ENTREVISTA

Marzo Enrique, locutor con aptitud de periodista

Recuerdo a Maximiliano Enrique Rivero Bertot husmeando en la fonoteca de Radio Granma para complacer a los oyentes de la discoteca de la tarde, su programa favorito.

Este hombre, que saboreaba las palabras al hablar, comenzó como locutor en la CMDF, allá por el año de 1968 y luego debutó artísticamente como Marzo Enrique.

El comienzo

“En el mundo del arte todos dicen que se iniciaron desde niño y no puedo romper ese mito, empecé acompañando a mi padre en recorridos por las calles manzanilleras mientras él anunciaba en el altoparlante de su auto, productos comerciales de moda.

“Aquella forma de comunicar me cautivó y terminé atado a un micrófono, que hoy forma parte de mi vida”, comentó, en cierta ocasión, el reconocido radialista durante un encuentro entre periodistas, su otra pasión, insertada en medio siglo de vida artística.

Acción multiplicada

Su versatilidad lo consagró como documentalista, musicalizador, actor, narrador de programas dramatizados, director de espacios infantiles, juveniles y asesor del círculo de interés de Radio Granma y de múltiples propuestas en el departamento de Propaganda de la RG del Guacanayabo.

Tuteló programas radiales y espectáculos artísticos, trabajó como locutor en las emisoras nacionales: COCO, Radio Rebelde y Progreso, en esta última asumió la conducción de dos espacios de estelar audiencia: Alegrías de sobremesa y la Discoteca popular.

También la sede fundacional de Tele Rebelde, hoy Tele Turquino, en Santiago de Cuba, salvaguarda varios documentales en los que colocó su voz en secuencias narrativas.

Los méritos

Entre sus principales lauros sobresalen el Sello 85 aniversario del sector, el Micrófono de la Radio Cubana, la distinción Voz y Sueños por los 50 años de labor, premio a la Excelencia Artística 2005 y varios reconocimientos en festivales provinciales y nacionales.

Opinión especializada

“Marzo Enrique fue uno de los grandes profesionales de la locución, con una voz media, bien timbrada, imponía belleza sin igual a lo que decía”, precisó el Premio nacional de la radio Ernesto Martínez Robles.

“Se preocupó por conocer la técnica y aplicarla en el trabajo diario -agregó- y aunque presuponga algún tipo de riesgo, fue el locutor más técnico que ha pasado por la radio manzanillera, un creador de ideas constantes, de él surgió Pídalo cantando, el boom radial de la década de los años 70 del siglo precedente en la región del Guacanayabo.

“Junto a Luis Alarcón Santana, marcaron el mayor vuelo en la narración dramatizada del territorio, de manera que si algunos conocedores de la radiodifusión definen a Manzanillo cuna de buenos locutores, indudablemente hay que mencionar a Marzo Enrique Rivero Bertot”.

(Tomado de La Demajagua)

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