COVID-19

Cuba: Autorizan uso del CIGB-258 para pacientes complicados de Covid-19

Según anunciaron este viernes, autoridades reguladores de medicamentos en Cuba autorizaron el uso del péptido CIGB-258, capaz de frenar los procesos de inflamación pulmonar que conducen a la muerte de pacientes en estadios críticos y graves de la COVID-19.

El inyectable, diseñado en un primer momento para las terapias de enfermedades autoinmunes como la artritis, presentó potencialidades en el tratamiento a la COVID-19, por su capacidad de reducción de los niveles de citoquinas, que controlan la magnitud de la respuesta inflamatoria, proceso que ocurre en pacientes complicados.

Bautizado en los estudios preclínicos como CIGB-258, se denomina ahora Jusvinza, y fue incluido de manera oficial en los protocolos de tratamientos de la enfermedad, explicó la científica cubana María del Carmen Domínguez, líder de la investigación, en un video que difunde en las redes sociales el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología, (CIGB), desarrolladores del producto.

Una vez descrito en la literatura científica lo que sucedía en China y otros lugares del mundo afectados por la COVID-19 en pacientes que transitaban a formas más graves de la enfermedad, con marcado proceso de inflamación pulmonar, distress oxidatorio y sometidos a ventilación mecánica, nos dimos cuenta que se podía utilizar en estos pacientes, rememora la investigadora titular.

Comprendimos entonces que este péptido se podría utilizar ahora por sus potencialidades en modular y reducir esta situación mediada por las citoquinas, denominada ‘tormenta de citoquinas’.

Con la aparición de los primeros casos en la isla se decidió administrar el entonces candidato vacunal a estos pacientes, ingresados en unidades de terapia intensiva. En las 48 horas siguientes las mejorías eran notables y los enfermos lograron revertir su situación, destacó en el audiovisual.

A 23 pacientes críticos se les aplicó el fármaco, de los cuales el 78 por ciento revertieron su cuadro clínico, mientras en los graves se utilizó en 26 enfermos y el 92 por ciento mejoró su estadía y se encuentran de alta médica, explicó la científica.

Incorporado en el protocolo nacional e incluido en el tratamiento de pacientes críticos y graves de la COVID-19, se utiliza en las unidades de cuidados intensivos de todas las instituciones sanitarias del país y está disponible para otros países del mundo, añadió la también profesora de la Escuela Latinoamericano de Medicina.

A punto de llegar a los tres meses del reporte de los primeros casos de la enfermedad en Cuba, la isla trabaja en su control definitivo con una situación favorable en el número de contagios, aunque con algunos repuntes en los últimos días, tras varias jornadas de casos positivos que oscilaban entre los 10 y 20.

El control temprano de casos y sus contactos, pesquisa continua de diversa índole y una avalancha de fármacos de la industria biofarmacéutica sobre todo para apuntalar el sistema inmunológico constituye las principales causas de los resultados en el manejo de la enfermedad, coinciden expertos. (Tomado de Cuba en Resumen)

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