas, y que al final de su vida nadie los puede atacar por lo menos con la óptica de los grandes medios capitalistas.

Iroel Sánchez: Gracias, Javier. Entonces aquí desde Cuba le damos la palabra a Rosa, aquí tenemos la balita, que se la voy a prestar yo, estamos escasos de balitas…

Rosa Miriam Elizalde. Foto: HeribertoGonzalez (Cubaperiodistas).

Rosa M. Elizalde:  Muy buenas tardes, es un placer reencontrarnos. Hemos estado juntos en tantas batallas, y da gusto hablar de temas en los que ustedes son referentes y con los que compartimos tantos puntos en común.

Quiero darles también la bienvenida a La Tertulia, un espacio virtual que va a conducir Iroel, que se inicia con esta transmisión desde la sede de la Unión de Periodistas de Cuba, donde las tecnologías nos ayudarán a ampliar los horizontes de nuestros debates.

Cuando hablamos de hacer este homenaje a Fidel no queríamos convertirlo en el recuerdo de alguien entrañable que ya murió, sino convocar sus ideas, su legado, su voz que todavía nos dice qué hacer. Todos los que estamos aquí de alguna manera u otra interactuamos con él, tuvimos ese privilegio. Hace un rato, antes de la transmisión, incluso Couso me decía que él antes de conocer a Fidel era un friki nihilista al que habían asesinado a su hermano y llegó él, en el Palacio de Convenciones, y le dio sentido a todo.

Iroel Sánchez: Era rockero y baterista.

Rosa M. Elizalde: Rockero y baterista, productor audiovisual, y otras grandes cualidades que le conocemos a nuestro compañero, nos cambió a todos, pero lo que queremos aquí hoy es servir de medium, de medio de su pensamiento.

Por eso ayer revisé mis propias notas de los Congresos de la Unión de Periodistas de Cuba en los que estuve con Fidel, más las notas que elaboró Julio García Luis, quien fue presidente de la UPEC. Julio hizo un recuento muy exhaustivo de las ideas de Fidel sobre el periodismo desde sus primeros discursos y artículos políticos, y es impresionante encontrar que su batalla contra la mentira comienza en la era prenatal de la Revolución, mucho antes del triunfo de 1959.

Más de una vez dijo que el Ejército Rebelde pudo derrotar a la dictadura de Batista no solo con las armas en la Sierra Maestra, sino con la verdad. Muchas veces le escuchamos decir que la principal arma de un revolucionario es la verdad. Fue un principio de su existencia que lo acompañó siempre y explica por qué el primer gran combate de la Revolución triunfante, en el primer mes de su existencia, fue la “Operación Verdad”, con la que se desmontó una feroz campaña internacional de las grandes transnacionales de noticias estadounidenses que intentaban imponer la idea de que los dirigentes revolucionarios habían convertido a Cuba en un baño de sangre.

Esa pasión por la verdad le permitió ver tempranamente la falacia de la “libertad de prensa”, que se ha utilizado como un martillo para golpear a Cuba. El 21 de enero de 1959, en un discurso frente al antiguo Palacio Presidencial y con cientos de periodistas de todo el mundo escuchándolo, Fidel dijo: “Donde hay justicia no hay crimen, y donde hay crimen no puede haber libertad de prensa”. Enlaza la justicia con la libertad, un principio esencial de la Revolución cubana, que es el eje de su pensamiento.

Ese mismo año, cuando los dueños de los principales medios del país hacían sus maletas y colaboraban con la maquinaria de desprestigio, Fidel advertía que no puede haber libertad en “un periodismo que quiere decir empresa, que quiere decir negocio”.

Creo que está por estudiar el aporte del pensamiento de Fidel a la teoría de la comunicación en Cuba. Quien siga sus discursos públicos descubrirá que en más de medio siglo de Revolución batalló contra los demonios con los que bregamos ahora mismo: la mentira, el anticomunismo, la publicidad engañosa, la privatización de los medios, los intentos de imponer lo que él llamó “monocultura”, las luces y las sombras de las tecnologías de la información y la comunicación.

Quiero llamar la atención, ahora que la derecha ha vuelto retomar todo el lenguaje de la Guerra Fría y nos quieren avergonzar por nuestros ideales socialistas y comunistas, sobre el hecho de que Fidel enfrentó con una entereza impresionante los intentos de  chantajear a la Revolución cubana con el fantasma del comunismo.

Hay un discurso fenomenal de diciembre del ‘59 donde está hablando de que la reacción, la derecha quiere sacar del gobierno a Raúl y al Che porque son comunistas, y dice Fidel:  “No acepto la imposición que me quieren hacer los cables de la UPI y de la AP y de la prensa internacional que se ponen a acusar de comunistas a determinados compañeros… le ponen la etiqueta de comunista al Che y a Raúl, ¿para qué? Para que los escondamos y después pedirnos que los saquemos porque si no nos invaden… Por eso cuando llega la hora de poner al Che de Presidente del Banco Nacional, lo designamos, aunque pongan el grito en el cielo la UPI, la AP, las revistas o los enemigos de la Revolución… Esos son compañeros que no son revolucionarios de un día, sino revolucionarios hasta la muerte.” ¡Y vaya si lo demostraron!

