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Cerrado el Coloquio Patria con el Maestro y Dignidad

Como si tres jornadas de agudo debate y presentaciones no fueran suficientes, la clausura del III Coloquio Internacional de comunicación política remarcó el alcance del evento y de su sustantivo central, Patria, cuando la UPEC entregó el Premio «El Maestro» al multicanal latinoamericano teleSur; la Distinción «Félix Elmusa» a su directora, Patricia Villegas, y el Premio de la Dignidad a la televisora libanesa Al Mayadeen.

Ante la viceprimera ministra Inés María Chapman, el jefe del Departamento Ideológico del Comité Central, Rogelio Polanco, e invitados cubanos e internacionales como el ministro de Comunicación venezolano, Freddy Yáñez, la recientemente proclamada Premio de Periodismo José Martí por la Obra de la Vida, Arleen Rodríguez Derivet, enriqueció con naturalidad de colegas las resoluciones de los reconocimientos que entregó a dos grandes mujeres el líder de la UPEC, Ricardo Ronquillo.

La UPEC comparte —es difícil aceptar que José Martí «se entregue»— El Maestro con teleSur por ser, como recordó Arleen, «escuela y taller de profesionales de Nuestra América al servicio de la verdad, la justicia, la integración y la solidaridad».

Debía bastar con eso, pero se dijo más: es la concreción de un sueño de Fidel y Chávez que cristalizó en una familia de combate al pensamiento hegemónico y la colonización cultural. Es un medio, en fin, que «se ha ganado el derecho a ser considerado Maestro».

Recibirlo no sería la única emoción de la tarde para su directora, Patricia Villegas, quien regresará a Caracas también con la Distinción Félix Elmusa, la más importante que da la UPEC, en su pecho de reportera valiente.

«Da mucho orgullo. Me conmueve. Ambos pertenecen a los trabajadores de teleSur, que sortean todas las dificultades. Es para ellos. ¡Llena el corazón!», dijo.

La directora del multicanal latinoamericano aseguró que seguirán en la primera línea de batalla: «Tengan nuestro compromiso de que contaremos lo que hay que contar en las nuevas plataformas para llegar con la verdad a más personas», aseguró.

Después vino el aliento de la UPEC al canal Almayadeen, al que entregó el Premio de la Dignidad. Arleen volvió a comentar, más que leer, la detallada resolución de otorgamiento: este medio opera desde 2012 como un canal satelital que se ha convertido en plataforma indispensable para comunicar la verdad de los pueblos.

Almayadeen ha sido un látigo contra el terrorismo y la ocupación israelí —que a menudo resultan la misma cosa— y ha hecho méritos sustanciales en develar la real Historia de Palestina y establecer la causa de ese pueblo como la causa central del mundo árabe. Para mensurar el tamaño del abrazo de la UPEC, Arleen acotó: este mismo Premio fue recibido por Fidel Castro.

Entonces, la periodista libanesa Wafica Mehdi, directora de su redacción en español y gran amiga de Cuba, secó sus lágrimas y leyó el mensaje enviado por Ghassan Ben Jeddou, director general del canal. «¡Qué hermosa palabra: dignidad!», escribió Ghassan como preámbulo de un análisis de cuánto representa ese sustantivo de luz para todos los periodistas.

El director general de Almayadeen recordó en su agradecimiento que la dignidad es una de las razones para amar la vida, pero que a veces el precio por sostenerla es dolor, agonía, bloqueo (de otro país), asedio, castigo, distorsión y engaño, encarcelamiento y asesinato. En la práctica, su mensaje fue otra conferencia —la más sintética, seguramente— de comunicación política en el Coloquio Patria.

«Los medios comprometidos con las causas de la humanidad no tenemos más camino», dijo Ghassan en su carta, que fue otro canal de condena a Israel y a la «cobija imperialista sádica que con su capacidad, instituciones y mercenarios —incluidos comunicadores vergonzosos y el periodismo de la complicidad— le da Estados Unidos».

En contrapeso, el director declaró que líderes de la independencia como Martí, Bolívar, Fidel, el Che, Allende y Chávez son los símbolos del canal y mencionó «presidentes dignos como Miguel Díaz-Canel, Nicolás Maduro, Luis Inacio Lula da Silva, Gustavo Petro y Daniel Ortega».

Ghassan Ben Jeddou agradeció al presidente Ricardo Ronquillo y a «la UPEC de la Dignidad en la Cuba de la Dignidad». Finalmente, Wafica dedicó el Premio a la resistencia contra el genocidio sionista y a las mujeres palestinas, que este mismo miércoles ¿celebraban? su Día de las Madres. «Cuba cuenta con nosotros; Palestina necesita contar con Cuba», señaló.

Al cierre del acto, Rosa Miriam Elizalde, coordinadora general del Coloquio Internacional Patria, presentó la Declaración final, que enseguida rebautizó como «nueva etapa del evento». Mientras ya piensan la cuarta edición, los participantes regresan a casa con el recuerdo adicional de una gala que repasó ante ellos varias de las manifestaciones artísticas altamente representativas de la nación cubana. También con cultura se comunica la patria.

 

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Enrique Milanés León
Forma partede la redacción de Cubaperiodistas. Recibió el Premio Patria en reconocimiento a sus virtudes y prestigio profesional otorgado por la Sociedad Cultural José Martí. También ha obtenido el Premio Juan Gualberto Gómez, de la UPEC, por la obra del año.

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