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Mijaín López y un oro en el colchón de la prensa

“Es un honor estar entre los periodistas; felicitaciones para todos ustedes porque son quienes trasmiten las cosas lindas que hacemos los atletas a nivel de país y del mundo”, dijo a los reporteros Mijaín López en la sede central de la UPEC tras recibir, ¡casi nada…!, el Premio al Mejor Deportista Masculino de América del año 2024.

Escribiendo, grabando, fotografiando a la prudente distancia de la gloria -porque se sabe que esta mole tranquila suele celebrar sus oros lanzando por los aires a una persona querida-, los reporteros no querían asumir en la velada el rol de “hombre-proyectil” del también grande Raúl Trujillo, pero al final no pudieron escapar al reflejo de acercarse a las manazas y la sonrisa del gigante bueno, como el del cuento Meñique, que por cinco veces seguidas regaló a la princesa Cuba la gloria del pico olímpico.

Mijaín dijo con palabras lo que dice a las claras su carrera: “Cuba es una tierra de campeones”, pero añadió una frase que suele escucharse menos: “Lo que he hecho en 32 años en el deporte, entregándome del todo, no es solo para mi país; es también para América”. Por eso el Premio le queda pintado.

Mijaín López: “Lo que he hecho en 32 años en el deporte, entregándome del todo, no es solo para mi país; es también para América”. Foto: Iván Gutiérrez.

Solo un instante antes, Carlos Julio Castellanos Rincón, presidente de la Federación de Periodistas Deportivos de América (FEPEDA), había entregado al cubano luchador -y también viceversa- el Diploma y la Placa que pusieron más laureles a su historia.

El directivo refirió -en la ceremonia en la UPEC que contó con la asistencia de Raúl Fornés, vicepresidente primero del INDER- su satisfacción por proclamar en La Habana el dictamen de la prensa deportiva continental, que no por casualidad coincide con la idea de los cubanos comunes, aunque estos últimos estén convencidos de que Mijaín merecía también, como premio, la otra mitad del mundo.

En la Upec fue recordada la pelea victoriosa del campeón. Foto: Cubaperiodistas.

De cualquier modo, Carlos Julio, gran amigo de Cuba, reconoce al pentacampeón olímpico como uno de los más grandes atletas de nuestro tiempo. “Ganó en París con estilo, con contundencia, con elegancia, con superioridad”, afirmó el presidente de FEPEDA, quien le llevó al pinareño, como un fanático más, sus números parisinos: cuatro victorias seguidas, veinte puntos a favor, dos “invisibles” en contra.

Periodista él mismo con cincuenta años de cobertura al deporte, Carlos Julio Castellanos Rincón celebró que el Premio llegue de los colegas que hemos seguido la gesta de Mijaín “desde las tribunas y salas de redacción de todo el continente”, pero mirando a “la fuente” -centro de toda la honra- el líder de FEPEDA definió a Mijaín como “un símbolo para Cuba, para América y para el deporte limpio, honesto y ejemplar”.

Placa y Diploma llevaban más, este mensaje dorado: “¡Gracias, Mijaín por tanto! ¡Gracias, Cuba, por darnos un hijo tan grande!”.

Faltaba escuchar al anfitrión. Como en asuntos de diálogo no acepta “quedarse dado” -¡ni aún por un Mijaín López!-, el presidente nacional de la UPEC, Ricardo Ronquillo, afirmó que era un día hermoso en esta Casa de la Prensa que ha recibido otras veces a varias estrellas cubanas y celebrado con ellas “fiestas innombrables”.

Ronquillo refirió a Castellanos Rincón -el visitante en el acto- el cariño y admiración que despiertan en su tierra los deportistas cubanos, lo cual hace que “aun en medio de las dificultades más serias, el país insista en la aspiración de un movimiento deportivo poderoso que demuestre la grandeza del pueblo”. Esta mañana de jueves, tal grandeza estuvo más que demostrada al centro de la tribuna, y no solo por el tamaño del rey de los cinco cetros.

En resumen, antes de que la pelea periodística del “inretirable” Mijaín López se saliera de control y los colegas se abalanzaran como el 6 de agosto del año pasado, en París, pidiéndole fotos, firmas o esa sonrisa que su educación le dio para “tapar” cortésmente sus poderes descomunales, Ronquillo vaticinó que se hacía (más) historia en la sala de la UPEC: “Atesoraremos este como uno de nuestros momentos más hermosos”.

“…el presidente nacional de la UPEC, Ricardo Ronquillo, afirmó que era un día hermoso en esta Casa de la Prensa que ha recibido otras veces a varias estrellas cubanas y celebrado con ellas ‘fiestas innombrables’”. Foto: Cubaperiodistas.

El pentacampeón olímpico había hablado de la tarea que dejó a los nuevos deportistas cubanos: “¡No vale rendirse!”, deseó que vengan triunfos nuevos y siguió sumando con agarres especiales otros puntos de cariño entre su gente. París pareciera insuperable; sin embargo, en eso de los afectos no tiene ni un punto en contra.

La competencia del año: entre admiradores bien entrenados en eso de preguntar y decir, Mijaín López fue Rey Midas de nuevo, aunque esta vez, para variar, no haya proyectado a un periodista en el colchón de la UPEC.

Imagen de portada:  “Carlos Julio Castellanos Rincón, presidente de la Federación de Periodistas Deportivos de América (FEPEDA), entregó  al cubano luchador -y también viceversa- el Diploma y la Placa que pusieron más laureles a su historia”. Foto: Cubaperiodistas.

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Enrique Milanés León
Forma parte de la redacción de Cubaperiodistas. Recibió el Premio Patria en reconocimiento a sus virtudes y prestigio profesional otorgado por la Sociedad Cultural José Martí. También ha obtenido el Premio Juan Gualberto Gómez, de la UPEC, por la obra del año.

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