COVID-19

La pérdida del olfato, un signo de alarma de COVID-19

De acuerdo con un estudio de investigadores británicos, las personas que pierdan el olfato o el gusto deberían considerar aislarse —incluso si no tienen otros síntomas—, pues esta es una fuerte señal de la infección por SARS-CoV-2, informó CNN.

Este es un indicador altamente confiable de que una persona probablemente tenga COVID-19, dijo Rachel Batterham, del University College de Londres y los Hospitales del University College de Londres. La investigadora, que ayudó a dirigir el equipo científico para el estudio, añadió que, si queremos reducir la propagación de esta pandemia, la realización de pruebas y el rastreo de contactos deberían de ser considerados por los gobiernos a nivel mundial.

Al citar detalles de la investigación, el reporte agrega que fueron estudiados 590 voluntarios, quienes experimentaron una pérdida nueva del olfato o gusto. Los investigadores le realizaron pruebas de coronavirus a 567 de ellos.

“De los 567, el 77,6 por ciento dio positivo a los anticuerpos de SARS-CoV-2. En total, el 80,4 por ciento de los participantes con pérdida de olfato tuvo un resultado positivo en la prueba, informó el equipo en la publicación PLoS Medicine. También, el 77,8 por ciento de los que informaron pérdida del gusto”.

Por otra parte, casi el 40 por ciento de los que dieron positivo en las pruebas de anticuerpos no tenía fiebre ni tos, subraya el texto. Batterham y sus colegas también descubrieron que los participantes que solo habían tenido una pérdida de olfato tenían casi tres veces más probabilidades de tener anticuerpos contra el nuevo coronavirus que los que habían tenido solo una pérdida del gusto. Asimismo, los que habían perdido el olfato y el gusto tenían cuatro veces más probabilidades de tener dichos anticuerpos.

Estos hallazgos —afirman los investigadores— sugieren que la pérdida del olfato es un síntoma muy específico de la COVID-19, en contraste con la pérdida del gusto, a pesar de su frecuencia comparable.

El estudio reclutó a los voluntarios entre el 23 de abril y el 14 de mayo, durante el pico del brote de la COVID-19 en Londres, concluye el reporte. “No incluyó un grupo de comparación de personas que no perdieron su sentido del olfato y/o gusto”.

(Tomado de Cuba en Resumen)

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