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Lucha ideológica y estallidos sociales: ¿Qué hacer?

Transcribimos la videoconferencia “Lucha ideológica y estallidos sociales. América Latina y Cuba”, tema de “La Tertulia” de la Unión de Periodistas de Cuba, en la que participaron Fernando Buen Abad, Pedro Santander y Javier Gómez Sánchez. Moderada por Iroel Sánchez y celebrada en la Casa de la Prensa, el jueves 10 de diciembre de 2020

Iroel Sánchez: Buenas tardes. Un saludo desde La Habana, con su permiso comenzamos La Tertulia, me quito el nasobuco, como decimos en Cuba, mascarilla para nuestros amigos que nos ven fuera del país, y bueno, un placer estar nuevamente desde La Tertulia. Pedimos disculpas por comenzar un poco pasada la hora prevista, es que ha fallecido aquí en nuestro país una querida colega muy cercana al periodismo, al mundo del periodismo en Cuba, Diana Lío Busquet, desde aquí le rendimos también un homenaje, joven, además, en este momento era la directora de la Editora Abril, de la Unión de Jóvenes Comunistas, y eso nos ha lamentablemente trastocado la agenda que teníamos prevista un poco, pero bueno, comenzamos.

Nos acompañarán aquí hoy dos invitados que estuvieron en nuestra primera Tertulia, Fernando Buen Abad, destacado investigador, conocedor del mundo de la comunicación, Fernando va a estar desde Buenos Aires, ¿no? Y también va a estar con nosotros Pedro Santander desde Chile, también destacado conocedor del mundo de la internet, de la comunicación. Y acá en la Unión de Periodistas de Cuba, que es desde donde hacemos La Tertulia, va a estar conmigo el colega Javier Gómez Sánchez, comunicador, realizador audiovisual, y que también publica en diversos medios de comunicación cubanos.

El título que le hemos dado a esta Tertulia es “Estallidos sociales y lucha ideológica. Cuba y América Latina”; le hemos llamado así porque en estos días se ha tratado desde los medios de comunicación hegemónicos de hacer equivalentes los sucesos de las últimas semanas en Cuba, que ha estado en curso un intento de golpe blando financiado e impulsado por Estados Unidos, y muy apoyado en las tecnologías de la información y las comunicaciones, y una lectura muy intencionada desde los medios de comunicación hegemónicos, como decía, sobre esto, y a la vez han venido siguiendo curso todas las crisis políticas en América Latina, que vienen con estallidos sociales ya de largo aliento. Y bueno, queríamos ver esto desde el punto de vista de qué realmente está pasando en unos lugares y en el otro, para eso vamos a empezar por Fernando, que nos diga cómo está leyendo esto en los medios de comunicación hegemónicos desde fuera de Cuba, cómo estos sucesos los ha visto, y qué realmente él cree que haya pasado en América Latina, y qué cree que esté pasando en Cuba, entonces adelante, Fernando, un abrazo.

Quieren encajonar a Cuba en una falacia

Fernando Buen Abad: Saludos, decía, a todos y a todas ustedes, gracias por la invitación, gracias por la confianza también, son momentos que todos percibimos como momentos de preocupación, encadenados a otros muchos que Cuba ha sabido sortear, ¿no?, históricamente, estas agresiones van tomando distintas formas, y tengo toda la certeza de que Cuba tiene la capacidad moral, política y jurídica, incluso, para darle cauce a estas cosas.

Lo que creo que es importante atender ahora mismo a nivel de lo que están haciendo las cadenas monopólicas transnacionales llamadas medios de comunicación, siempre hay que decir entre paréntesis mal llamadas, ¿no?, mal llamados medios de comunicación, son en realidad máquinas de guerra ideológica, ¿no?, y que lo que han estado haciendo ahora es servir como caja de resonancia a esta batería de ofensivas que salen desde Miami. Está clarísimo que el mapa, digamos, de las trayectorias del discurso, lo que hoy algunos llaman la trazabilidad de la orientación de la ofensiva ideológica, se puede perfectamente identificar, porque hay varias pautas que son perfectamente legibles en esto, por un lado la estrategia sintáctica, cómo escriben ellos, cómo traducen ellos a papel, a imágenes, a discurso escrito, o incluso de reporteros que se hacen pasar por cronistas a veces y van repitiendo en escala el mismo modelo narrativo, que quiere encajonar a Cuba en una falacia, planificada, me parece a mí, con una visión bastante corta en términos de sus ideas, bastante perversa en términos de lo que pretende, y luego bastante, bastante, diría yo débil, por cuanto los protagonistas, los portavoces directos desde La Habana, lo que llaman ahí el Movimiento San Isidro. Una pobreza verdaderamente llamativa de los voceros, una incapacidad de articular un discurso claro, un juego de vociferaciones que más parecen bravuconadas de cantina en cualquier vieja película del oeste que argumentos para un debate serio. No obstante, eso no le resta peligrosidad al asunto porque no se puede tener, decía el Che, ni un tantito así de confianza en ninguna de estas iniciativas, y creo que lo que hay que atender es, por un lado, la tarea política que Cuba hacia adentro debe librar frente a esta iniciativa,  y un esfuerzo  internacionalista de corte estratégico muy fuerte.

Yo creo que es la hora en que hay que articular un llamado de atención a cuanto medio alternativo y comunitario conocemos todos en América Latina, a todos los compañeros que tengan un espacio por mínimo o pequeño que sea para levantar una voz, para levantar una advertencia. Creo que es hora de la acción político-mediática continental, y yo no soy pesimista respecto a que eso sea posible, en la medida en que creo que cada vez crecen más las voluntades que van comprendiendo su papel en la estrategia comunicacional tanto para la resistencia como para las tareas de avanzada; una de ellas hoy me parece crucial, es poner de relieve que justamente se trata de Cuba, que justamente se trata del escenario donde tenemos una de las más increíbles cunas de las vanguardias de ideas, de ciencias, de técnicas, de cultura, de artes, más significativas del continente y de buena parte del mundo, justamente se trata de un país que ha logrado por la lucha revolucionaria de su pueblo construir las instancias para que la discusión política, para que el debate teórico, para que el debate, la batalla de las ideas surta efecto, en el sentido de construir y fortalecer ese proyecto social.