Más adelante me referiré a otro asunto, que me parece clave: su capacidad de comprender la Revolución socio tecnológica que se nos estaba viniendo encima. Se adelantó a la mayoría de los grandes teóricos sobre el impacto social de las llamadas nuevas tecnologías. Apreció tempranamente la doble naturaleza de Internet: como ecosistema en el que se organiza la sociedad de algún modo, de acuerdo con sus valores, y como espacio de conocimiento. Ve las enormes potencialidades que esta red abre para un país como Cuba, donde el ser humano es lo que más importa, pero llama la atención sobre la posibilidad de que este escenario fuera privatizado y derivara en cualquier cosa menos en un espacio de libertad. Estas reflexiones datan de 1999, del VII Congreso de la Unión de Periodistas de Cuba. En ese momento nadie estaba hablando de eso.

Libertad de prensa y libertad de expresión

Iroel Sánchez: En esta línea de lo que decía Rosa hay un grupo de reflexiones que Fidel hace en la entrevista que le realiza Ignacio Ramonet sobre la libertad de prensa y la libertad de expresión, y él le responde a Ramonet que se habla mucho de libertad de prensa, de libertad de expresión, pero de lo que realmente se está hablando es de la defensa de la propiedad privada sobre la comunicación, y llama la atención lo que decía Rosa porque esa claridad tan temprana de la contradicción entre el negocio y la libertad de expresión, y por otro lado también cómo él lo veía desde la necesidad de un pensamiento crítico en las personas, ante un fenómeno como los desafíos de la comunicación él hablaba de cómo los medios de comunicación ya habían convertido las reacciones de las personas ante la información en reflejos condicionados, ponía el ejemplo de la palabra comunismo precisamente, “el comunismo es malo, el comunismo es malo”, donde quiera que a alguien le digan comunista le están diciendo un insulto, es lo peor, entonces él hacía esa reflexión, pero yo creo que es algo que sigue siendo muy actual, y sigue siendo también muy poco difundido ese tipo de pensamiento, o sea, frente a algo muy estereotipado. Por eso me gustaría que nuestra amiga Ángeles nos permitiera dar la palabra a alguien del sexo masculino con su permiso, y empezáramos por Javier, diciéndonos cómo él lo ha apreciado, ustedes la han vivido, viven esa realidad entre libertad de expresión y libertad de la propiedad sobre la expresión, y si eso es algo que tiene solución dentro del capitalismo también, cómo lo ven ustedes, Javier.

Javier Couso:  Pues lo hemos vivido, no sé cómo explicarlo,  la gente que hemos creído esos cantos de sirena que lanzaba el sistema capitalista donde vivimos nosotros,  una democracia parlamentaria, una monarquía parlamentaria, que se llama aquí, incluso en España,  que habla en la Constitución,  de que hay libertad de expresión y que también hay libertad de información, pero resulta que nos encontramos con que tenemos unas televisiones públicas, que normalmente son televisiones del partido que gobierna en aquel momento, sea el gobierno nacional o los gobiernos autonómicos. O sea, en las comunidades o las autonomías, y por otro lado lo  que debería servir como contrapeso de todas las televisiones o de todas las cadenas informativas, o de todas las industrias informativas privadas; ha resultado que eso no tiene nada que ver con la idea que se hacían los padres, que todos eran padres, por cierto, de la Constitución, que hablaban de un modelo como el de la BBC británica de los años setenta,  cuando gobernaban los laboristas,  que sí que ejercía realmente un contrapeso con las cadenas privadas.

En este momento en este país no existe libertad de prensa, existe libertad de empresa, ¿por qué razón lo digo?, y Pascual sabe mucho de eso y Ángeles también,  pero cito a Pascual porque yo dirigí antes de entrar en el Parlamento europeo un documental que se basaba en uno de sus libros, que se llama Una mosca en una botella de Coca Cola, que lo puede ver todo el mundo en YouTube, y que hablaba precisamente de eso.

Iroel Sánchez: De un imposible: ver una mosca en una botella de Coca Cola en un medio de comunicación.

Javier Couso: Claro, que lo contaran los grandes medios de comunicación. Y en España, además, con el gobierno de Zapatero nos hemos encontrado, cuando se eliminó el tope de participación exclusiva entre compañías, en la mayor concentración de medios que ha vivido este país en su historia, es decir, que la mayoría de los medios pertenecen a dos conglomerados de empresas, porque ni siquiera son una empresa, son bancos, son financieros, son empresas de construcción, etcétera, etcétera. Entonces quiere decir que nosotros sí, yo puedo salir, y con cuidado, hablar mal del rey en la calle, o sea, en un rato posiblemente vaya a la cárcel, pero puedo gritar contra el gobierno -igual me llevo alguna bofetada o algún porrazo de algún policía, que tampoco es que sean muy democráticos en mi país-, pero no llega a nadie más que a los de mi manzana. Es decir, no hay absolutamente en las democracias que se llaman avanzadas del primer mundo libertad para el megáfono, es decir, para que las ideas de las personas lleguen a cualquier lado.

En la Constitución, el artículo 22 creo que es, se podría desarrollar, nada más que dice que hay que dar espacios a las realidades culturales y sociales, eso querría decir que habría medios públicos donde los sindicatos, las asociaciones de vecinos, las asociaciones ciudadanas, pudieran participar y por lo menos contrarrestar las ideas que lanzan esos conglomerados de los medios de comunicación o del partido gobernante cada cuatro años, pero es que nunca se ha desarrollado. La idea aquí ha sido que la mejor ley de prensa es la que no existe, y además, cuantas menos disposiciones tengamos para garantizar la verdad mejor, o sea, el neoliberalismo aplicado a la supuesta libertad de información; por lo tanto, yo creo que nos hemos.

