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De Adela todo era grato

A Adela la conocí una mañana de septiembre. Era mi primer día de trabajo, recién graduada, insegura y temerosa de la vida laboral. Y allí estaba aquella mujer sencilla, agradable, tan tierna y maternal que no pude resistir a sus encantos. Me dio los buenos días, la bienvenida y su sonrisa, y ojos sinceros que me cautivaron para siempre.

Demoré un poco en saber cuál sería mi función bajo su mando. Pero enseguida entendí que con ella tenía mucho que aprender, pues era ella quien no tenía límites para enseñar y legar. Así me creí un ser especial: era privilegiada por tener una jefa tan afable y bondadosa.

Pero las jornadas a su lado me demostraron mucho más. Lo especial era ella. Su gentileza, altruismo, sabiduría, modestia, su confianza en el mejoramiento humano y certeza de que todo tiempo futuro sería mejo. Era su política de vida. Era así, con todos y para todos. Y por eso su criterio fue válido siempre para cualquier persona o situación.

Ella estaba ahí, en su nido de Zunzún, siempre creando, siempre ayudando, siempre dispuesta. Allí la buscabas y allí la encontrabas, siempre una palabra de aliento, siempre un apoyo, siempre una respuesta, siempre una defensa.

Con Adela todo fue grato y hoy aprieta el pecho la crueldad de saber que no la encontraremos en su rinconcito o apresurada por los pasillos de la Editorial Abril resolviendo más de un pendiente, pretendiendo ser más ágil que las alas del colibrí cuando recorre un jardín. Y cuando más entristece su ausencia, una vez más su existencia sosiega, calma, serena. Solo el privilegio de haberla conocido transforma tanto dolor en amor.

5 thoughts on “De Adela todo era grato

  1. Así era ella Yai, todo amor, su dulzura se imponía a todo cansancio, estrés, preocupaciones. Era capaz de con solo una palabra llenar de esperanza y alegría a todo el que lo escuchaba. Jamás podremos olvidarla y nos toca a nosotros, los que tanto aprendimos de ella, continuar su obra.
    Adelita vivirá siempre en nuestros corazones. Gracias por hacerle tan digno homenaje.

  2. Así es Yaimara, así me paso cuando comencé a trabajar en la Casa Editora Abril, en un lejano marzo de 1997. Cuando estaba triste, brava, engañada, con problemas familiares o laborales , ella siempre estuvo para mí como el colectivo de Zunzun. Me ayudo con mis trabajos de la universidad, sus regaños, eran educativos y dulces, su aliento en todo proyecto q me integraba.. Siempre fue mi madrina. Digo siempre es y será mi madrina. MI DULCE ÁNGEL QUE NOS PROTEGERÁ A TODOS CON MUCHO MUCHO AMOR, PORQUE TIENE PARA TODOS. 😭💕🥰

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