Si hay algún lugar en el que yo recuerde haber visto debates profundos, he escuchado incluso autocríticas muy minuciosas y muy incluso severas, diría yo, hasta dichas con cierta crudeza, es ahí en Cuba, porque tienen el escenario perfecto, porque tienen los instrumentales jurídicos, políticos, culturales y educativos, especialmente esto, para darse el privilegio de construir una sociedad en la cual la crítica y la autocrítica son prerrogativas del proceso revolucionario; esto creo que hay que decirlo a los compañeros, esto me parece que es una tarea muy importante para dialogar con todos los compañeros en todos los frentes que podamos en la Patria Grande; porque es verdad también que la operativa, la ofensiva mediática imperial, y la ofensiva monopólica, se ha encargado de distorsionar muchas ideas, se han encargo incluso de desmovilizar muchas voluntades solidarias, y me parece, repito, que esta es la hora en que debemos hacer una agenda común de trabajo, tanto para que el pueblo cubano reciba el mensaje solidario de los pueblos hermanos, y le avise y le notifique al oído y al corazón que no están solos ni en esta ni en ninguna batalla, pero además porque es nuestra obligación y es nuestro privilegio ser hermanos de Cuba a esta hora, pero también porque esto nos hace bien a todos en otros países, en otros escenarios, donde si permitimos que avancen cualquiera de estas emboscadas ideológicas, golpistas o desestabilizadoras, la verdad es que va a costarnos muy caro el no haber sido atentos ni obedientes al llamado de la unidad que exige esta hora.

Iroel Sánchez: Gracias, Fernando. Propongo entonces que desde Chile Pedro nos de su perspectiva, incluso yo creo que también puede, por esta idea de hacer equivalente lo que ha ocurrido en Cuba nada menos con la movilización social que los jóvenes chilenos llevan ya varios años teniendo en la exigencia de educación pública y de calidad, algo que tenemos en Cuba hace ya más de cinco décadas, y qué perspectivas él ve y qué sustento puede tener esta equivalencia, ¿no?, si tiene alguna. Adelante entonces Pedro, gracias.

¿Cómo hacer frente a lo que nos viene?

Pedro Santander: Bueno, compañeros y compañeras, un gran saludo caluroso primero que nada a todos ustedes y a todas ustedes.

Quisiera antes de responder eso que decías, la suerte de analogía que se pudiera hacer con Chile, retomar una o dos cosas que dijo Fernando. Efectivamente, Cuba se caracteriza, y si no, no hubiera podido resistir todo lo que ha resistido, por esa tremenda inteligencia que hay en la Isla, ¿no es cierto?, hay una tremenda inteligencia colectiva, individual, de dirigentes de las bases, es una inteligencia tremenda que la Isla ha logrado en estos años fortalecer, ha logrado madurar, y eso es importante por lo siguiente, porque en este momento nos estamos enfrentando a un enemigo que tiene muchísimos recursos pero menos inteligencia, mientras que nuestro campo tiene muchísima inteligencia pero muchos menos recursos, y creo que esa ecuación es importante de considerar; te digo, cuando yo digo que el enemigo tiene muchos recursos y menos inteligencia no lo estoy subestimando de ningún modo, pero estoy, creo, haciendo una suerte de análisis histórico, en tanto lo sesenta años que ha logrado resistir la Isla es porque no ha contado con tantos recursos sino con mucha inteligencia, con Fidel a la cabeza, por supuesto; entonces es una ecuación que tenemos que hacer cuadrar, ¿cómo hoy frente a lo que viene y a lo que se nos viene?, detrás de lo cual hay muchos recursos, no sólo monetarios, como siempre ha habido, no sólo propagandísticos, como siempre ha habido, sino también tecnológicos, y tecnológicos en la más sofisticada dimensión que uno se pueda imaginar, ¿cómo frente a eso hacer una defensa desde y con nuestras inteligencias?, creo que esta es una primera ecuación importante que tenemos que hacer para un análisis objetivo de cómo enfrentar la batalla.

En segundo lugar, quisiera retomar algo que dijo Fernando que me parece importante, pero quiero enriquecerlo en el siguiente sentido. Efectivamente, el reality show de San Isidro fue una cosa, una farsa muy, casi que ridícula, que no resiste ningún análisis serio, racional, pero eso no significa que no sea o no pueda ser, esta vez no lo fue, pero que no pueda ser efectiva; en ese sentido nosotros, las revolucionarias y los revolucionarios, que estamos muy acostumbrados al debate, a la crítica, a buscar, a aplicar la inteligencia a lo que hacemos, no debemos subestimar aquello que nosotros vemos como chabacano, como de bajo nivel, porque justamente la comunicación no busca persuadirnos, no busca generar efectos mediante cuestiones racionales, la comunicación cuando se usa para fines perversos, como lo hace el imperialismo, lo que busca es conectar con cierta audiencia, y tú a veces conectas con cierta audiencia echando recursos a las más bajas pulsaciones del ser humano, o a la mentira, por eso te digo, volviendo a lo primero, tenemos que usar nuestra inteligencia sin subestimar al enemigo, para saber cómo hacer frente a ese tipo de ataques comunicacionales que nos pueden parecer casi que ridículos, pero no por eso los debemos ni subestimar ni creer que no puedan ser efectivos.

