COVID-19

Reporteros consolareños en tiempos de pandemia

Las rutinas productivas dieron de pronto un giro de 180 grados, el tiempo de descanso se redujo a pocas horas y la presión de ejercer un periodismo en tiempo real con calidad, puso a prueba la profesionalidad de los corresponsales de Consolación del Sur.

Los altos volúmenes productivos de tabaco dejaron de ser la noticia principal, y la presencia del nuevo coronavirus en el municipio, acaparó la atención de la prensa.

Pedro Lázaro Rodríguez Gil y Yoilén Castillo Páez, equipo de prensa de la televisión comunitaria, asumieron la misión de demostrar con imágenes lo que sucede en el territorio.

Llegar a cada centro de aislamiento, entrevistar a las autoridades del municipio y encontrar testimonios en la población, para de esta forma conocer cómo implementan las medidas adoptadas para evitar la propagación de la enfermedad, forma parte del quehacer diario de este dúo de reporteros.


Aunque con nasobucos, distancias prudenciales y una correcta desinfección de sus medios de trabajo, también sienten el miedo de exponerse de cerca a la pandemia que ha provocado más de treinta mil muertes a nivel mundial.

El agotamiento ya se deja ver, las pericias propias de la profesión demandan más dinamismo, actualidad, riesgos. El público confía en el periodismo y los periodistas no le pueden fallar.

En la experiencia personal de Pedro, alega que este es un momento único, que más allá del cansancio y de lo sensible de la situación epidemiológica que atraviesa el municipio, la unidad y la intersectorialidad ha hecho posible su trabajo.

“En mi opinión las autoridades y la propia población han comprendido la importancia de nuestra labor y colaboran para que la información sea   confiable, completa y que llegue a todos los públicos.”

“Es muy gratificante recibir la ayuda de personas que aportan una foto para enriquecer el reportaje, que ayudan con un testimonio y que sobre todo agradecen nuestro esfuerzo, porque es a través de nosotros que incluso, conocen de la evolución médica de sus familiares y amigos”.

Yoilén por su parte ha vestido el traje de Mariana, también quisiera quedarse en casa y sentirse más segura, pero sabe que no puede abandonar a su compañero de trabajo, a ese que por más de cinco años junto a ella, han llevado a través de la pantalla la realidad consolareña.

“Cada trabajo demanda un esfuerzo extra de nosotros, lograr enlaces vía Internet para poder llevar al público imágenes de una comunidad en cuarentena, y editar contrareloj para el sistema informativo de la televisión cubana, ha sido todo un reto.”

La responsabilidad de hacer un periodismo radial veraz y oportuno, está a cargo de Elaine Hernández Valido, una joven que hace apenas tres años se licenció como profesional de la palabra y que hoy, domina todas las mañas para reportar en vivo lo que día a día experimenta su pueblo.

“Reconozco que me sentí abrumada cuando supe que Consolación era el epicentro de la noticia y la radio dependía de mí, pero más allá de los miedos y las dudas, confié en mi capacidad y la preparación recibida durante cinco años de carrera universitaria.”

“El reto fue hacer cien por ciento teletrabajo y sin embargo no fallarle nunca a los que apuestan por mí.
Todas las entrevistas las realizo por teléfono, muchas veces segundos antes de entrar en vivo en la programación informativa.”

“Tengo una hija pequeña y mi familia constituye un grupo vulnerable a la Covid-19, tuve que restringir totalmente mis salidas fuera de la casa para no arriesgar su salud.”

Aunque ella siente satisfacción de llevar en tiempo real todo lo que acontece en Consolación del Sur, debido a la compleja situación que vive este territorio con varios casos positivos al nuevo coronavirus, no puede ocultar la nostalgia de estar en el terreno, con grabadora en mano en busca de experiencias.

Y es que Pedro, Yoilén y Elaine tienen la misión de informar, de describir con imágenes y sonidos lo que siente todo un pueblo, de engrandecer la labor quimérica de los médicos y reconocer el esfuerzo inimaginable de las autoridades del municipio.

Inmortalizar con sendos trabajos periodísticos esta página difícil de la historia, es la razón de ser de estos tres reporteros consolareños, que sin saberlo, también se han convertido en  profesionales imprescindibles para el pueblo que los vio nacer.

 

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