ZONA TEC

¿¡Lo bueno, si breve…!?

icen que lo bueno que se comparte en Internet, si es corto, es dos veces bueno. Para eso solemos adecuarnos: videos, audios y mensajes cortos, ¿enlaces breves? Pues sí, con casi total seguridad afirmo que esos enlaces que nos encontramos de vez en cuando en Internet con casi 50 caracteres, montones de números, letras, signos, todos sin sentido para nosotros, resultan demasiado incómodos. Esta molestia se duplica cuando intentamos compartirlos con alguien.

Para evitarnos ese mal rato, una de esas personas inteligentes — que profesan un amor casi inigualable por lo sencillo — inventó el primer acortador de enlaces. Nuestro querido «San Google» registra que esta persona fue Kevin Gilbertson, con un servicio súper interesante. A partir de esto, comenzó la marea de acortadores, con más de 100 sitios que nos brindaban la posibilidad de hacer nuestras URL (Uniform Resource Locator, dirección única para cada página o recurso en Internet) más pequeñas.

Un acortador de URL es una herramienta en línea que facilita el proceso de transformar una dirección web muy larga — que por lo general son así en redes sociales o blogs debido a que tienen en sí toda la información necesaria para encontrar uno entre todos los contenidos de Internet — , y al usar acortadores se crea una capa sobre la dirección web original, a modo de nueva URL de mucha menor longitud que la original, aunque siempre redirige al mismo sitio. Ello ofrece una imagen estética más atractiva y ocupa menos cantidad de caracteres.

¿Quién da más?

Los también llamados shorteners, por lo general realizan otras funciones además de hacer más pequeños los links. Muchas no se encuentran disponibles desde Cuba, pues es necesario pagar planes mensuales o anuales. Sin embargo, algunos tienen un montón de utilidades gratuitas.

Un acortador muy simple que encontramos en Internet es Rebrandly, una página en la que podemos hacer más pequeños nuestros enlaces de manera rápida y sencilla. Aunque es básico solo para nosotros o para quienes no deseen pagar sus relativamente económicos planes. Tiene muchas más funciones, pero no hay que darle muchas vueltas al asunto, lo importante es enfrentarnos a las adversidades.

Para eso debemos buscar otros shorteners en Internet. Aquí es cuando entra Tiny.url, una página web que nos permite, además de acortar el link que deseamos, crear un código QR a través del cual acceder al enlace en cuestión.

Todo esto es gratis, no obstante, si te registras con un plan gratis puedes crear subdominios para personalizar tus URL cortas. La página en cuestión es la primera creada de su tipo, la de Gilbertson, así que estás tratando con una verdadera fuente de experiencia en el campo; y nos brinda cierto nivel de seguridad, resulta amigable y muy intuitiva. Estoy segura que nos puede sacar de un buen apuro.

Pero si eres poco conforme y necesitas más, no te preocupes. Una herramienta capaz de complacernos es Cutt.ly. Con este acortador no necesitas registrarte, aunque resulta aconsejable si deseas llegar un paso más allá en cuanto a utilidades. En ese caso, podrás acceder a estadísticas de tus enlaces, desde la cantidad de links que has acortado en la página hasta las estadísticas de cliqueo de cada enlace en los últimos tres días.

También permite seleccionar un alias personalizado para que estos links sean interesantes y que las personas vean algo diferente a una serie de letras y números al azar. Solo debes tener en cuenta que cada alias es de uso único, o sea, no podrás utilizarlo dos veces. Todo esto además de la generación de un código QR, una posibilidad bastante generalizada en estos servicios.

Punto de inflexión

Existe un acortador muy interesante, capaz de brindarnos todo lo anterior y más. Su nombre es bit.do, y su único inconveniente se encuentra en que debes registrarte obligatoriamente. Lo que se convierte en un detalle casi insignificante cuando comienzas a utilizarlo.

Ya lo de acortar y generar código QR nos parece algo demasiado normal, así como la creación de un alias para nuestros enlaces, algo totalmente opcional. En cambio, con Bit.do tendrás opciones más seguras y detalladas. Ojo, no debes confundirlo con el muy famoso Bit.ly, que hace poco tuvo fallas para Cuba.

El acortador del que te cuento nos brinda estadísticas súper detalladas acerca de nuestros links, y que van desde el título de la página a la que redirecciona hasta los clics que se han dado a nuestros enlaces acortados. Además, define cuántos usuarios distintos han abierto este link, desde qué país y ciudad lo hizo, la fecha en que accedió; y nos facilita descargar todas estas estadísticas, y más, en un documento Excel para analizarlas mejor.

Parecen muchos detalles, y el tema seguridad siempre nos ronda en la cabeza. Pues lo mejor de todo es que esta página nos da la posibilidad de que todas estas estadísticas sean privadas, si lo deseas, claro. Solo tú, y alguien que utilice tu cuenta, podrán acceder a ellas.

Existen muchísimos más acortadores, sin embargo, si conoces al menos un poco del tema te preguntarás por Goo.gl —cuyo servicio dejó de funcionar desde 2018 — y Bit.ly, muy empleado como una alternativa a este. Y resulta que, aunque es el más conocido en su esfera de servicios — y quizás a causa de ello — ha enfrentado en varias ocasiones problemas de seguridad, algo que no solo ocurre con dicho acortador.

El vacío de las inseguridades

En más de una ocasión los servidores de este tipo de sitios han presentado problemas y, a la par, han dejado a millones de personas sin poder utilizar los enlaces generados. Asimismo, muchos han perdido las estadísticas históricas de todos sus enlaces. Esto ha hecho que algunos dejen de confiar en los generadores de links cortos o que cambien de plataforma para generarlos. Un ejemplo claro fue el caso de Bit.ly, en 2019, cuando dejó a miles de usuarios a la deriva; algo que recién acaba de volver a suceder, sin causa aparente.

Las consecuencias de estos fallos, si bien para nosotros repercuten solamente en si podemos acceder o no a las páginas a través de estos enlaces, para muchas empresas y medios de comunicación va más allá. Algunos acortadores pagan por los clicks que reciba un enlace generado en su página. Este sistema es funcional a través de las estadísticas que se generan cuando creamos cada link. Si estas desaparecen, el pago también.

Otro punto: imagina ser una empresa de marketing, o un negocio que necesita saber a qué enlaces acceden más o menos tus clientes para generar conclusiones. Pues de un momento a otro puedes perder todos esos datos con los que trabajar. Por es importante descargar estos números con frecuencia.

No obstante, estos no son los únicos problemas que nos pueden traer los acortadores. Como te darás cuenta, si resulta complicado saber qué hay detrás de un enlace normal, esta complejidad aumenta cuando el enlace es más pequeño. Pues muchas veces contienen malwares como troyanos o exploits.

Pero, para disminuir los inconvenientes alrededor de este tema, existen herramientas capaces de realizar el trabajo inverso a los acortadores y mostrarnos el enlace original de uno corto. Esa es la función de Unshorten.link. En el caso de los enlaces Bit.ly, solo debes agregar el operador de suma (+) detrás del enlace en el buscador y aparecerá información acerca del enlace.

Lo que debemos tener en cuenta es que todo tiene ventajas y desventajas con su uso. Debemos colocarlas en los diferentes lados de una balanza para decidir si nos resulta conveniente correr los riesgos o no. A veces, nos toca pensar si realmente lo corto resulta bueno en la red de redes.

(Tomado de Alma Mater)

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