ENTREVISTA

Aliana Nieves: Disfruto al máximo mi trabajo

En marzo de 2020 debuta en nuestras pantallas la cadena de televisión internacional RT en Español. Hasta esa fecha los cubanos conocimos de la misma por las referencias informativas o por los documentales proyectados en Multivisión. Su presencia en el escenario noticioso del país nos permite disponer de la visión rusa de los acontecimientos del mundo contemporáneo, que con una programación variada y atractiva que se ha ganado un espacio entre las preferencias del público nacional.

Sin embargo, resultó muy llamativo descubrir a una coterránea entre los presentadores del canal. ¡Tamaña sorpresa y alegría ver a una cubana que ha llegado tan lejos!

Aliana Nieves Quesada es un rostro joven y desconocido para la mayoría del público nacional. Su presencia en la pantalla del televisor despierta mi curiosidad. ¿De dónde será? ¿Cómo habrá llegado a Moscú? ¿Cuál será la historia de vida que esconde tras la oficialidad que vemos frente a las cámaras?

La breve referencia que aparece en el sitio web del canal me da algunas informaciones, pero no las suficientes como para saciar mi curiosidad. Me dispongo a entrevistarla, lo cual acepta muy gustosa. La distancia geográfica nos impide la entrevista personal, pero la tecnología nos echa una mano y facilita el trabajo. Me sorprende que a pesar de las múltiples tareas que tiene como reportera y presentadora responde en pocos días mi cuestionario. Aprecio que está ávida de interactuar con el público cubano, con su país.

Sin pensarlo dos veces presiono el teclado buscando las primeras respuestas.

¿Dónde nació Aliana Nieves?

Nací en La Habana en el hospital materno Clodomira Acosta.

¿Hábleme de sus padres?

Mi madre es Alina Quesada Rodríguez, profesora de guitarra, maestra de varias generaciones de artistas que hoy son reconocidos músicos de nuestro país. Durante varias décadas trabajó como jefa de cátedra en la escuela de música Manuel Saumell, en La Habana.

Mi padre es Alfredo Nieves Portuondo, periodista y diplomático. Se ha desempeñado como embajador de Cuba en varias naciones de Europa del Este. Él es una de las personas en las que me inspiré para escoger el periodismo como profesión, ya que desde niña escuchaba con atención las historias de trabajo que contaba. Recuerdo que me impactó mucho cuando nos contaba el vuelo que realizó dentro del ojo de un huracán, para escribir un reportaje para la revista Verde Olivo. Escuchando relatos como ese entendí que quería una profesión que despertara en mí esas emociones.

Parte de tu infancia la pasaste en Rusia ¿Por qué llegas a Moscú?

Con apenas 8 años llegué a Moscú por primera vez.

¿Qué significó para ti vivir fuera de Cuba?

Para mí fue un shock total en todos los sentidos. Era la primera vez que viajaba fuera de Cuba y eso supuso separarme de mis abuelos y mis tíos abuelos, hacia los cuales sentía un profundo cariño y apego. Tuve que aprender a gestionar la distancia y la añoranza por todo aquello que me era familiar hasta entonces.

Adaptarme a Rusia fue un reto adicional. La cultura del país es completamente distinta a la nuestra. Mis padres decidieron matricularme en una escuela pública y muchos compañeros de aula veían a una persona extranjera por primera vez. Además, yo no hablaba el idioma. En ese momento comenzó un proceso de aceptación mutua que terminó forjando amistades tan fuertes que hoy en día me hacen sentir muy afortunada. La cosmovisión del pueblo ruso me aportó una manera de pensar que luego fue determinante en mi vida.

¿Qué recuerdos tienes de tu infancia?

Yo crecí durante el llamado “período especial” en Cuba. Fui una niña de apagones y noches sin ventilador. En medio de las vicisitudes de aquella época, mis padres se esforzaron para que mi hermano y yo sintiéramos lo menos posible la escasez de recursos y creo que lo lograron. Tuve una infancia de plena felicidad y mucho amor. Vivía anhelando el momento de comenzar a estudiar en la escuela, pues veía a mi hermano mayor llegar a casa con las tareas y los libros y eso despertó en mí una fuerte pasión por el estudio.

En Rusia la situación fue similar. Gracias a excelentes maestros, enseguida la brecha idiomática dejó de ser un problema. Creo que casi no le di dolores de cabeza a mi familia con temas escolares. Conversaba mucho en el aula, eso sí. Alguna queja que otra por ese motivo recibieron.

¿En Cuba dónde estudió?

El primer grado lo cursé en la escuela Mariana Grajales del Casino Deportivo, en el Cerro. Luego nos mudamos al Vedado y allí comencé el segundo grado en la escuela Gonzalo de Quesada. Aparejado a ello estudiaba flauta en la escuela de música Manuel Saumell. Fue una etapa muy divertida y activa. Apenas tenía tiempo para aburrirme.

¿Dónde estudiaste periodismo?

Estudié en la Universidad de La Habana, en la Facultad de Comunicación. Me licencié en el 2011 así que hace poco cumplí mi primera década como profesional. Fue una experiencia que me hizo madurar de forma abrupta, diría, pues muchos de los estudiantes de mi grupo eran mayores que yo. Mis compañeros de aula tenían historias de vida muy variadas, y al haber crecido fuera de Cuba, el comienzo de la carrera me impactó bastante. No obstante, el amor que siento por el periodismo y la excelencia didáctica de la mayoría de nuestros profesores, me ayudaron a poner pronto los pies en la tierra. Varias amigas también contribuyeron a que me sintiera enseguida como en casa. Recuerdo con cariño los Juegos Caribe, en los que participaba compitiendo en el equipo de voleibol de mi facultad. También los festivales de cultura, a los que me presentaba interpretando piezas de mi época de estudiante de música. Fueron años de aprendizaje y crecimiento, como debe ser el periodo universitario.

Aliana Nieves durante un ascenso al Pico Turquino en 2009. Foto: Aliana Nieves.

¿Una vez egresada dónde te ubicaron?

Comencé a trabajar en el periódico Granma.

¿Qué hacías allí?

En el Granma me dedicaba a escribir e investigar sobre temas relacionados a Europa del Este y algunos países de Europa central. Asistía a coberturas noticiosas de temas relacionados con las relaciones exteriores de Cuba y eso me permitió conocer a colegas de medios internacionales que llegaban a La Habana y observar sus métodos de trabajo. También entrevisté a varios políticos de alto rango de países como Rusia, Bielorrusia o Serbia.

¿Qué te aportó trabajar en el principal periódico de Cuba?

Trabajar en el Granma significó para mí una gran oportunidad de intentar poner en práctica muchas de las enseñanzas académicas que recibimos en la universidad. En el periódico nos recibieron con respeto y aprecio. Recuerdo que, en la redacción internacional, donde yo trabajaba, se había producido un cambio generacional con la retirada de muchos reporteros experimentados, así que toda la atención estaba puesta en el pequeño grupo de recién graduados que llegaba para intentar estar a la altura.

En octubre de 2013 haces un cambio importante en tu vida que tiene repercusión en tu carrera profesional. ¿Cómo llegas a RT?

Llegué a RT en español de una manera bastante natural y al mismo tiempo inesperada. Envié mi currículum a la directora de canal, Victoria Vorontsova, y un mensaje en ruso explicándole lo mucho que deseaba trabajar allí. Al día siguiente, mi sorpresa fue enorme al ver que tenía su respuesta en la que me decía que había dado la orden al departamento de recursos humanos para que me entrevistaran y me hicieran una prueba de cultura general y de redacción periodística. El resto es historia.

En el 2015 debutas en las pantallas de RT ¿Cuánto cambió tu vida a partir de ese momento?

Comencé trabajando como redactora de noticias, ya que no tenía experiencia en el periodismo televisivo. Enseguida mis superiores me dieron a entender que veían en mí las condiciones necesarias para un crecimiento profesional temprano y si me esforzaba, podía llegar a trabajar frente a las cámaras en un futuro cercano. Y así fue. Paralelamente a mi trabajo habitual, hacía prácticas de reportera y luego de presentadora, y un buen día me llamaron y me dijeron que me preparara porque debutaba presentando a la semana siguiente. Mi alegría fue enorme. Ni en mis pronósticos más optimistas imaginé llegar a ser presentadora de una cadena de noticias internacional antes de cumplir los 30 años. Me siento muy agradecida con la dirección del canal y todos los compañeros que confiaron en mí y me dieron esa oportunidad de desarrollo y superación.

Aliana Nieves con parte del equipo de RT. Foto: RT.

En marzo de 2020 RT llega a las pantallas de Cuba. ¿Cuánto ha significado para ti que te vean en tu país? ¿Qué te han dicho los cubanos?RT comenzó a transmitirse en Cuba luego de largos años de conversaciones y negociaciones. Yo sabía que era un objetivo difícil de lograr, pero en nuestro canal tenemos la filosofía de que nada es imposible y todo se consigue con esfuerzo y persistencia. Así que cuando RT finalmente comenzó a transmitirse en vivo en Cuba, me sentí muy complacida, sobre todo porque siempre supe que el pueblo cubano iba a saber apreciar nuestro trabajo.

Cada día recibo mensajes muy cariñosos de nuestros espectadores. Me gusta que vean nuestra programación desde una perspectiva activa. Expresan lo que les gusta y lo que no, y nosotros tomamos nota.

En tu perfil de Linkedin dice que dominas español, ruso, italiano, inglés y francés. ¿De dónde viene esa vocación políglota? ¿Cuán útil te ha sido?

Los idiomas son una herramienta muy útil para el periodista hoy en día. Antes existía la idea de que con aprender inglés todas las cuestiones estaban resueltas, y, aunque sigue siendo el “idioma universal”, hoy con una sola lengua extranjera nadie se destaca del resto ni diversifica su perfil profesional.

