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Venceremistas por siempre: Lili, una pluma de oro

¿Por qué apostar por el periodismo como profesión?

Llegué al periodismo casi por azar, todos los vientos de mi vida parecían llevarme a la biología, la microbiología… carreras muy complejas, pero limitadas en la cantidad de plazas que ofertan. En mi año llegó sólo una de cada una, y no me tocaron. Supe de la prueba de actitud de periodismo y allá fui, más por embullo que por vocación.

Éramos muchos aspirantes, llenábamos dos comedores grandísimos del IPVCE José Maceo Grajales en la primera vuelta de los exámenes, ya en la segunda ronda quedábamos 16, y parece que me tocaba el Periodismo, porque estuve entre los aprobados.

Has incursionado en varios medios de comunicación, sin embargo, te mantienes en la prensa escrita ¿Por qué escoger a Venceremos?

Estoy en prensa escrita por decisión. Vengo de un generación en la que casi todas las personas querían televisión y en la que muy pocos se quedaban ejerciendo la profesión. Fue mi primera opción, quizás en parte por esa manía mía de no estar donde está todo el mundo. Nunca tuve la idea de sentirme especial, sino digamos que fue un método de propulsión para mantenerme fuera de la corriente esa donde están todos.

He incursionado en la radio, que me abrió las puertas en algún momento bien complicado en mi vida y a la que le agradezco muchísimo; en la televisión, y he tenido otras propuestas de trabajo, pero sin dudas es en la prensa escrita donde siento que puedo hacer lo que quiero, explicarme mejor, soñar… Tratar de caminar hacia el horizonte de todos esos clásicos y grandes periodistas que leo, eso me hace seguir estando en prensa escrita e intentar hacer lo mejor.

Premios…

No trabajo buscando premios, solo trato de hacer las cosas bien; de hecho me cuesta presentar trabajos para concursos. En los que he participado, todos son importantes para mí y algunos los he compartido con personas que quiero mucho como Haydeé León Moya.

¿Cuáles me han impactado más? Yo creo que siempre los primeros. Recuerdo un trabajo titulado Las vías del desvío, que fue de los primeros grandes reportajes de investigación que hice, donde probé lo gratificante que es buscar esa verdad que nos esquiva y que buscamos y contrastamos por allá y la encontramos finalmente. Fue un reconocimiento que en lo personal me marcó un camino de que sí se podía hacer ese periodismo cuestionador, del cual la rutina del diarismo nos aleja un poco.

El periodismo es una profesión hermosa y a le vez difícil ¿Qué vivencias te han hecho crecer como profesional y ser humano? ¿Cuáles han sido las más difíciles de escribir?

El periodista es siempre un testigo excepcional, tenemos la particularidad de estar donde no todo el mundo puede. Corremos, cuando pasa algo, generalmente en sentido opuesto al resto de la gente, así que considero que es un privilegio ser periodista, no como privilegios ni prebendas personales, sino no el de ser un testigo bien particular de la vida, sobre todo lo que pasa a su alrededor.

Lo más difícil de escribir, de contar para mí son las tragedias, los desastres naturales, accidentes. Son temas que uno no quisiera vivir nunca y que te plantean una serie de retos éticos porque lo sientes sobre la pluma a la hora de escribirlo. Es muy fácil hacer llorar viendo un dolor. Pero cuando uno, por ejemplo ha estado en un lugar como Boca de Jauco horas después del paso del desbastador huracán Matthew, y ves a familias enteras que han perdido todas sus pertenencias, a una señora de más de ochenta años que por segunda vez perdió su vivienda, uno dice ¡qué va no puedo hacerlo! Escribir esa narrativa de regodearse en el dolor ajeno, de volverles a recordar aquello, pudiera ser hasta un insulto.

Contribuyes en la formación de nuevos periodistas ¿Qué valor le otorgas al trabajo con los estudiantes y la Universidad?

Los muchachos siempre son un soplo de aire fresco, un botón de reset que hace que te borres todo lo que tú tenías pensado y te conectes con algo totalmente nuevo, porque lo primero que uno tiene que saber es que el mundo nuestro, esa cosmovisión que puede tener una persona de mi edad casi rozando los cuarenta años, no es la misma que las de ellos; ni tampoco la formación.

Me gusta trabajar con estudiantes, sobre todo cuando tienen ganas de ser periodista, porque lamentablemente no siempre pasa así.

Lilibeth Alfonso Martínez. Foto: Leonel Escalona Furones.

Y no es solo con el periodismo, creo que hay una crisis (por llamarla de algún modo) de vocación, de mirar la proyección de la vida, direccionarla con lo que te apasiona y con lo que tú quieres ser. Así que ver a un estudiante optando por convicción, porque quiere una profesión tan sacrificada como esta, y lo demuestra además en la carrera, es muy bueno.

Has asumido la dirección del departamento informativo en el periódico Venceremos, además de ser periodista. A partir de esas dos experiencias ¿Cuánto falta por hacer en el medio de prensa para cumplir su función social?

Nos falta, y esto lo he dicho más de una vez, acercarnos más no solamente a lo que las personas quieren, sino lo que necesitan. Ir a los temas importantes que uno lo dice así y cualquiera diría bueno ¿Y cuáles son? Yo creo que son los temas que hay que tratar, que tienen que estar en la agenda porque nos afectan como sociedad, como país, ganar también en profundidad, de una manera correcta, contrastando las fuentes, buscando las estadísticas e investigando.

El periodismo de investigación es una gran deuda del periodismo cubano y específicamente guantanamero. Es la aspiración mía particular y la de todas las personas que sienten realmente por el periodismo. Una carrera desigual, difícil, con muchos escollos, falta de personal, tenemos esos caminos sinuosos que a veces se nos imponen para obtener información, el apuro porque ese periódico salga. Pero yo creo que lo importante es hacerlo, es intentarlo, ser los primeros e insistir.

Foto de portada: Leonel Escalona Furones

(Tomado de Venceremos)

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