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El riesgo en que vivimos

La prensa internacional recoge con persistencia los acontecimientos atmosféricos acaecidos en distintos países, mientras alertan de los riesgos del planeta cuando las causas dependen del descontrol humano.

Mucho se insiste en el peligro de la contaminación, protagónico del siglo como elemento determinante en tierra, agua y aire. Este último, específico y sutil en su categoría ambiental, perjudicial al arrastrar cualquier agente físico, químico o biológico. Sumemos la generada por el aporte tóxico de los centros receptores de sustancias que pueden cambiar las condiciones naturales, afectando la higiene y el bienestar humano.

Junto al desarrollo de la civilización, especialistas en el tema  reportan los riesgos tendientes a deteriorar el ambiente, sin obviar el constante crecimiento demográfico; es decir, mayor densidad poblacional con implícitas consecuencias. Alterar el medio, puede afectar el equilibrio de la naturaleza.

El desarrollo tecnológico, por otra parte, no es incompatible con el avance de la civilización y el equilibrio ecológico, siempre que se respete esa armonía, conscientes de la relación entre el saneamiento ambiental e intervención ciudadana, vínculo fundamental para la sostenibilidad de la salud del planeta.

Entre los  factores que ponen en peligro ese propósito están las sustancias ofensivas que sobrepasan los niveles aceptables, tanto de fuentes naturales o derivadas de procesos productivos. Por jemplo, las industriales (minera y petrolera); agrícolas (agroquímicos), fuentes móviles (gases de combustión de vehículos) y las domésticas (basura, aguas pútridas, entre otras). Esta es una relación de elementos a tomar en cuenta por los periodistas que escriben sobre estos temas, así como en la denuncia a los organismos responsables y entes responsables.

Vale añadir que corresponde a los gobiernos, cumplir y hacer cumplir las estrategias de control sobre los elementos desencadenantes del fenómeno, posible a través de la intersectorialidad, la colaboración sistemática y los programas en los medios de prensa que contribuyan a elevar la cultura sanitaria.

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