Iroel Sánchez: Es la ley de la selva, para que siempre gane el león.

Javier Couso: Siempre igual, entonces en ese sentido pues nos hemos encontrado con ese muro supuestamente democrático, y además, que llega a unas contradicciones terribles, y yo creo que incluso por eso, hilando con la pregunta anterior, los grandes dirigentes y las grandes dirigentes saltan por encima, porque llega a ser tan burdo, llega a ser tan insistente… Llegó un momento en España, y se acordarán mis dos compañeros de análisis o de Tertulia, que aquí llegó un momento en que parecía que iba a aparecer en el espacio del tiempo meteorológico el tiempo que hacía en Caracas, porque sólo se hablaba de Venezuela. Es verdad, “qué tiempo hace en Caracas” para ver lo que yo me pongo para salir en la calle. Entonces creo que hemos llegado, no hay, y para terminar y dar paso a mis compañeros, no hay libertad de prensa en nuestro país, hay libertad de empresa, y quien tiene dinero tiene el megáfono, y quien no lo tiene no.

Iroel Sánchez: Gracias, Javier. Ya que tú preludiabas a Pascual, que ha vivido muchas experiencias diferentes, pero sobre todo tratando de ver lo esencial, que hoy pueden existir medios alternativos, pero que nunca van a llegar a ser hegemónicos.

A mí me recuerda a un amigo común de todos nosotros, Carlos Fernández Liria, en su libro que recomiendo y está libre en internet, se puede descargar, Cuba. La ilustración y el socialismo, él hablaba de que pueden existir partidos y opciones políticas de izquierda mientras existan las condiciones para que nunca lleguen al poder, y cuando lleguen nunca hagan políticas de derecha, si llegan y hacen políticas de izquierda les dan un golpe de estado. Existe la libertad para que tú seas rapero, pero si eres rapero y criticas al rey, ahí tenemos a Pablo Hassel ¿y cómo se llama el otro?… Valtonic sentenciados a cárcel. Entonces, coméntame eso un poco, Pascual.

Pascual Serrano:  Yo creo que es importante dejar claro que en el capitalismo el concepto de libertad es una mentira, es una farsa, yo creo que eso es importante porque todo el tiempo están explotándolo, fíjate si es una farsa que cuando la libertad es duradera es una invasión de Afganistán.  Quiero decir, el uso y abuso que hacen del concepto de libertad es tremendo, por eso a mí me gusta hablar de derechos. Fíjate si es farsa la libertad, y sobre todo en los medios de comunicación, que un día hablando con unos académicos brasileños sobre si nuestros medios de comunicación alternativos eran medios libres, él dijo: “No, no, yo creo que los grandes medios, los del poder, son los medios libres, porque son libres de decir lo que quieran, libres de hacer lo que quieran, libres de mentir todo lo que les da la gana, esos sí que son libres. Es decir, que ya el concepto de libertad es un poco lo que acaba de decir Couso, lo había comentado antes, para ellos la libertad es la jungla, y en la jungla todos sabemos quién es el que gana, gana el poderoso, y en el capitalismo el poderoso no es el que tiene más músculos, ni el que tiene más pueblo, ni el que tiene más gente, sino el que tiene más dinero, de ahí que el concepto de libertad ya es un concepto trampa siempre que hablemos de eso.

Yo prefiero hablar de derechos, es decir, de qué cosa se nos garantiza, si usted me la garantiza entonces, es decir, a mí hablarme de libertad de movimiento, libertad de trabajo, libertad de vivienda, libertad de expresión, libertad de reunión, no me sirve de nada. De hecho hace ya mucho que están incluyendo en libertades, cosa absolutamente egoísta, la libertad de llevar a mi hijo a un colegio privado, la libertad de alquilar un vientre de una mujer en Ucrania, o la libertad de cualquier otra cosa, o la libertad, como dijo Aznar, de conducir borracho, quiere decir.

En el tema de la comunicación pues en un primer momento se habló del derecho de informar, pensando en los medios de comunicación, en los periódicos,  esas películas americanas de principios de siglo donde se hablaba del periódico que luchaba por buscar la verdad; después se pensó que el objeto del derecho debía ser el periodista, o sea, había que proteger al periodista,  para que pudiera hacer, para que pudiera informar libremente, y garantizando que podía acceder a ese derecho, y yo creo que lo que tenemos que reivindicar nosotros es que el sujeto de ese derecho es el ciudadano, no es, por supuesto, de la empresa, no debe ser del profesional, y debe de ser del ciudadano, una cosa es que el profesional tenga unas capacidades técnicas y unas habilidades que no tiene el ciudadano, pero el derecho, el que tiene que disfrutar ese derecho es el ciudadano.

Pero a mí siempre, me gustaba cuando estaba en Telesur, de hablar del derecho a informar y a estar informado, es decir, reniego del concepto de libertad de prensa porque la libertad me parece mentira, porque, en el capitalismo quiero decir, porque cuando ellos dicen prensa se refieren a su prensa, a sus medios libres,  como decían los brasileños, y yo reivindico el derecho a informar y estar informado, que quiere decir que los sectores sociales, los sectores populares, tienen el derecho a comunicar a sus iguales, a sus ciudadanos, las inquietudes, análisis, reflexiones, reivindicaciones, luchas, combates u opiniones, que consideren oportunas, y que al mismo tiempo esos ciudadanos tienen derecho a poder saber qué es lo que está pasando en su país con sus otros grupos sociales con los que no tienen contacto directo, o en el resto del mundo,  esa es un poco mi opinión sobre lo que es la libertad de prensa.

Iroel Sánchez: Ángeles, te toca a ti.

Ángeles Diez:  Vamos a ver, yo creo que en cierta forma Pascual tiene razón, pero hay algo que no encaja bien, vamos a ver. Yo creo que una cosa es la libertad de opinión y la libertad de expresión, y otra cosa es la libertad de la información, la libertad de información. Es decir, la libertad de expresión y la libertad de opinión es un derecho individual, es un derecho individual de todas las personas, que deben de gozar, ahora, qué es lo que ocurre cuando estamos hablando de unas personas, como son los periodistas, y en realidad como son los medios o los dueños de los medios de comunicación de las empresas, que tienen la capacidad de influir, y por tanto de manipular, y por tanto de orientar y de hacer verdaderas barbaridades, hacer que la gente nos comportemos con arreglo a intereses que no son nuestros intereses, los de los pueblos, sino que son intereses de las empresas, o de las corporaciones, o de los estados;  pues en ese caso tenemos que establecer toda una serie de reglas y de condiciones para impedir que esa utilización de ese derecho, ese derecho a informar o a expresarse, no sea un derecho apropiado por una empresa, porque entonces ahí estamos en esa trampa, en esa posibilidad de que el mundo sea orientado, sea conducido, hacia guerras, por ejemplo, hacia la barbarie, entonces yo ahí distinguiría,  entre ese derecho a la opinión o a la expresión, que debe tener todo el mundo a título individual, y ese otro derecho, que es del que se está hablando, que es el derecho a expresar lo que uno quiera y disfrazarlo de que está informando, que está contando las cosas, ¿no?

Iroel Sánchez: ¿Pero qué papel tiene el dinero en que uno pueda ejercer más ese derecho, y otros no lo puedan ejercer de ninguna manera?

Ángeles Diez: Vamos a ver, es que yo ahí, en todas las investigaciones que he hecho siempre sobre los medios de comunicación, y en las tablas que doy, yo digo, siempre digo, es mentira que los medios de comunicación sean una herramienta del poder, no son una herramienta del poder, son una de las formas en las que el poder se expresa, no es una herramienta ni un instrumento de poder; por tanto de lo que estamos hablando, y yo creo que ahí Fidel lo tenía clarísimo, es que estamos hablando del capital, y estamos hablando del poder, y estamos hablando de una de las armas más importantes del poder, y eso lo reconoció Fidel hasta tal punto que en los momentos más críticos de Cuba él lanzó todo ese programa, toda esa propuesta de la Batalla de Ideas, porque reconoció perfectamente que una de las armas más potentes que existen en el mundo moderno, y dentro del capitalismo más todavía, es precisamente esa capacidad de influir y de manipular a la población, y de colonizar nuestras mentes, entonces a mí me parece que es fundamental el que no nos centremos en que si los medios son malos, en que si los periodistas son malos, que no hacen su trabajo, o que si es posible la libertad de prensa, de información, es un derecho, y que en el capitalismo no se puede dar. No se puede dar como no se puede dar la posibilidad de que la gente esté alojada, tenga vivienda, tenga derecho a la alimentación, tenga derecho a la salud, no se puede dar dentro del capitalismo, y por tanto tampoco se puede dar el derecho a estar informado, porque el someter a la población es el elemento fundamental del capitalismo para seguir el proceso de acumulación, entonces yo eso lo dejaría claro; y a mí me parece que, hablando de Fidel, si algo tenía claro precisamente era eso.

Y quería también enlazar con un elemento interesante. Hablábamos en la otra intervención sobre el tema de la verdad, y cómo Fidel también hacía ese papel de periodista. Entonces hace poco, estos días, que el 9 de agosto se ha lanzado una campaña para conmemorar los crímenes, el Día internacional de los crímenes estadounidenses contra la humanidad, yo escribí un artículo hablando de cómo se puede, cómo puede ser un estado criminal,  y ese estado criminal de dónde surge, cuáles son sus fundamentos, cuáles son sus principios,  y allí aparece todo ese fundamentalismo de ser el pueblo elegido, de ser, es el estado que representa, esa patria que se identifica con Dios y al mismo tiempo con el dinero,  haciendo ese artículo encontré,  leyendo a Martí precisamente, un texto precioso de 1894 que publicó en el periódico Patria que se llama “La verdad sobre los Estados Unidos“.

Iroel Sánchez: Una joya.

Ángeles Diez: Una joya, pero ahí yo me acordé de Fidel, porque si algo tenía Fidel es que sabía reconocer dónde estaba el poder, y por tanto su interés en los medios de comunicación era porque se daba cuenta de que es un arma potentísima, un arma fundamental, como también lo vio el propio Martí e hizo un trabajo, Martí se dedicaba mucho al periodismo, a contar las cosas, a hablar,  a hablar.

Iroel Sánchez: Era corresponsal en Estados Unidos de dos importantes periódicos latinoamericanos.