En tercer lugar me gustaría señalar que creo que lo de San Isidro es un botón de muestra de lo que se viene el año 2021 para Cuba. Creo que el imperialismo, que siempre experimenta con nuestros pueblos que quieren emanciparse, y siempre experimenta, hace ensayo y error, tienen recursos para eso, creo que ha encontrado una veta tecnocomunicacional donde se usan una serie de recursos digitales, medios digitales, redes sociales, fake news, combinados con cierta agenda de la calle, que hay que mirar con atención porque a la más mínima brecha que se detecte ahí el ataque comunicacional, que ahora fue yo diría que casi que experimental, va a ser profundo, sistemático y sostenido.

Dicho eso, compañero, creo que hay que tener cuidado con algo que tú dices que es muy cierto, que no se confunda lo que pasa en Chile, ese descontento social que lleva un año, nosotros llevamos un año en batalla, desde octubre del año pasado, bueno, un año y dos, tres meses, con toque de queda, con casi quinientas mutilaciones oculares, con estado de emergencia constitucional, con militares en las calles, con una represión semanal, con doscientos chicos que llevan más de un año presos, más de un año presos sin cargos por haber participado de las revueltas, en cárceles con presos comunes, a pesar de eso nosotros estamos resistiendo; y efectivamente, lo que ha ocurrido en Chile ha generado, creo yo, en cierto nivel un suerte de onda expansiva, que se expandió un poco a Colombia, un poco a Guatemala, un poco a Ecuador, de un descontento, y eso es lo que nosotros tenemos que comunicacionalmente saber, valga la redundancia, comunicarlo, que es un descontento contra los millonarios, por eso no hay cabida, aunque comunicacionalmente pueda tratar de manipularse, pero no hay cabida, y eso es importante que lo entendamos, para que esto sea exportable, por ejemplo, a Cuba.

Aquí el pueblo, la juventud chilena, se manifiestan en las calles a riesgo de su vida, a riesgo de sus ojos, a riesgo de la cárcel, contra el gobierno de los millonarios, de los multimillonarios, encabezados, cómo no, por Sebastián Piñera, hasta hace poco otro multimillonario gobernaba Argentina, actualmente otro multimillonario gobierna Ecuador, otro multimillonario hasta hace poco gobernaba Perú, etcétera; esta es una rebelión contra lo que provocan los gobiernos de los multimillonarios, los que tienen capitales en Panamá, en las Islas Caimán, en los bancos suizos, los que evaden impuestos, eso es importante, me parece, como tópico, de que hay que centralmente insistir en él para que no nos confundamos y no nos confundan, esta es una protesta social extendida contra la desigualdad social, contra una de las educaciones más caras de América Latina, contra el único país del mundo donde el agua está cien por ciento privatizada, cien por ciento, las aguas de ríos, de lagos, el agua potable está cien por ciento privatizada, donde tenemos la luz más cara del continente, es contra eso que se ha rebelado este pueblo, contra el gobierno de los multimillonarios, estimado compañero.

Iroel Sánchez conversa con Fernando Buen Abad.

Iroel Sánchez: Muchas gracias. Le doy la palabra a Javier, para desde Cuba tener un punto de vista sobre estos mismos acontecimientos, y bueno, Javier también, que es él mismo un artista, un creador audiovisual, nos pueda también sumar esta perspectiva, que es uno de los temas que ha estado en el candelero en estos días; entonces Javier, te paso la cámara y te doy la palabra. Aquí tenemos a Rosa Miriam Elizalde, vicepresidenta primera de la UPEC, ayudándonos con la transmisión.

No se puede enfrentar la guerra mediática sin el pueblo

Javier Gómez Sánchez: Buenas tardes a todos. Soy un seguidor de La Tertulia desde el inicio mismo de este espacio, y he sido testigo de todo el esfuerzo que se ha hecho por mantenerlo sistemáticamente en la medida que se ha podido en la pandemia, en otras situaciones, incluyendo esta transmisión. Y un saludo igualmente a la audiencia y a todos los invitados.

A ver. Son muchas cosas que habría que analizar específicamente en el caso de Cuba y en esta intención de realizar un golpe blando, que es lo que se ha venido comentando en estos días en el caso nuestro.

Han sido días muy intensos de información; o sea, diariamente el Noticiero de Televisión, especialmente el espacio estelar de las ocho, ha emitido información sobre toda una cadena de sucesos que se han venido dando desde hace meses atrás, incluso hace más de un año venían dándose cadenas de sucesos en este sentido, no se habían informado a la población tal vez por una intención de no crear el pánico, el terror, que en definitiva es la intención del terrorismo mismo, pero bueno, ante la intención de realizar eventos que vinieran a reforzar, o sea, a tributar a estas intenciones ya continuadas, fue necesario empezar a dar la información, y nos alegramos mucho de que se haya dado ese paso porque lo más importante para comprender todas estas cosas es precisamente darle la información sobre todo al pueblo, ¿no?, es una guerra, la guerra mediática no es algo que se pueda echar si no se incorpora al pueblo con la información.

Cuando vemos lo que está pasando, vemos que hay una intención de una doble importación en el caso de Cuba; la primera importación que vemos es la de las revoluciones de colores, el esquema, o sea, una especie de guía o manual ya acuñados en los países de Europa del Este posterior a la caída del campo socialista, cuando la intención era ya no sólo hacer caer el campo socialista o el socialismo europeo, sino consolidar el neoliberalismo en esos países, y bueno, ocurren toda esta serie de revoluciones de colores en Georgia, en Ucrania, el conocido Maidán; y bueno, lo que estamos viendo es como una importación de técnicas que tuvieron éxito en esos países, tratar de importarlas a Cuba.

Hay que tener en cuenta primero que esos países, esas sociedades, tenían dinámicas muy específicas, problemáticas muy propias, de temas de fronteras, temas de independencia entre unos países y otros, especialmente de independencia respecto a Rusia, independencia no sólo geográfica, sino independencia política en una serie de aspectos, temas étnicos, entonces esos son factores que en Cuba no existen, son factores que en Cuba no se dan, por lo tanto, no han logrado calcar el esquema de la revolución de color.

