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En el horizonte, las narrativas transmedia

Trascender los lenguajes tradicionales del periodismo a favor de la multimedialidad y de los contenidos multiformato y multiplataformas. Esta fue la ruta común de los proyectos presentados en la tercera y última jornada del Primer Festival Nacional Virtual de la Prensa, correspondiente a los medios nacionales radicados en La Habana.

Patricia María Guerra Soriano, estudiante de tercer año de Periodismo y parte del equipo de Cubaperiodistas, condujo las sesiones del Festival. Foto: Heriberto González/Cubaperiodistas.

Más de 30 proyectos de innovación editorial, así como varias investigaciones académicas se socializaron este 26 de noviembre: las revistas Alma Mater y Juventud Técnica, la revista digital Cubahora, el periódico Juventud Rebelde, la Agencia Cubana de Noticias, el sitio web Cubadebate, el Sistema Informativo de la Televisión Cubana, el Canal Educativo 2, Radio Rebelde, Radio Habana Cuba, Radio Taíno, la emisora CMBF y la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana compartieron sus iniciativas.

Radio Rebelde, la emisora que marcha “al ritmo de la vida”, compartió la experiencia de la revista informativa “Todos por Cuba”, un encadenamiento del sistema nacional de radio que surgió durante la contingencia sanitaria de la COVID-19 para informar acerca del enfrentamiento a la enfermad en la Isla.

La periodista Silvia Ivonne Albelo enfatizó que, en un hecho sin precedentes de articulación radiofónica en el país, unas 100 radioemisoras llevaron relatos humanos de quienes luchaban en primera línea contra el nuevo coronavirus. Una experiencia que consideró puede extenderse a otras contingencias como las afectaciones por ciclones tropicales.

En tanto, Juventud Rebelde (JR) abogó por aprovechar las múltiples convergencias en los nuevos nichos comunicativos que representan las redes sociales, sin perder la experiencia profesional acumulada en sus 55 años de fundación. Yoelvis Lázaro Moreno, subdirector del rotativo, apuntó que JR compartió con los participantes del evento una carpeta de tres grupos de proyectos de innovación más desarrollo, con resultados ya concretos.

Moreno señaló que el primer grupo está encauzado a contribuir a la trasformación cultural del diario como organización cultural; un segundo, enfocado al mejoramiento de la labor editorial, que visibiliza a JR como una institución multimedia, productora, emisora y receptora de contenidos para y desde varios soportes, y un tercero centrado en consolidar la labor extensionista de JR tanto en espacios virtuales como físicos.

Respecto a la innovación y el desarrollo en Cubadebate y su orientación hacia la multiplataforma y los públicos, habló Randy Alonso, su director. Este medio, desde su surgimiento en el año 2003, se ha caracterizado por la constante evolución y la adaptación a las más recientes dinámicas de la producción infocomunicacional.

Alonso enumeró como objetivos que inciden en la transformación mediática —y sobre los cuales se seguirá profundizando— la generación y publicación de contenidos innovadores y el actuar conscientes de que el presente está en los móviles. También, incrementar y sostener audiencias fidelizadas y participativas, promover con intencionalidad la conversación social sobre temas de interés y la preparación de los nuevos escenarios de entrada a la publicidad y el patrimonio.

Por su parte, Max Barbosa, subdirector multimedia de la casi centenaria revista Alma Mater, habló del cambio en la gestión editorial del magazine fundado por Mella, donde cada uno de los periodistas subordinados a esta estructura se especializa en la construcción de contenidos particularizados y con los códigos de cada red social en la que está presente el medio (Facebook, Instagram, Telegram, Twitter WhatsApp y Youtube). Las competencias de los jóvenes comunicadores y su especialización ha facilitado que se generen productos comunicados multiplataformas.

Barbosa añadió que la revista ha ocupado plataformas de mensajería instantánea para la generación de noticias condensadas, a modo de flash, con las dinámicas propias de estas. Para ello han contado con la experticia de especialistas en Ciencias de la Información.