Ángeles Diez: Y Fidel sobre todo era un educador, es decir, dentro de esas multifacetas de las que hablaba Javier, esa a mí me parece que era fundamental hablando de su capacidad, su carisma, su comunicación;  esa faceta de educador es tan importante como la de comunicador, quiere decir formar a la gente, formar a la gente para que sepa reconocer dónde les están engañando, dónde les están manipulando, qué es la verdad, qué es la mentira; en el mundo en que vivimos, ahora mismo, en este contexto es prácticamente imposible si no tenemos unas estructuras, unas matrices bien armadas, reconocer la verdad de la mentira, porque el poder se ha insertado en todas nuestras, digamos, en todas nuestras áreas de vida,  toda nuestra vida está llena de informaciones, de ese caos en el que nos encontramos.

Iroel Sánchez: No, y se ha potenciado con internet,

Ángeles Diez: Efectivamente.

Fidel comprendió muy bien que Internet era un asunto de hegemonía

Iroel Sánchez: Entonces vamos cerrando para pasar a la última ronda.

Ángeles Diez: Sólo una cosa para Pascual, un poco para ponerle un punto a lo que él contaba. Es que en el mundo en el que nosotros vivimos ya no existe la información, lo que existe es la propaganda, sólo hay propaganda, no hay información, y ya hablaremos de qué papel cumplen los medios.

Iroel Sánchez: Chomsky decía, y tú lo has leído, y todos lo hemos leído mucho, que hay tres filtros en los medios de comunicación, el anunciante, el propietario y la fuente. Tengo una pregunta compleja en estos tiempos, incluso conectándola con las estrategias que pudiera seguir un hombre como Fidel hoy frente a eso y frente a un jefe de estado como el que tenemos en los Estados Unidos, y es la idea de que si esos filtros con internet desaparecen, si esos filtros se desaparecen o se vuelven más filtrantes, por decirlo de alguna manera, ¿cómo actúan esos filtros?, ¿aparecen otros filtros en internet?, ¿y ante ese escenario cuál sería la estrategia de un hombre con el pensamiento de Fidel? Y también por supuesto, de comentar lo que dice el otro, como hizo Ángeles con lo que dijo Pascual y matizarlo, pero creo que también es esto una tertulia, y no hay que seguir un orden obligado. Entonces le doy la palabra a Rosa para que en dos minutos nos diga su punto de vista sobre los dos temas, el anterior que comenté y este último.

Rosa M. Elizalde:  Estoy totalmente de acuerdo con lo que está diciendo Ángeles, y además, eso lo tenía clarísimo Fidel. Es un asunto de poder. No hay libertad de información y por tanto de prensa, en un contexto de asimetrías profundas, como las que tenía que lidiar un país como Cuba o un movimiento popular para ejercer tal derecho.

Fidel reflexionó mucho sobre esto en los Congresos de la UPEC y lo hizo, incluso, cuando se escuchaban aquellos discursos inspiradores sobre la Internet, que parecía que iba a resolver todos los problemas como por arte de magia. Lo único que ha pasado de entonces acá es que el mundo ahora, con tecnologías más modernas y viajando a la velocidad de un clic, es más asimétrico y dependiente que antes.

Si vamos, por ejemplo, a América Latina, ¿qué tenemos? El 90 por ciento de todo el tráfico de internet pasa por los servidores norteamericanos, particularmente por el NAP de las Américas.

Iroel Sánchez: En Miami.

Rosa M. Elizalde: En Miami. La mayoría de los contenidos que se producen en las plataformas desde América Latina también están en Estados Unidos. Esta es la región más dependiente de las plataformas sociales, en la que los usuarios de Facebook, por ejemplo, pasan más horas. Estamos viviendo guerras de información de alta intensidad, guerras no declaradas, en las redes. Han aplicado todo contra Venezuela; lo acabamos de ver en Bolivia, donde en una semana se duplicó la población en Twitter para generar la percepción de un apoyo abrumador al golpe de Estado contra Evo Morales. Tenían 200 000 usuarios en octubre de 2019 y pasaron de la noche a la mañana a 400 000, gracias a una fábrica de bots, de robots. Ese es el escenario.

Fidel en los 90, en una serie de reflexiones que derivan en la conceptualización de la Batalla de las Ideas que mencionaba Ángeles, previó que la desmesura de la desinformación y de la guerra de información que íbamos a estar viviendo, necesitaba de personas preparadas para enfrentar una guerra, que era ante todo cultural y de ideas.

Llamaba a disputar esa realidad, por eso usa la palabra “batalla”. Había que pelear y teníamos que hacerlo desde el conocimiento, con las nuevas armas y en el terreno. Dice: “Los enemigos de la Revolución deben saber que van a encontrar resistencia dondequiera; cuando chismean, resistencia al chisme; y cuando intrigan y calumnian, resistencia a la intriga y a la calumnia; y cuando desembarquen, resistencia armada al desembarco.”

Tengo aquí mis notas de aquellos congresos y recuerdo la preocupación de nuestros colegas por la desmesura de aquel mundo que se abría ante nosotros, el poder de las transnacionales, las tecnologías que no comprendíamos muy bien. Dice en un momento: “¿Qué yo les pediría a los periodistas? La exhortación a que no los intimide el poder de los dueños de las grandes transnacionales. Digamos todos, proletarios de todas las esferas de la información en el mundo edúquense y uníos”, porque para él la resistencia a ese poder estaba en la capacidad de apropiarnos de esos nuevos saberes, generar pensamiento crítico y crear nuestros propios instrumentos.

