NOTAS DESTACADAS

A quienes lean el dossier

En Cuba se ha hablado mucho de la crítica cultural. De que si no hay crítica, o sí la hay, o la hay a medias, o lo que no hay es la suficiente preparación para criticar. Se ha hablado en tantos espacios, lo mismo físicos, que editoriales, que para algunos puede resultar tedioso tener que hablar, escribir, leer o escuchar sobre el estado de la crítica.

Contra ese posible cansancio, decidimos crear este dossier: “La crítica cultural en Cuba: caminos hacia una utopía necesaria” y entregarlo a ustedes, nuestros lectores, para que escuchen, cuando lean, las voces de los nueve articulistas que se arriesgaron a escribir sobre la crítica, evadiendo la plaga del lugar común y quemando sobre sus lumbres cualquier hojarasca impenitente.

Soledad Cruz dice que “la crítica no ha gozado nunca, ni aquí, ni en otras partes del planeta, de buena acogida, ni por los creadores, ni por los públicos que les siguen”. A pesar de eso, “criticar es amar”, recuerda Erian Pupo a José Martí y asegura que cuando piensa en la crítica cultural en nuestro país le surgen, “inevitablemente, más preguntas que respuestas”. Quizás, una de esas respuestas urgentes está en las palabras de José Ernesto Nováez, para quien “la crítica cultural que necesitamos debe ser de procesos y esencias” y de ideología, la cual-según Mario Naito-debe manejar “un lenguaje lo suficientemente atractivo y asequible a todos, desprovisto de lo que pueda parecer pura propaganda” y vestida por los matices que nacen desde la primera persona-como aduce Norge Espinosa porque “la verdadera crítica propone el rejuego de claves y conocimientos que validen o denuncien las ganancias o vacíos de lo que se alza ante nosotros”.

A Oni Acosta le parece que “el mayor reto que encuentra hoy la crítica cultural en el país” es la “generación de contenidos y la eficaz manera de colocarlos en plataformas virtuales”. A Norberto Codina-coincidiendo con Estrella de Diego-le parece que la crítica continúa siendo un “trabajo de poetas”, en el que prima “escribir una evocación sobre la obra” y no formar gustos o dirigirlos. Víctor Fowler cree que la crítica cultural “se obtiene por la fusión de ese opinar al que definimos como ‘juicio crítico’ con alguno de los momentos (cualquiera sea su escala) de la “producción-distribución-consumo de cultura.” Para Reinaldo Cedeño “la crítica cultural tiene marca de autor: requiere creadores, no repetidores”.

A los lectores les dejamos como premio estas letras y a los articulistas el agradecimiento por conflagrar contra lo dicho en tantas ocasiones y formar esta cofradía tan necesaria.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *