OTRAS NOTICIAS

Amor prohibido de periodista alemana antinazi en 1944

Por los prejuicios y concepciones morales de épocas precedentes, esta historia no se conoció hasta 1994, cuando Erica Fischer (1-1-1943) publicó con el título de Aimée y Jaguar, una historia real —en forma de novela— y bien documentada sobre un amor doblemente prohibido, que tuvo por escenario a Berlín entre 1943 y 1944.

Doblemente prohibido porque involucró a dos mujeres, porque una era judía antinazi —espía para la resistencia—, y la otra aria, casada con un militar SS y madre de cuatro hijos.

Basada en la novela de Fischer, y con el mismo nombre, se rodó en 1999, Alemania, una exitosa película de 125 minutos. Tanto el título del libro como el del filme citan los seudónimos que se daban las enamoradas, como si fueran espías: Elisabeth Lilly Wust, la aria, Aimée y Felice Schragenheim, la judía, Jaguar.

Cuando se enamoraron en 1943, la primera tenía 29 años y la otra 21. La berlinesa Felice era periodista y al no poder huir de Alemania ocultó su condición de judía para conseguir trabajo en un periódico nazi, lo que le permitió acceder a informaciones secretas para entregarla a la resistencia, a la vez que le daba cobertura para ayudar a otros judíos.

Vivieron su amor poco más de un año, hasta el 21 de agosto de 1944, día en el que Felice fue detenida por la Gestapo y su pareja amenazada con ir a un campo de concentración, pero perdonada por poseer la Orden de Honor a la Madre Alemana.

No se supo más de la Jaguar. Sin embargo, se especula que murió a los 22 años en Auschwitz o fuera del campo durante una marcha de la muerte en los últimos días de 1944; algunos creen que de agotamiento y frío, otros que de un disparo.

Aimée, vivió el resto de su vida en Berlín y le dio refugio en su casa a otras judías que sobrevivieron, por lo que fue condecorada después de la guerra. Uno de sus hijos, Eberhard, se convirtió al judaísmo. A los 80 años le contó su historia de amor a la periodista Erica Fischer. Falleció en abril de 2006, a los 92 años.

El diario de Lilly, cartas, poemas y fotos de las dos mujeres se encuentran en el Museo Judío de Berlín. Ellas se escribieron frases muy tiernas, y desafiando el terror nazi se juraron amor eterno. Lilly dijo ya anciana: “Para mí Felice siempre está cerca. Tengo una foto de ella en mi casa y cada día le enciendo una vela”.

Foto del avatar
Jesús G. Bayolo
Es periodista e historiador del ajedrez, toda una autoridad del tema en Cuba.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *