CON DOS DEDOS

El mejor periódico del mundo

Corría el año de 1936 y Lucilo de la Peña se dio a la tarea de crear lo que llamó “el mejor periódico del mundo”. Había ganadocelebridad, en 1931, por su participación en la llamada expedición de Gibara, en la que un grupo de revolucionarios, del que él fue uno de los cabecillas, desembarcó en ese punto de la geografía oriental con  el objetivo de alzarse en armas contra la dictadura de Gerardo Machado.

El intento fracasó tras un cruento combate, algunos de los combatientes fueron apresados, pero Lucilo logró evadirse. Vuelve a la palestra tras el golpe de Estado del 4 de septiembre de 1933 cuando se conviertió en una especie de asesor y consejero del entonces coronel Fulgencio Batista, el líder golpista a quien escribía los discursos.

De cualquier manera, Lucilo era un personaje sorprendente. Tenía, como periodista, un estilo emperifollado y logró perfeccionarlo de tal modo que llegó el momento en que nadie entendía lo que escribía, lo cual  le provocaba gran satisfacción.

El citado mejor periódico del mundo se llamaría Frente. Con ese fin compró, varios inmuebles en la esquina de Luz y Compostela —en La Habana Vieja—, adquirió la rotativa y los imprescindibles linotipos y mandó a colocar un anuncio lumínico en los altos del café Vista Alegre, frente a la Casa de Maternidad y Beneficencia.

Todos los que circulaban por la calle San Lázaro en dirección a la calle Belascoaín, quedaban maravillados con aquel cartel que daba cuenta de la salida de un diario sin precedentes: un tabloide de 80 páginas, muchas de ellas en colores. Para hacerlo posible, Lucilo había contratado a un cuerpo de redacción insuperable y excesivo: tres jefes de redacción, otros tres de información e igual cantidad de  jefes de cables, cuatro editorialistas, cinco reporteros de Policía, una legión de correctores de pruebas… Lo mejor del periodismo cubano recibió ofertas para vincularse, como periodistas o  colaboradores, a Frente. El primer número aparecería el 20 de mayo de 1936, coincidiendo con el ascenso al poder del presidente Miguel Mariano Gómez.

En marzo, todo el personal comenzó a percibir su salario. Una sastrería de la calle Obispo, a crédito, habilitaba de ropa a los periodistas que configuraban  la nómina de la publicación, y les fiaban los cafés y restaurantes de los alrededores. Mientras tanto, De la Peña, eufórico, recorría los pasillos del edificio, hacía chistes, palmeaba las espaldas de sus empleados…

Llegó así el 18 de mayo. Reporteros y redactores fueron acuartelados con el propósito de empezar a preparar la primera edición, y se pasó aviso a los colaboradores para que alistaran sus columnas. El 19, por la noche, se movilizó a los vendedores, y el 20 salió a la calle el primer número de Frente.

Fue algo triunfal. Todo un suceso. Nunca se había visto, al menos en Cuba, un diario mejor hecho. Pero esa misma noche, cuando se empezaba a preparar la edición del día siguiente, apareció Lucilo en la Redacción. Portaba una mala noticia y tenía el rostro contraído por la impotencia y la amargura. Frente no aparecería más. Había muerto al nacer. No comentó los motivos ni se extendió en explicaciones de ningún tipo. Tampoco nadie se las pidió. Abandonó de inmediato el local y acto seguido lo imitaron redactores y reporteros. Ninguno decía nada. Ninguno se quejaba.

Pasaron los años. Lucilo mantuvo la propiedad del caserón de Luz y Compostela. Emplazó allí la editorial Luz Hilo, dirigió la Gaceta Oficial, pero había abandonado toda pretensión de hacer un periódico. Ni siquiera escribía. Era un viejito cordial, de pelo blanco, que se desplazaba a saltos por corredores y salones de la Asociación de Reporters de La Habana, ubicada en  la calle Zulueta. A la sazón, , cada vez que escuchaba hablar acerca de la concertación de un duelo, se ofrecía para participar en el desafío en calidad de experto.

Fue en esa época que Lucilo contó, aunque sin explayarse en detalles, el motivo de la desaparición de Frente:

“El entonces coronel Batista me ofreció una subvención suficiente para el diario que yo quería hacer, y se me apareció a última hora con un dinerito de basura. Por supuesto, no se lo acepté. Me planté en 31”.

Por aquellos días de Frente, Lucilo de la Peña fue electo Senador de la República, y estuvo entre los parlamentarios que votaron, en un golpe de Estado en el Parlamento, a favor de la democión del presidente Miguel Mariano Gómez.

Permaneció en La Habana tras el triunfo de la Revolución, dijo su hija a este cronista, se imprimió en la imprenta que todavía era suya, las cartillas y los manuales de la Campaña de Alfabetización sin cobrar un centavo por ello. Información esta que el autor no ha podido corroborar. Lucilo murió en la capital cubana.

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Ciro Bianchi Ross
Es un intelectual, periodista y ensayista cubano. Su ejecutoria profesional durante más de 55 años le ha permitido aparecer entre principales artífices del periodismo literario en la Isla. Cronista y sagaz entrevistador, ha investigado y escrito como pocos sobre la historia de Cuba republicana (1902-1958). Ha publicado, entre otros medios, en la revista Cuba Internacional y el diario Juventud Rebelde, de los cuales es columnista habitual. Premio Nacional de Periodismo "José Martí" en 2017.

One thought on “El mejor periódico del mundo

  1. Cómo Aprendemos con Ciro Bianchi. Que Dios le Bendiga ese Conocimiento y esa Memoria. Le Agradecemos mucho por Compartir Su Sabiduría con sus Lectores,Oyentes y Seguidores. Enhorabuena!!!

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