A cinco décadas y media de su surgimiento, y tras varios años sin circular en formato impreso, la revista Juventud Técnica aprovechó las potencialidades del universo digital y se enfrascó en dibujar un lienzo periodístico en ese entorno. “Hubo que pensar una manera de llegar al público desde sus pantallas”, acotó Ernesto Guerra, el jefe de información de la publicación.
Algunas de las iniciativas puestas en práctica han sido “La Píldora”, un noticiero audiovisual para la web que ya suma 64 emisiones y brinda resúmenes de los mejores productos comunicativos de la publicación. También, “COVID-19 Cuba Data”, en alianza con el proyecto comunicativo de periodismo de datos cubano Postdata.club y con la Facultad de Matemática de la Universidad de La Habana que muestra a tiempo real el avance de la pandemia en el país.

Los desafíos del espacio público digital

Acerca del espacio público digital hacia el que están enfocados los cambios en la gestión editorial de los medios participantes en el Primer Festival Nacional Virtual de la Prensa disertó la Doctora en Ciencias de la Comunicación Rosa Miriam Elizalde, en su conferencia “Cuba y sus medios: el desafío de la articulación frente al plan de la desarticulación”, al inicio de la tercera jornada del evento.

La también vicepresidenta primera de la Upec dijo que, primeramente, hay que entender que en término de comunicación digital no existe un afuera y un adentro, pues muchos de los procesos de que están impactando hoy cualquier otra sociedad, operan a ambos lados de las fronteras físicas de las naciones.

Asimismo, apuntó que en el ámbito mediático actual el primer cambio importante es el desplazamiento del consumo de medios analógicos hacia el medios digitales, y la convivencia de ambos en una misma realidad infocomunicacional. También, acentuó que existe un decrecimiento de la visualización de la televisión tradicional entre los menores de 35 años, pero está creciendo, exorbitantemente el consumo de los productos audiovisuales en esa franja de edad, lo que consideró como un nicho a explotar en la producción de contenidos

Elizalde señaló que ha habido otro gran desplazamiento de una buena parte de las audiencias – sobre todo de segmentos jóvenes- desde los perfiles de los medios en las redes sociales hacia plataformas de mensajería instantánea como WhatsApp y Messenger, particularmente a los grupos privados que estudiosos de la comunicación han denominado “bosques oscuros de Internet”.

Referente al entramado digital nacional, la académica dijo que se encuentra bajo presiones de una maquinaria de intoxicación informativa que operan, sobre todo, desde lo norteamericano, y analizó varios tipologías de redes que se dedican a gestionar la fragmentación de los públicos que se marginan o automarginan de los sistemas institucionales. Los medios digitales que se han desplegado con contenidos anticubanos durante la administración Trump, están diseñados para la desinformación y forman redes distribuidas de información. “Aunque cada nodo es independiente, están interconectados por una misma agenda que se empaqueta con discursos diferentes para llegar a esos grupos fragmentados de la sociedad”.

Entre los desafíos que están en el horizonte de trabajo del sistema de comunicación cubano refirió la transformación vertiginosa de la vida de los medios de comunicación y sus audiencias, de modo que las conceptualizaciones posibles sobre el tema van detrás de los acontecimientos. También, la polarización y fragmentación. Comentó que la derecha ofrece una diversidad de discursos para darle identidad a los diferentes fragmentos de la sociedad.

“En Cuba vemos que someten a la neurosis contrarrevolucionaria, al acoso y a llamados a la desobediencia civil, a grupos sociales muy específicos para que en vez de integrarse a la plataforma de unidad simbólica y política de la Revolución, entran en permanente conflicto con ella. El desafío es cómo gestionamos la unidad en estos ecosistemas dispersos, que son reforzados por la arquitectura de las plataformas sociales”, dijo.

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