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Cuando respirar no es la opción

Frank Tyson tenía 53 años; vivía en la ciudad de Canton, en Ohio, Estados Unidos. Era negro y cometió el delito de abandonar su auto luego de chocar contra un poste del tendido eléctrico.

Alguien llamó a la policía del lugar y cuando ésta llegó, le informaron que el chófer había entrado a un bar cercano. Hasta allí acudieron los uniformados, para detenerlo por presunto abandono de la escena del accidente.

Cuando uno de los policías forcejeó con Tyson para ponerle las esposas, este gritó “están intentando matarme, llamen al sheriff”.

Ya tirado contra el suelo por los agentes, uno de ellos le puso la rodilla en la espalda, cerca del cuello durante un rato, mientras Tyson le decía: “estás en mi cuello” y le repite al menos cinco veces “no puedo respirar”.

Un video de 36 minutos, grabado por las cámaras corporales de los propios policías, registró todas las incidencias, hasta los seis minutos antes que los agentes, que bromeaban creyendo que estaba desmayado, se percataron de que “algo no estaba bien”, por lo que intentan rehabilitarlo, pero ya era tarde. Cerca de una hora después, en un hospital local, lo declaraban muerto.

Quedaba claro, una vez más, que “respirar” no es la opción, ante una policía estadounidense que tiene en su haber, el quitar la vida a muchos ciudadanos que, al parecer, su único delito es ser negro.

La muerte de Tyson se asemeja mucho a la del también afroamericano George Floyd a manos de la Policía de Minneapolis en 2020, después de que el agente Derek Chauvin le presionara el cuello con la rodilla durante unos nueve minutos.

Según reportes de prensa, la policía de Estados Unidos suma dos nombres en la lista de ciudadanos negros muertos en una semana.

Se recuerda, entre otros muchos casos, cuando la policía de Oklahoma disparó y mató a Terence Crutcher, en la ciudad de Tulsa, quien estaba desarmado y arreglaba la avería mecánica de su auto.

La larga lista recoge que un agente mató a un hombre negro llamado Keith Scott en la ciudad de Charlotte, en Carolina del Norte. Se supo que la persona leía un libro dentro de su auto, cuando la policía irrumpió con disparos.

No son pocas las voces que consideran que estos casos, al igual que los de Alton Sterling, Philando Castile, Michael Brown, Eric Garner, Walter Scott y Freddie Gray evidencian el problema estructural de racismo y exceso de violencia de la policía contra la comunidad afroamericana.

Un nuevo estudio de la revista médica británica The Lancet concluye que más de la mitad de las muertes que ocurren en Estados Unidos a manos de la policía no son reportadas por las autoridades gubernamentales.

Eso significa que más de 17 mil muertes a manos de los cuerpos uniformados no han sido reportadas desde 1980. Los asesinatos de afroamericanos son los que menos se han contabilizado; el 60 por ciento de las muertes no fueron reportadas de forma correcta. Las personas negras mueren a manos de la policía a una tasa 3,5 veces mayor que los blancos.

Foto de portada: Familiares de Tyson sostienen una fotografía. Imagen tomada de media.10tv

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Elson Concepción Pérez
Periodista cubano y analista de temas internacionales. Forma parte de la redacción del diario Granma.

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