La segunda importación que vemos es el intento de combinar esta revolución de color con la importación de temas, de problemáticas, que son profundamente latinoamericanas y que se dan con una crudeza especial, muy dura y muy difícil en países suramericanos y centroamericanos; hay temáticas muy complejas que también se manifiestan en Cuba, pero la intención es presentarlas con el mismo volumen en que existen y la misma gravedad en que se mantienen en países de Latinoamérica, tenemos el caso de la violencia policial, cosa existente en todos los países, existe, hay procedimientos policiales correctos y procedimientos policiales incorrectos, y pueden generar episodios de violencia.

Pero en el caso de Cuba por suerte hemos podido a partir del modelo de socialismo que hemos logrado mantener, que la violencia policial sea un episodio individual de la actuación incorrecta de un individuo o un grupo de individuos, un grupo de policías en determinado momento, como pudiera ser igualmente la corrupción policial, pero no es sistémico, o sea, no es parte del sistema, el sistema mismo no defiende eso, el sistema mismo de trabajo policial no se sustenta en eso, por eso es que estas personas del Movimiento San Isidro en parte de su agenda, que vienen trabajando hace tiempo para generar provocaciones públicas y generar situaciones que a su vez provoquen situaciones más graves aún, intentaron hacer meses atrás una protesta en un lugar céntrico de La Habana contra la violencia policial, aprovechando una atmósfera que existía a partir del agravamiento de esta situación en los Estados Unidos, y dos sucesos muy lamentables que ocurrieron casualmente en Cuba en ese tiempo, lo que se conoce como el caso de Calabazar donde se asesinó un policía y otro en Guanabacoa, en el cual un policía en una detención a un delincuente que tuvo una situación bastante violenta y el policía terminó disparando su arma contra el individuo, el individuo lamentablemente falleció; eso, por supuesto, no es algo que ocurre habitualmente en Cuba, los que conocemos los países cercanos de la región sabemos que las estadísticas de casos como estos son muchísimo mayores, y que además, la inmensa mayoría de las veces los casos ni siquiera se esclarecen, o sea, en el caso de Cuba hubo un esclarecimiento completo de la situación con un peritaje y todo de trazología, balística, y toda la información que se presentó.

Entonces es tratar de tomar estos elementos y convertirlos en una especie de descontento social exagerado respecto al tema, por eso no logran anclar; por supuesto, la convocatoria que hicieron, no pudieron convocar a nadie, realmente nunca ocurrió la manifestación porque nadie fue a manifestarse. Es más fácil en Cuba hacer una manifestación de personas pidiendo que la televisión transmita una película completa con un beso entre dos hombres, lo cual es totalmente legítimo, yo lo apoyo, quiero ver la película completa incluyendo la escena con el beso entre dos hombres, que movilizar una masa de personas por la violencia, y la brutalidad policial, y los asesinatos de la policía en Cuba, o sea, se logra movilizar para determinada cosa, eso da una medida de hasta qué punto la percepción de la sociedad es real por determinado tema, y no lo es respecto a otro, porque no hay forma de comparar.

Entonces sí lograron este episodio en el Ministerio de Cultura, en el cual se logró movilizar a un grupo de jóvenes importante, estamos hablando de varios cientos realmente, varios cientos de personas, las cuales se fueron congregando ahí a partir de una cadena prolongada de manipulaciones de parte de este Movimiento San Isidro, con todas las capacidades de las redes sociales, las cuales se ponen a transmitir videos, y realmente en determinados momentos los videos lograron captar la atención de las personas, porque a veces, primero hay que tener en cuenta que esto ocurre por subestimar la capacidad de manipulación de la contrarrevolución en tiempos de redes sociales, y por no dar una respuesta informativa debidamente; si meses atrás, es lo que todos nos comentamos, si meses atrás se hubiese dado toda la información se hubiese ido desinflando todo esto y no hubiésemos llegado hasta este punto, pero bueno, las revoluciones nunca terminan de aprender, hay que aprender hasta el último día aunque sea tarde, y bueno, vamos aprendiendo. Ese aprendizaje ha ocurrido y se ha convertido en información, un poco que es la vergüenza, ¿no?, qué vergüenza para el imperialismo, diría Fidel, haber logrado movilizar a un pequeño grupo de personas en un lugar de El Vedado, que un barrio habanero se haya convertido en horas y horas de información en el Noticiero para todo el país.

Entonces logran, a través de la manipulación logran ir acumulando una serie de molestias, de descontentos, en sectores específicos, y sobre todo ir sembrando la idea de que se trata todo de una cuestión de la libertad de pensamiento, de la libertad de expresión, del derecho a pensar distinto, bueno, mire, aquí derecho a pensar distinto hay, hay personas que no simpatizan con el gobierno; nosotros hicimos aquí un proceso de debate de la Constitución, que difícilmente se haga en un país cualquiera, no ya latinoamericano, cualquiera, cualquier país difícilmente se tomaría el trabajo, el esfuerzo, y además, los recursos, que costó ese debate nacional para la Constitución, y en ese debate hubo una cantidad de personas, varios cientos de personas, que levantaron su mano en reuniones, y se dio la estadística, que dijeron que no querían socialismo en Cuba, eso es un indicador, o sea, hay una serie de personas que tuvieron esa libertad, lo cual es un número, hay otros que lo mencionan también, que lo piensan; hubo personas que no estaban de acuerdo con que el Partido Comunista de Cuba fuera el que dirigiera, y lo dijeron también, y así; o sea, por lo tanto, pensar distinto no es un delito, en Cuba no es un delito, igualmente, expresarse distinto no es un delito, una cantidad importante de personas intelectuales publican en blogs, publican en páginas, publican en medios extranjeros, ninguno ha ido preso por eso; sin embargo, ya empiezan otras cuestiones porque bueno, espérate, ¿pero qué libertad es la que tú estás exigiendo?, ¿libertad de financiamiento de los Estados Unidos?, porque ya eso es otra cosa, ¿libertad de financiamiento a través de las fachadas que implementan los mecanismos de Estados Unidos para llegar a ese dinero?, eso es otra cosa también, ¿libertad de acción pública para la contrarrevolución para generar disturbios en la tranquilidad del país?, eso es otra cosa también; entonces ahí entran otros términos, ¿libertad para generar situaciones que a su vez justifiquen una intervención armada de Estados Unidos hacia el país?, pero entonces cuando uno menciona eso dicen: “No, pero ustedes siempre están justificando todo con eso, ustedes justifican la represión con esto de los Estados Unidos y con el tema del financiamiento estadounidense”, bueno, pero el problema es que estamos en Cuba, no estamos en otro lugar, y vivimos una realidad la cual no es exactamente la de otros lugares, con otras problemáticas, la principal problemática de nosotros es que la Isla no se puede levantar en peso y mudar para otro lugar a ver si nos alejamos de los Estados Unidos, tenemos que seguir pegados a ellos porque el planeta está hecho así, y ellos tienen su interés geoestratégico en nosotros y no lo han abandonado, si acaso lo que han cambiado es la estrategia, y el mensajero, y los métodos, eso, si acaso, es lo que han cambiado.

Hemos visto, yo iría casi cerrando ya, pero para comentarios posteriores en esta emisión es importante hablar de cómo han ido secuestrando y manipulando una serie de causas sociales como el tema de la violencia de género, el tema de la comunidad LGTBI y sus derechos, el tema de la protección animal, y cómo han ido creando burbujas y movilizando estas burbujas, conectadas a la gran burbuja que han ido trabajando con medios digitales, que es la burbuja de la cultura, y cómo hacer que esa burbuja se movilice hacia la calle y genere un pequeño estallido que pueda conectarse con otras dinámicas como el tema del terrorismo, que ya hemos visto. Nadie sabe para quién trabaja cuando se pone a gritar: “Libertad de pensamiento, libertad de acción”, y muchos se han espantado de lo que han visto realmente en el Noticieroen estos días en la televisión cubana. Yo quisiera entonces devolver la palabra.

Iroel Sánchez: Sí. Gracias, Javier. Escuchando a Javier yo primero tendría que matizar porque Javier parte de unos presupuestos como si todo el mundo hubiera visto nuestro Noticiero de Televisión, y no necesariamente, estoy seguro que nuestros amigos invitados sí, pero bueno, no los que nos puedan estar viendo desde otros lugares, y en ese sentido quisiera comentar varias cosas.

En estos días se ha mostrado la conexión de estas personas con la embajada norteamericana, estas personas que han sido llamadas el Movimiento San Isidro, un muy minúsculo grupo de personas, creo que no llegan a dos decenas, conectadas con la embajada norteamericana, el jefe, el encargado de negocios de Estados Unidos en Cuba, que es el máximo representante diplomático, trasladándolos en su carro, llegando al lugar, grabando con su celular, etcétera, etcétera, porque bueno, se habla de la ruta del dinero, y es verdad que hay dinero de Estados Unidos en esta, para movilizar a estas personas, pero también en todo el sistema de medios de comunicación en la internet que Estados Unidos financia para Cuba, que en total son alrededor de, sólo lo público, cincuenta millones de dólares al año, una parte de ello es verdad que se queda en Miami, pero otra se usa para pagar personas que generen contenidos que Estados Unidos necesita para la propaganda contra Cuba, del cual son parte este llamado, mal llamado movimiento.

Está el otro tema de que se han visto los encargos, las videollamadas, etcétera, pagando por actos terroristas en Cuba, lanzar botellas incendiarias contra establecimientos públicos, comerciales, contra incluso escuelas, etcétera, eso se ha visto, hace dos días se vio un video donde una persona de las que ha financiado estos actos en Miami hablaba de que tenían que morir en Cuba un millón de personas, un millón, a mí me recordó la masacre en Indonesia de un millón de comunistas, que es un hecho histórico real que todos los que estamos en esta Tertulia conocemos y lo que ha traído, y las heridas abiertas, hay una película que se llama Act of killing, El acto de matar, que es muy estremecedora en ese sentido.

Y por otro lado, el hecho también de que tanto el gobierno actual de Estados Unidos, su Secretario de Estado, el secretario Pompeo, el subsecretario, Michael Kozak, como el designado como asesor de Seguridad Nacional de Joe Biden, Jake Sullivan, se han pronunciado en apoyo a estas personas, o sea, creo que en un momento de cambio de gobierno en Estados Unidos pudiera parecer que nos podemos librar de esto con una nueva administración estadounidense, que es cierto que no está tan dependiente de los sectores más extremistas que encabezan personas como Marco Rubio y otros congresistas en el sur de la Florida, pero este tipo de vocación por cambiar por una vía u otra el régimen establecido en Cuba pareciera ser que es tanto del Partido Republicano como del Demócrata.

Otro tema relacionado con esto y sobre el que me gustaría, Fernando, que es una persona que, que dio algunos elementos sobre eso ya, el tema de la semiótica de todo esto, el tema de las libertades en abstracto, porque a veces tampoco se conoce que en Cuba existe una política que puede ser, por supuesto, muy perfeccionada, de apoyo a los jóvenes artistas, a los jóvenes creadores, de instituciones para darles servicio, de que no estén solos en manos del mercado, si en los países de América Latina que ustedes han conocido es así, que también me gustaría que pudieran hablar sobre esto, ¿existe algún tipo de política de estado para proteger jóvenes artistas, para que puedan publicar libros, para que puedan realizar su obra, puedan promoverla?, ¿existe algún apoyo institucional, del estado?, En Cuba tenemos una organización que se llama Asociación Hermanos Saiz, se reúnen con el Ministerio de Cultura, a veces con el Presidente, con estos jóvenes, ¿qué tipo de política de estado existe en estos países, qué defensa de la libertad de expresión y de creación pueden tener?, ¿qué apoyos a un joven artista para realizar su obra?, estoy hablando de personas de menos de veinticinco años, de menos de treinta años, que no sea aceptada por el mercado, ¿qué tipo de obra puede colocar allí?, ¿qué realidad es esa?, nos gustaría conocer en comparación con esto que se obvia cuando hablan los medios de comunicación sobre Cuba, pero muy perfectible, con contradicciones, con insatisfacciones, existe en Cuba. Fernando, adelante.

