COVID-19

¿No habrá vacuna anticovid-19 para los países pobres?

Por Carlos Rafael Rodríguez

De la “hermosa ilusión” de un mundo de solidaridad surgida en medio de la actual pandemia no queda nada si nos atenemos al acaparamiento que los principales países capitalistas han hecho de las dosis de los principales candidatos vacunales contra el Sars-Cov-2.

Los peores temores de quienes se preocupan de que cuando se cuente con una vacuna contra el coronavirus esta sea un derecho para todos pueden harcerse realizada para millones de seres humanos en el tercer mundo.

De acuerdo con varias instituciones internacionales, los países más ricos del mundo han comprado el 51 por ciento de las todas las dosis “prometidas por las principales vacunas candidatas contra el Covid-19″, a pesar de que representan sólo el 13 por ciento de la población mundial.

Según un comunicado publicado el pasado lunes en su sitio web por la ONG, Oxfam, “los países ricos, incluidos Estados Unidos, Reino Unido y Japón, han comprado más de la mitad del suministro esperado de la vacuna contra el Covid-19”.

En este sentido, Oxfam analizó cinco acuerdos firmados entre gobiernos y compañías farmacéuticas –AstraZeneca, Gamaleya/Sputnik, Moderna, Pfizer y Sinovac– que tienen la capacidad de producción combinada de producir 5 mil 900 millones de dosis.

Según la fuente, ya se han alcanzado acuerdos de suministro de vacunas por 5 mil 300 millones de dosis, de las cuales 2 mil 700 millones han sido compradas por países y territorios desarrollados, mientras los 2 mil 600 millones restantes han sido adquiridos o prometidos a países en desarrollo como India, China y Brasil.

Ante la contundencia de las cifras, Robert Silverman, gerente de promoción del Departamento del Sector Privado de Oxfam América, ha declarado que el acceso a una vacuna que salve vidas no debería depender de dónde se viva o de cuánto dinero se tenga.

Por su parte, Tedros Adhanom Ghebreyesus, director de la OMS, instó a mover cielo y tierra para garantizar un acceso equitativo a las pruebas, diagnósticos, terapéuticas y futuras vacunas, insistiendo en que el mundo sólo puede salir de este desafío común con un enfoque común.

Por ello, el directivo requirió apoyar la iniciativa Covax, puesta en marcha junto con la Alianza de Vacunas Gavi y CEPI, para coordinar un esfuerzo común entre todos los países para que las vacunas lleguen a todos los países, también a los más pobres.

Sin embargo, lo cierto es que no se aprecia ninguna evidencia en contra de la tendencia descrita anteriormente.

Para comprender cabalmente las razones de la carrera mundial por la vacuna anti coronavirus, la atención debe centrarse, no en la coyuntura que estamos sufriendo, sino que debemos remitirnos a las razones de este acaparamiento, que tienen que ver directamente con la dinámica capitalista de la que forma parte irreductible la lógica de explotación y despojo que encierra la relación Norte-Sur.

El fenómeno de apropiación de vacunas nos coloca en un escenario en el que podemos confrontar los límites inhumanos de este sistema económico. Un escenario en el que las vidas de los residentes en países ricos son valoradas sobre las demás.

(Tomado de Canarias Semanal)

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