COLUMNISTAS DE NUESTRA PRENSA

De Dufflar perdurarán su obra y su ejemplo

A la edad de 86 años, con una vida enteramente dedicada al periodismo revolucionario, este miércoles, en horas de la mañana, partió el querido y respetado colega  Juan Dufflar Amel,  figura destacada del periodismo insular y una de sus voces más prominentes del periódico Trabajadores donde laboró desde su fundación, en el año 1970, hasta su fallecimiento.

Dufly, como muchos cariñosamente le llamábamos, fue asimismo para las nuevas generaciones de profesionales de la prensa ejemplo de entrega, sacrificio y humildad, en tanto cultivó una gran pasión hacia el proyecto revolucionario y su máximo conductor, el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, efervescencias afectivas que  igualmente llevó al seno de su hogar, como compañero durante toda la vida de Lila, su encantadora y fiel esposa que, como su hija Mariela, lo apoyaron en todas sus empresas y cuidaron de él, con esmerado amor, hasta el final de sus días.

“La muerte no es verdad cuando se ha cumplido bien la obra de la vida…”, sentenció el Héroe Nacional. Y se va tranquilo Dufflar tras haber transitado por este convulso mundo sabiendo que siempre estuvo al lado, y en defensa, de las nobles causas, de la verdad.

La historia de Trabajadores no puede contarse sin tener en cuenta la impronta dejada en este periódico por el juicioso artífice de la palabra,  quien nos representó en infinidad de eventos, nacionales e internacionales, entre ellos los congresos del Partido Comunista de Cuba —organización de la vanguardia a la que perteneció con orgullo y férrea disciplina—,  de la Central de Trabajadores de Cuba y de la Federación Sindical Mundial ―de  la que Cuba es fundadora―.

Su presencia, como reportero, también se registró en disimiles acontecimientos  sindicales efectuados en varios países europeos pertenecientes al antiguo bloque Socialista, como la extinta Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), y la República Democrática Alemana. También cubrió las incidencias relacionadas con un encuentro internacional antiimperialista, realizado en abril de 1998 en Libia, al que Cuba asistió con una delegación que encabezó el entonces presidente de la Unión de Periodistas de Cuba (Upec), Tubal Páez.

Asimismo, Dufflar reportó, para Trabajadores y otros medios, varias de las visitas efectuadas por el Comandante en Jefe a otros países amigos, entre ellas a los del Medio Oriente, en el año 2001; además de reseñar, con igual fin, numerosas visitas a nuestra nación de jefes de Estado y de altas personalidades políticas. La veracidad, identificación personal y calidad de su labor, le propiciaron prestigio y consideración entre la prensa nacional, razón por la cual igualmente fue figura invitada a varias ediciones de la Mesa redonda, de la Televisión Cubana, donde expuso sus esclarecedores criterios sobre diversos temas relacionados con política internacional, entre ellos los concernientes al mundo árabe-pérsico.

En tal sentido, vale apuntar que este sencillo y amigable camarada, descendiente sirio, fue un extraordinario estudioso y conocedor de   la historia, la cultura y la política de los países occidentales del Medio Oriente.

En una reciente entrevista realizada por la reconocida colega Yimel Díaz Malmierca, con motivo del aniversario 50 de  Trabajadores —tal vez la única que se le hizo en vida—, publicada el 6 de junio del presente año, hace apenas dos meses, bajo el título de Dufflar: alma, corazón y vida, (http://www.trabajadores.cu/20200606/dufflar-alma-corazon-y-vida/) expresó:  “El mundo árabe-persa no es una identidad homogénea. Existen entre sí diferencias fundamentales de carácter económico, político, social, étnicas y religiosas, exacerbadas por la intervención militar, económica y política de potencias foráneas, coloniales y neocoloniales, que ponen obstáculos a la unidad regional. Palestina es la primera causa del mundo árabe, pero la conjura israelo-estadounidense se opone a reconocer los legítimos derechos de un Estado, independiente y soberano”.

Su sólida sapiencia sobre esta zona del mundo, amén de su descendencia, lo acreditaron, además, como secretario general de la Unión Árabe de Cuba —hasta su fallecimiento—, en la que durante muchos años fue miembro de su junta directiva, así como integró la Federación de Entidades Árabes de América (Fearab América).

Duflar, venido al mundo el 12 de mayo de 1934 en la capital,  estudió Ciencias Políticas en la Universidad de La Habana, carrera que concluyó en el año 1973 para inmediatamente después iniciar su carrera periodística en Trabajadores, donde dirigió la Redaccion Internacional durante más de 20 años. Fue activo colaborador de la Juventud Socialista Popular y tras el triunfo de la Revolución Cubana, cuando tenía 27 años de edad, se identificó y apoyó las actividades realizadas por diversas organizaciones revolucionarias y de masas.

Fue acreedor de numerosas distinciones  y condecoraciones, entre ellas la Félix Elmuza, de la Upec, y la Raúl Gómez García, del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Cultura. Sus compañeros de trabajo lo eligieron como candidato al Premio Nacional de Periodismo José Martí, por la Obra de la Vida, que otorga la Upec.

Siempre resulta difícil aceptar con paciencia y  conformidad la irremediable llegada de la muerte. Por eso, la noticia del viaje de Dufly hacia la eternidad, aunque obviamente esperado,  conmocionó a sus familiares, colegas y amigos, a quienes la dirección de la Upec,  también enlutada, les hace llegar sus más sentidos pesares.

En respuesta a su decisión, su cadáver fue cremado. Quedan su obra y su ejemplo. ¡Hasta siempre, Dufflar!.

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