Es imposible desligar el concepto de cultura de la realidad económica

Fernando Buen Abad: Gracias. Sí, por lo menos, tú sabes que yo trabajo en un instituto de investigación sobre temas de cultura y comunicación de la Universidad Nacional de Lanús, ahí hemos venido haciendo un pequeño mapa de las políticas culturales vigentes en la región, en América Latina, tratando de caracterizar, hasta donde los recursos nos lo permiten, qué papel están asumiendo los estados frente a este tema tan complejo, tan difícil de definir, ¿no?, que es el fenómeno de la cultura, de qué manera están interviniendo algunos estados incluso de manera crítica frente a los productos de la cultura, porque por cierto, cuando uno dice cultura podría caer en la trampa de pensar que es una especie de entidad intocable porque per se tiene unos valores supremos, o como si fuera un dios griego, ¿no?, que está por ahí flotando en el espacio y que nos arroja de cuando en cuando sus reflejos a la tierra, cuando lo que es verdad es que es imposible desligar el concepto de cultura de la realidad económica de nuestros pueblos y de la realidad económica del continente, de la historia reciente de la humanidad, es decir, no se puede hablar de cultura sin contextualizarla en el marco del capitalismo, del desarrollo del capitalismo, y la cultura que el capitalismo ha generado para imponerla a la mayoría de los pueblos, ¿no?, decía el viejo Marx: “La ideología de la clase que domina es la ideología dominante de una época”, y eso en el campo de la cultura tiene muchas, muchas vertientes y variantes.

Yo creo que en nuestros países de América Latina, algunos con mayor perfil progresista, otros con más observación de corte popular, de corte nacional, hay preocupaciones diversas sobre el tema de la cultura.

Hoy por hoy hay una disputa profunda, que tiene que ver con lo que llamamos la disputa por el sentido, es decir, a ver quién impone de la manera más amplia, hablando en términos cuantitativos, pero también cualitativos, quién impone los valores, los principios y las premisas de un modelo de sociedad o de vida que le convenga a sus intereses.

Entonces es cierto que tenemos episodios, momentos culturales muy intensos, fuertemente inoculados por los valores de la clase dominante, por ejemplo, la Navidad. En el caso en el que estamos hoy, y que por cierto, sirve también para aprovechar un grupo de sensibilidades que más adelante se podría hacer algún detalle, por cierto, de cómo se manipulan también esas, se hiper sensibiliza a los pueblos para después descargar sobre ellos algunas baratijas ideológicas, Umberto Eco a eso le llamaba también “guerrilla semiótica”, en el sentido de la guerrilla que la dominación ejerce contra los pueblos, y en el sentido también de algunas formas de la resistencia, es decir, hay una, digamos, permanente ambivalencia en estos términos.

Pero quiero llegar al punto de tu pregunta, Iroel, en la que lo que es verdad es que muy pocos gobiernos, y esto se ve en el producto, en el gasto, y en el presupuesto de cada país, cuánto exactamente se dedica a eso que se llama cultura, de por sí ya es difícil ver cuánto se dedica al tema de educación en términos de gasto público, y el déficit enorme que hay en todo el continente al respecto, pues simplemente porque tenemos, por ejemplo, tenemos muchos países en la región que todavía padecen la llaga profunda del analfabetismo, esto hay que decirlo algún día al costo que sea, no es posible que siga habiendo gobiernos que puedan aceptar convivir en el paisaje del analfabetismo de los pueblos, incluyendo el analfabetismo funcional, que es el de aquellas personas que escasamente leen algo para leer justamente la basura informativa que le venden; en todo caso este es un problema nuclear, el saber cuál es el gasto específico, la palabra gasto no es la mejor, la más feliz, por cierto, algunos inducen y prefieren la de inversión, en el caso de la educación y de la cultura.

Ahora, también es cierto que no hay parámetros y no hay un protocolo serio de reconocimiento de los productos culturales en las distintas regiones, en México tenemos hoy un gran desafío, que es con cincuenta y seis etnias distintas hablando cincuenta y seis idiomas diferentes, la producción de lo que llamamos artesanía es un reflejo claro de una expresión cultural que no logra todavía ser reconocida como formas de arte, ni en muchas galerías ni en muchos espacios de reconocimiento de la cultura, esta disputa la tenemos en todos lados.

Ahora, contrastado esto que digo de deficiencias, el paisaje que diría yo es que hay insuficiencia de recursos cuando se trata del estímulo, del desarrollo de las diversidades y de las culturas, como prefiere la UNESCO incluso que se llame a esto, las culturas, justamente por las diversidades que esto implica e incluye.

Ahora, en ese sentido, dije al principio, no quiero que se convierta en slogan, pero es una premisa con la que yo estoy absolutamente convencido, y es que Cuba es la cuna de muchas, de cien vanguardias en este continente, y una de esas es justamente el ejemplo cultural, una vanguardia cultural que es Cuba, y esto hay que explicarlo. No hay tiempo ahora, pero yo podría sentarme con algunos de mis apuntes y anotaciones, con los compañeros del Instituto de Cultura y Comunicación deberíamos en algún momento poder hacer una traducción de cuáles son esas cien vanguardias; en el caso específico de la cultura lo sé, por ejemplo, lo sé porque he conversado algunas veces con el presidente actual de Casa de las Américas, Abel Prieto, que me ha contado, por ejemplo, el interés minucioso que se pone sobre la poesía de los jóvenes en Cuba, el interés profundo que se tiene por convocar a concursos, a participación de jóvenes escritores, ensayistas, novelistas, cuentistas y poetas, jóvenes, hombres y mujeres cubanos que desde la adolescencia ya se estrenan y se entrenan en el campo de las letras; ese esfuerzo no tiene parangón en muchos países, porque en realidad a quién le importa hacer un semillero de poetas, quién rayos se ha interesado por hacer un semillero de poetas y narradores adolescentes y luego publicarlos, y luego mostrarlos, y luego ofrecerles conferencias, cursos, capacitación, acompañar su proceso de formación, además, acompañarlos por los mejores referentes de la poesía y de la literatura que hay en este continente.

Por ejemplo, lo he escrito y lo he publicado varias veces sobre Casa de las Américas, ahora que lo aludí, que también es uno de los grandes esplendores de vanguardia de la cultura desde Cuba y para el mundo, solamente Casa de las Américas por sí sola ha hecho lo que no ha hecho, creo, ningún ministerio o secretaría de cultura y de educación en América Latina, no hay forma de comparar la cantidad de ejemplares, la cantidad de autores, la cantidad de fuerza y de inteligencia que se ha dado cita en Casa de las Américas para producir una difusión como la que se ha producido en el continente entero, y esto es un baluarte, un baluarte de indispensable mención y de indispensable estudio, porque si no hacemos algo para comunicar esto entonces nos hacemos cómplices de la propia guerra que es el silencio, y el olvido, y el abandono de los grandes logros.

Puedo decir también que, por ejemplo, el trabajo, y también he escrito alguna cosa sobre eso, el trabajo heroico de los médicos cubanos, que también son el producto de una cultura solidaria y humanista, porque para decirlo breve y pronto, cultura no es solamente aquello que se exhibe en una galería pictórica o en un concierto de música culta, clásica, o como se le llame, cultura no es solamente una conferencia con algún famoso literato, filósofo o escritor, es que la cultura es este conjunto de los valores enraizados en los pueblos que producen acciones para la construcción del tejido social y para las relaciones de producción de esos pueblos, y en ese sentido, de ese baluarte cultural que ha sido el pensamiento humanista martiano, por ejemplo, el pensamiento, incluso la voz sonora y profunda de Fidel, preocupado siempre por la cultura sea. En ese caldo de cultivo de pensamiento humanista surge, por ejemplo, el desarrollo científico y la medicina con la que Cuba ha obsequiado al mundo, un ejemplo solidario que recorre todos los continentes, y que bueno, más de una campaña ha habido en términos de proponer esa herencia y esa construcción de cultura cubana solidaria y humanista como Premio Nobel.

De modo que, para redondear un poco la idea con tu pregunta, Iroel, creo que por eso también Cuba es una vanguardia, y en tanto que vanguardia va adelante de otros muchos países, y no por esto hago una comparación odiosa, que por poner el privilegio de un ejemplo anule, o niegue, o excluya, los logros que se han tenido en otros países, cuando hablemos de otros países quizás podamos detenernos en otros casos, pero hoy por hoy, hoy por hoy hay que decirlo, este país, esta Cuba, desde esta isla con el agobio y el acoso que ha sufrido durante todas estas décadas, esta Cuba que ha sido valiente, y firme, y clara, en la resistencia como en la creación, es la Cuba que, repito, ha sabido ser eso, es una cuna de vanguardias en un montón de sentidos.

Y te repito, no quisiera que se volviera esto un slogan, pero me gustaría que fuera un corpus de estudio, un cuerpo de ideas en las que se transparentara efectivamente el esfuerzo político de una Revolución, el significado profundo, y claro, y sensible, y hondo, que es una Revolución que puso en marcha el desarrollo de un pueblo a través de todas sus formas de expresión, en los que se expresa, pues, la llamada cultura, y en eso no tengo la menor duda de que tenemos un trabajo que hacer.

Acaso, acaso en la lista de algunas críticas fraternas habría que decir que, críticas y autocríticas, porque yo me las asumo primero que nada, es si hemos sido suficientemente capaces de hacer el trabajo incluso didáctico, pedagógico, de explicar estas cien vanguardias, de hacer la lista y de hacerla visible para que no quede ninguna duda frente a esto, porque en la medida en que seamos capaces de mostrar con contundencia, con firmeza, con profundidad, todos estos logros, en esa medida se va haciendo más chiquita la capacidad que tenga cualquiera de atacar a Cuba en ese sentido.

Ahora, también quiero decir que no es cuestión solamente de discutir la gran riqueza del contenido, a estos les importa un pepino el contenido y la significación porque de lo que se trata es de golpear, y golpear, y golpear, a cualquier costo y como sea, y vender, fijar un principio de ideas, fijar un principio de sentido, que sea el sentido que quiere limar o mellar el proyecto revolucionario de Cuba.

Creo que nos equivocaríamos si quisiéramos poner en pie de igualdad un debate con gente que no tiene ni siquiera la estatura para hacer un debate profundo sobre el tema de la cultura o sobre el tema del proyecto político cubano, nos equivocaríamos si creyéramos que ese es el campo de batalla, por lo menos el único, que sí hay que saldarlo, pero ojo, yo creo que la batalla tiene que desplegarse en otros, también otros muchos aspectos que van de la mano de construir fuerza política solidaria, que no basta con que tengamos los mejores argumentos, no basta con las mejores ideas, ni con el mejor ejemplo, ni con la mejor trayectoria, eso puede servir de nada, y hay ejemplos en la historia a raudales; ahora mismo necesitamos que todo eso también se convierta en una fortaleza de convocatoria organizativa y política para dar la batalla también en otros muchos frentes, porque creo que tenemos que ordenarnos y hay que ser capaces de poner el pecho ahí donde haya que ir, o sea, si quieren encajonarnos en un callejón de las trompadas no tenemos por qué caer en sus emboscadas, tenemos muchas capacidades incluso probadas e históricas para llevar, para no caer en la agenda de ellos, pues para no permitir que la agenda nos la impongan ellos con sus operaciones estas que están haciendo, y que por cierto, también otro despliegue importante que tenemos que discutir alguna vez, si es que la hay pronto, es cómo convertir toda esta argumentación que presentan estos, este movimiento llamado San Isidro, y cómo hay que saber revertir todas sus argumentaciones sobre su propio peso, sobre su propio origen financiero, sobre su propia historia y el contexto que lo financia, ese es otro trabajo también de discusión y de debate semiótico que nos debemos y que en algún momento hay que orientar, pero repito, si no pronunciamos cada una de estas reflexiones o cada una de estas consideraciones generales con un remate que diga: “Llamamos a la organización de todos los compañeros del mundo a hacer una fuerza política que convierta esto en un clamor”, capaz que nos equivocamos, porque no hay manera de refutarle a Cuba su liderazgo y su vanguardia en el campo no solamente de la cultura, sino además de la moral y de la ética, que es otra dimensión, que ojalá hubiera tiempo un día para mencionarla, pero yo creo que sí hay que dar ese debate, pero no ser ingenuos creyendo que con el debate es suficiente.