Yo tuve la suerte de que mi papá nos exigiera desde pequeños enfocarnos en esa dirección. A mí, además, me hace sentir muy realizada estudiar idiomas. He tenido muy buenos profesores. Recuerdo con agradecimiento a la profe Odalys y sus rigurosas clases de inglés en la facultad. También a la profesora Miriam Fernández, quien me abrió las puertas de su aula en la academia de italiano Dante Alighieri de La Habana, a pesar de que apenas había plazas disponibles. Puedo asegurar que las cuatro lenguas extranjeras que hablo me han servido mucho en mi carrera.

¿Cómo es el día a día de Aliana Nieves?

No tengo una rutina establecida ni un horario de trabajo fijo, y eso impide que mi vida caiga en la monotonía. Yo soy una persona que se aburre pronto si no supera retos, así que tanto el estilo de trabajo en RT como el ritmo de una ciudad como Moscú están hechos para mí. Me gusta mucho el ballet, y en la capital rusa siempre hay algo interesante que ver en este sentido. También disfruto practicando deporte. No hay nada como una ruta en bicicleta bordeando el río Moscú.

¿Cuánto te ha aportado RT en tu vida personal?

Podría estar hablando horas sobre todo lo que me ha aportado RT. He tenido la oportunidad de cubrir eventos como las elecciones del 2016 en Estados Unidos, el primer balotaje en la historia de Argentina, en el 2015. He conocido lugares que nunca hubiera imaginado, como Corea del Norte, y he sido testigo de numerosos sucesos históricos como el primer encuentro entre los máximos representantes de la iglesia católica y la ortodoxa, en La Habana, en el 2016. La lista es muy larga y lo valoro mucho. Disfruto al máximo mi trabajo y eso es gracias a la confianza y libertad que se me otorga.

Aliana Nieves entrevista al entonces Primer Vicepresidente cubano durante la IV Cumbre de la CELAC en enero de 2016, celebrada en Quito, Ecuador. Foto: RT.

¿Ser emigrante y negra ha constituido un freno para triunfar fuera de Cuba?

No he sufrido de discriminación en ningún momento. Siempre me he sentido muy bien acogida en Moscú. Es mi casa. Llegué decidida a lograr mis objetivos y mi color de piel nunca ha supuesto una barrera.

¿Crees que llegaste a la cúspide del periodismo o sientes que te quedan nuevos retos?

Siempre tengo retos y metas que alcanzar. No creo que llegue el día en el que tenga la sensación de que he tocado techo. En todo momento hay una habilidad que desarrollar o perfeccionar.

¿Cuál ha sido el momento más feliz de tu joven carrera?

Cada cobertura o tarea asignada me ha dado una satisfacción particular. Recuerdo con cariño cuando en 2018 me nominaron a los International Media Excellence Awards, en Londres, como “joven talento”. El mundial de fútbol en Rusia, ese mismo año, me dio la posibilidad de experimentar un estilo distinto, donde la improvisación era la base y nos divertimos enormemente durante todo aquel mes. La televisión exige saber trabajar en equipo, y los resultados son grandiosos al existir la armonía y paz que se respira en nuestro colectivo.

Me resulta difícil nombrar el momento más feliz y supongo que eso es positivo.

¿El más difícil?

Cuando trabajamos en el formato “breaking news” (última hora) es bastante complejo todo porque informamos sobre un suceso inesperado de una gran trascendencia. La televisión es inmediatez, es estar en el lugar de la noticia desde el primer minuto y eso implica pensar y tomar decisiones a gran velocidad. Gestionar los nervios y la tensión delante de la cámara es difícil, pero esa adrenalina luego se hace adictiva.

Adaptemos un poquitico a las circunstancias el famoso cuestionario de Bernard Pivot.

¿Color favorito?

Rojo.

¿Te gusta leer? ¿Qué lees?

Leo de todo. Siento especial inclinación por la literatura rusa. León Tolstói y Antón Chéjov son mis preferidos.

Según la información que aparece en el sitio web de Russia Today dice que te gusta cocinar para los amigos. Supongo que eres buena anfitriona. ¿Cuál es tu plato preferido?

Me encanta el arroz con frijoles negros. Soy bastante cubana en temas culinarios.

¿Vodka o Ron?

Vodka.

¿Te gusta el cine? ¿Cuál es tu película preferida?

Disfruto mucho el cine. No tengo una película preferida.

¿Música preferida?

Desde Chaikovski hasta Chucho Valdés.

¿Los Van Van o Silvio Rodríguez?

Ambos.

¿Industriales o Santiago de Cuba?

Industriales, en honor a mi abuelo.

¿Barcelona o Real Madrid?

Ninguno, Atlético de Madrid.

Muchas gracias por concederme la entrevista.

Gracias por el interés en entrevistarme.

(Tomado de Cubadebate)

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