Yo creo que están por estudiar los enormes aportes que hizo Fidel Castro a este modelo diferencial de Cuba para la llamada Sociedad de la Información, que nos permita enfrentarnos a los problemas actuales. El pensaba a lo grande; era todo desmesura cuando concebía las posibilidad de acceso para todo el pueblo y no solo para una élite, como había que ser o de lo contrario estamos condenados a obedecer lo que otros digan y hagan, y a ser minoría. Como botón de muestra están esos años 90, cuando él está pensando en estas cosas toda la isla tenía una conexión a internet tan amplia como la de un hotel en Miami.

Iroel Sánchez: Dieciséis megas tenía Cuba en ese momento.

Rosa M. Elizalde: Exactamente, y se reactivaron los Joven Club de Computación en todos los municipios; y la red Infomed en todo el país y luego la Universidad de Ciencias Informáticas. Solo una desmesura revolucionaria como esa explica una Batalla de Ideas global, cuyo eje sería esta pequeña Isla en el Caribe.

Para Fidel nada de eso era algo abstracto, ni una consigna. Estaba pensado en términos prácticos, previendo la infraestructura, sin la cual no era posible concretar ese sueño. A los periodistas, como lo hizo también en los Plenos y Congresos de la UNEAC, nos habló de que cada cubano debía tener una computadora, un enlace a la red, y comprendió muy bien que esto era un asunto de hegemonía. Entendía que los valores que están en red se fortalecen, y que si esos valores son los hegemónicos ellos nos gobernarán. De modo que el ciberespacio cubano, la red de la resistencia cubana en Internet, tenía que ser concebida con los revolucionarios allí, masivamente, plenamente.

Iroel Sánchez: Le doy la palabra rápidamente a Pascual para que complete su idea, comente lo que hemos dicho, lo que dijo Ángeles, y nos dé su punto de vista sobre este último tema de internet también, del que él ha escrito mucho, tiene más de un libro publicado sobre el tema. Pascual.

Pascual Serrano: Sí, Iroel. Tú has dicho una cosa muy interesante, es decir, si es verdad que ya no están tan vigentes, gracias a internet, en parte los filtros de los que hablaba Chomsky, ¿entonces cuál es en este momento la amenaza, o por qué no está funcionando una verdadera sociedad de la información?, ¿no? por un lado, evidentemente el internet cada uno tiene un diferente poder de fuego, claro, no tenemos todos la misma capacidad de difusión por internet, pero es verdad que en teoría se ha democratizado la información, ¿pero en este momento cuál es, digamos, el mecanismo?, el mecanismo sin dudas es la desinformación, antes lo ha comentado Ángeles, el tema de la mentira, el tema de la mentira, que además, ahora, incluso ahora se va suavizando y se va incorporando con eufemismos, desde fake news hasta la posverdad, hasta verdades emotivas. Es decir, cada vez van sucediéndose términos para disimular lo que son mentiras, y engaños, es decir, cuando ya no se pueden aplicar criterios del siglo pasado de censura se aplican mecanismos de última actualidad, que quiere decir cómo se pone, lo he contado muchas veces pero tengo que volver a contarlo, es decir, ¿cómo se aplica ahora la censura?, la censura ahora se aplica enterrando la verdad con mentiras, antes en una dictadura tú prohibías a la gente decir una verdad, y en estas democracias entre comillas lo que haces es que entierras con mentiras una verdad, el ciudadano no sabe diferenciar la verdad de la mentira, con lo cual ya hemos conseguido el sueño de cualquier dictadura, que es ocultar la verdad para poder seguir dominando. ¿Qué haría Fidel? Fidel, evidentemente, ante esta política de fake news constantes del presidente de Estados Unidos, él, como he expresado en esta Tertulia, reivindicaría la verdad y ejercería la verdad, pero además, haría algo que se está perdiendo, que es argumentaría, razonaría, reflexionaría, es decir, esas cosas que yo creo que el modelo actual está perdiendo,  con los formatos estos de surfear por la información con apenas titulares, con un tuit de ciento cuarenta caracteres, con memes, con estos mensajes frívolos,  estamos perdiendo la capacidad de reflexión y de profundización; y hay que decirlo, la reflexión y la profundización forman parte de la izquierda porque somos nosotros los que apelamos a la razón, los que apelamos al razonamiento, los que apelamos a los orígenes y a las raíces de los problemas, es decir, el poder establecido, el establishment, el poder dominante, no necesita apelar a la razón, simplemente con jugar a las emociones, y con quedarse en la superficie, y con seguir manteniendo y machacando patrones mentales ya establecidos con comunicaciones fáciles y superficiales ya logra mantener su modelo hegemónico, nosotros somos los que necesitamos el razonamiento, es decir, con lo cual tenemos dos enemigos, es decir, el ideológico en un modelo que engaña, y el estructural en un modelo que no quiere profundizar.

Evidentemente, también se ha dicho antes, es decir, hay unas circunstancias ahora que no son en las que estaba Fidel, es decir, no podemos saber fácilmente lo que haría Fidel en estas coyunturas tecnológicas, si lo supiéramos no lo echaríamos tanto de menos, pero es que nos toca vivir sin Fidel, y en cualquier caso pensar, efectivamente.

Iroel Sánchez: Y con cabeza propia.

Pascual Serrano: La introducción de cómo lo haría Fidel está bien, pero en algún momento debemos de pensar sin Fidel, claro, y ese es el gran reto que nos corresponde ahora.

Iroel Sánchez: Gracias. Vamos cerrando y les pido ser muy breve. EStá la idea de esa aparente equidad que nos permite internet, pero lo que uno ve es que las hegemonías del mundo físico lejos de disminuir con internet se han fortalecido,  es lo que uno aprecia, los fuertes de antes con internet se han hecho más fuertes, y los débiles de antes es verdad que pueden hablar, pero me da la impresión de que muchas veces son menos escuchados, entonces en un minuto y medio, para no aburrir, vamos a comentar esto, Javier, y dejamos a las dos compañeras para que cierren con su belleza y seguro que con su mayor inteligencia.

Javier Couso:  Voy a intentar hacer ahí, concretar todo lo posible.  señalar dos cosas, Fidel era una persona joven hasta cuando tenía ochenta años, y joven opuesto a lo que es la postmodernidad, que va de moderna,  Fidel entendió claramente desde el principio, lo ha dicho Rosa Miriam, lo que significaba internet; internet es una herramienta, es un mundo también, y es una oportunidad para la vida pero también para la muerte, para la intoxicación, para la desestabilización, y como tal los revolucionarios y las revolucionarias tenemos que estar ahí, y él lo aprendió. Yo me quedaba impresionado cuando estuvimos en su cumpleaños ochenta y después, de lo que a él le importaba internet, él quería saber qué era eso, él quería comunicarse, yo tengo amigas que se comunicaban con él casi todos los días por aquel milagro que era la internet,  pero es cierto que él, no tuvimos el tiempo físico, finito, de las personas, para haber visto cómo él se relacionaría con ello y reflexionaría, que es lo más importante.

Es muy importante lo que hizo una presidenta, que fue Dilma Rousseff, y habló de la propiedad en internet, es decir, a la vez que Fidel y Chávez, esos dos genios, crearon Telesur, crearon Telesur, fue un primer paso, debía ser un primer paso en esa Batalla de Ideas, lo siguiente tendría que ser una cadena generalista latinoamericana, pero lo tercero tendría que haber sido tener nuestros propios medios de internet, hoy estamos en un medio o en una herramienta china de internet,  porque China se ha dado cuenta, y Rusia también, de que hay que tomar, tener también el control.

Iroel Sánchez: Sí, te refieres a Jitsi que es  desde donde hacemos La tertulia.

Javier Couso: Sí, ¿cómo se llama?, Jitsi, pero a  los cubanos y las cubanas, y los venezolanos y las venezolanas, lo han entendido cuando se han suspendido las cuentas de Twitter, por ejemplo, o de Facebook,  por lo tanto yo creo que no hay que maximizar, o sea, por medio del internet no se consigue todo, sí hemos conseguido algunos espacios más para llevar un tipo de propaganda, de actividad o de intercambio, por ejemplo, estas cosas que podemos hacer ahora que no podíamos hacer antes, y más con la pandemia, pero que debemos, por lo menos nuestros gobiernos populares y revolucionarios empezar a pensar, a colaborar con sus iguales como China, como Rusia, etcétera, para crear lugares en internet que no dependan de esos señores del norte que ya alertaba Martí y que alertó Fidel.

No hay tecnología capaz de parar la voluntad de un pueblo organizado

Iroel Sánchez: Gracias. Y profundizando en esta paradoja que yo hablaba, es verdad que los débiles somos más débiles, no dije si estamos separados, pero si nos articulamos podemos llegar a ser fuertes, y es una posibilidad de articulación que se facilita a través de internet. Ángeles.

Ángeles Diez:  yo creo que hay una posibilidad, que es la articulación, pero eso tiene que ir aparejado con organización, organización en función de un objetivo común, y ahora mismo nos falta un objetivo común a la hora de derrotar a esta magna, a esta vorágine que es el capitalismo en el fondo, que es lo que está detrás, lo que está detrás es el capitalismo, un modo de producción que es esencialmente explotador y que nos va a llevar al caos, a la desaparición del planeta, entonces yo creo que eso lo tenía muy claro Fidel y por eso era tan, como decía Couso, era tan curioso,  y tenía tanto interés en saber cuáles eran esas nuevas tecnologías; entonces es articulación, pero es organización, y es plantear un objetivo común que podamos compartir, porque si no, no podemos.

Y la otra cosa es que por más que, a lo largo de la historia lo que se ha demostrado es que no hay tecnología capaz de parar la voluntad, la voluntad de un pueblo, un pueblo organizado y con un objetivo claro no hay tecnología que lo derrote, eso lo demostraron los cubanos y lo demostró Fidel cuando frente a un ejército como el ejército de Batista y frente a Estados Unidos, fue capaz de derrotarlos en cada uno de los espacios, no había, no hay mayor imperio que el de Estados Unidos, y es un imperio capitalista cuando entra a la historia y desarrolla las tecnologías más potentes que se conocen, y Fidel fue capaz de derrotarlo y mantener a los cubanos cohesionados y con un objetivo común de defender la Revolución y defender la soberanía, y no renunció a dar la batalla en ningún terreno, eso lo decía Rosa Miriam y yo estoy de acuerdo, hay que dar la batalla en cualquier lugar.

Yo recuerdo una anécdota, perdona que me extienda, de Miguel Alfonso, un amigo queridísimo diplomático.

Iroel Sánchez: Del MINREX.

Ángeles Diez: Sí, del MINREX, que cuando pasaba por Madrid que se quedaba en nuestra casa y yo le decía: “Pero Miguel Alfonso, pero es que en Naciones Unidas defender las votaciones contra el bloqueo a Cuba qué sentido tiene, si esa ya es una institución que está abocada, ya no funciona”, y él siempre me decía: “Ángeles, no podemos renunciar a dar la batalla en ningún espacio sea el que sea por más mínima posibilidad que tengamos”, y eso es así; pero también es verdad, también es verdad que la tecnología no es neutra, no es una herramienta sin más, cuanto más sofisticada sea una tecnología menos posibilidades tiene, así que hay que aprender, una de las cosas fundamentales es saber cómo funciona, cuáles son los mecanismos, y cómo podemos utilizarla, para qué cosas sí sirve y para qué cosas no sirve para un proyecto revolucionario.

Iroel Sánchez: Gracias. Y cómo nosotros en medio de esa circunstancia damos una batalla por la verdad. Y tenemos claro qué no podemos hacer, porque la tecnología no es neutral, pero hay que tener también claridad de que no es lo decisivo, de que tú no puedes cometer errores políticos en el mundo real, tú puedes dar la batalla en las redes sociales, yo le digo a Rosa, pero si invitas a la OEA a revisarte las elecciones aunque tengas a Dios dirigiendo las redes sociales vas a perder porque cometiste un error político que niega la naturaleza del enemigo al que tú te enfrentas, que es que no tiene ética, que es mentiroso, entonces si tú vas a desconocer esa naturaleza y vas a dar una batalla en las redes sociales, y por otro lado invitas a la OEA a que te revise las elecciones no tienes salvación. Pero eso pasa por la cultura política, tanto de lo que hablaba Fidel, por conocer la naturaleza de a qué nos enfrentamos, como tú decías, Ángeles, con razón. Y le doy un minuto a Rosa para que termine.

Rosa M. Elizalde:  Pascual decía: “No podemos traer a Fidel de vuelta”, pero él está y su pensamiento es ordenador ahora mismo. Trabajé en mi Tesis de Doctorado con buena parte de las reflexiones de Fidel sobre el tema de internet, las nuevas tecnologías, la computación, y me sorprendí que esos saberes constituidos de teóricos de vanguardia ya estaban en el discurso del líder cubano. A veces, con décadas de antelación. En 1969, dos meses antes de que naciera Arpanet -el bebé internet-, habló de “esas computadoras del Pentágono” con las que nos querían atemorizar, y planta frente a ese superpoder un principio: ninguna tecnología puede vencer la resistencia, la unidad y el conocimiento del pueblo cubano. En la Zafra del ’70, la de los Diez Millones, se utilizaron computadoras personales. El primer prototipo de PC que se fabricó en América Latina era cubano, y data de los años 60. Explicar por qué nos adelantamos años luz a procesos contemporáneos nos permite descubrir a un Fidel que todavía tiene mucho que decirnos, como Martí, para enfrentar estos años en los que él no está físicamente.

Y otro elemento: él sabía, y lo dice en un Congreso de la UPEC, que este nuevo mundo con estas nuevas tecnologías estaba produciendo un individuo nuevo, y que todo dependería de los valores que portara ese ser humano. Ese es el núcleo duro detrás de la Batalla de las Ideas. Él sabía que la Internet había llegado para quedarse y que sus sombras no se iban disipar con voluntarismo o metiéndonos en una cueva; había que dar la batalla cultural, con realismo, porque hay oportunidades para que los revolucionarios puedan expresarse y organizarse, pero también podíamos ser sujeto, rehenes, de los grandes poderes fácticos, como decía Ángeles.

Entonces espero que nos podamos poder ver por acá en estos próximos días, que se inaugura esta Tertulia con Iroel, quien ya me está quitando el micrófono.

Iroel Sánchez: Sí, estoy siendo disciplinado con el tiempo que tú nos diste.  primero que todo, yo creo que terminando, redondeando, la idea, que me parecía muy importante, que decía Rosa, que es que lo decisivo es la cultura de las personas, lo decisivo es la capacidad de las personas de asumir críticamente la información, y es la única salvación que tenemos los pequeños en este mundo, tener nuestra vacuna, que está tan de moda la palabra ahora, tener nuestra vacuna y nuestra capacidad de articulación, de lo que también se habló, y yo creo que ahí en el pensamiento de Fidel hay muchas ideas y muchas cosas que nos sirven para hoy y para mañana, no como una copia dogmática, sino como una guía para la acción, como una inspiración para la acción.

Para nosotros ha sido una fiesta tener en nuestra primera Tertulia a Ángeles, a Pascual, a Javier, a Rosa, que nos va a seguir acompañando en las próximas del lado de allá, invitarlos el próximo jueves, que es el día 20, que nos vamos a volver a ver aquí, y agradecer a la Unión de Periodistas de Cuba por su acogida a esta idea, a Ronquillo, su presidente, que no se ve pero está sentado por ahí, a Ariel, el vicepresidente, a Rosa, también en su calidad de vicepresidenta de la Unión de Periodistas de Cuba, y agradecer a todos los que nos vean y nos hayan visto, vamos a colgar esto en el sitio de la Unión de Periodistas, en el blog La pupila insomne, en las redes sociales de Cubaperiodistas, y  invitarlos a que avisen por ahí que hay un espacio que se llama La Tertulia para el debate en las redes y sobre las redes.

Muchas gracias a todos, un abrazo a nuestros hermanos del lado de allá del Atlántico.

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