Iroel Sánchez: Gracias, Fernando. Tú decías, tenemos que ser autocríticos, cuestionabas si hemos sabido comunicar el trabajo cultural de Cuba y las vanguardias que ha construido, ahora mismo están andando aquí en La Habana el Festival de Cine, eso es muestra de la diversidad y del intento por fomentar una cultura al margen de esta maquinaria hegemónica hollywoodense en el caso del cine, que no sólo es para Cuba, sino es para los creadores del cine latinoamericano.

Fernando Buen Abad: Una de las escuelas, Iroel, una de las escuelas más importantes de este continente es el cine cubano.

Iroel Sánchez: Así mismo, pero eso mismo, nosotros tampoco, aquí dentro del país muchas veces no sabemos comunicar eso con eficacia, a veces porque se da por descontado que las personas lo saben, pero no saben su origen, no saben las comparativas de eso.

Entonces vamos a ir cerrando, le doy a Pedro desde Chile, y le pido, por favor, que se tome entre cinco y cuatro minutos, igual que le voy a pedir a Javier, para ir cerrando ya la Tertulia, pero me parece que tiene también seguramente cosas muy interesantes que decir sobre este tema. Gracias Pedro, adelante.

Esta batalla es mucho más que de medios, es de comunicación

Pedro Santander: Mira, me parece muy bien que estemos hablando y hayamos llegado al tema cultural porque esta guerra, esta batalla, es mucho más que los medios, es comunicacional, que es un poco lo que yo trabajo, el tema de la batalla comunicacional, pero es aún más que eso, es cultural, en realidad esto es una guerra cultural, es una guerra que tiene una dimensión cultural muy fuerte, y una de sus manifestaciones más importantes en este momento, desde mi punto de vista, es la comunicacional, pero cuando Fidel hablaba de la batalla de las ideas nos estaba hablando de esta guerra cultural.

Entonces me parece muy bien que hayamos llegado de lo medial a lo comunicacional, y de lo comunicacional a lo cultural, y terminamos hablando de eso porque ahí estamos nosotros, lo que pasa es que, claro, hay una entrada fuerte, importante hoy en día, que es la comunicacional.

Me gustó mucho escuchar a Javier, que nos hablaba un poco de lo que se habla, de las preocupaciones en el ámbito de lo cultural en Cuba, creo que es importantísimo considerar esos temas, que también son ondas y olas mundiales, que son los temas de género, que están ligados a las expresiones, eso me pareció muy importante.

Y quisiera yo señalar lo siguiente para cerrar, compañeros y compañeras. Escuchando todo esto y todo el ataque del que somos objeto, dos cosas, una que digo más de una vez. Es importante no sólo hablar del enemigo, es importante hablar de nosotros, es importante entender al enemigo, diagnosticarlo, analizarlo, pero tanto o más importante es saber qué debemos, qué queremos hacer y cómo, nosotros para enfrentarlo, eso a veces ocupa muy poco espacio en nuestras discusiones y sobre-diagnosticamos al enemigo en tanto nos sub-diagnosticamos a nosotros, creo que es importante hacer eso, y en ese sentido, y con esto, compañeros, tiro la última idea, creo que hay que observar con atención lo que ha pasado en los últimos años en Venezuela, porque no me cabe ninguna duda de que en los últimos sesenta años Cuba ha estado a la vanguardia de muchísimas cosas, y también ha estado a la vanguardia de los ataques del imperialismo, pero creo, estoy convencido de que en lo que respecta a los ataques comunicacionales del imperialismo Venezuela lleva la delantera, es decir, creo, estoy convencido de que Venezuela, podríamos ya hablar de una suerte de ataque comunicacional de avanzada que Venezuela ha sufrido en los últimos años de parte del imperialismo, incluso más que Cuba en esa dimensión, estoy convencido de eso, y Venezuela resiste; en ese sentido creo que hay que hacer un estudio, un análisis, una discusión importante, una observación, de qué ha hecho bien Venezuela en la batalla comunicacional, creo que ni los propios compañeros venezolanos, con tanto ataque que reciben, se han tomado el tiempo de sintetizar lo exitosa que ha sido su resistencia comunicacional, creo que hay mucho que aprender ahí, hay mucho que aprender, porque ellos han sufrido los ataques en el ámbito comunicacional de más avanzada en términos técnicos, en términos de intensidad, en términos de sofisticación, en términos de conjura mundial, etcétera; entonces yo creo que los revolucionarios y las revolucionarias deberíamos tomar eso de los últimos años y sacar una buena lección de ahí.

El resto, compañeras y compañeros, Cuba tiene experiencia suficiente, como bien decía Fernando, en el ámbito de la cultura, en el ámbito de la salud, lo que contaba Javier, para dar lecciones al mundo, pero claramente no basta el debate racional, no basta tener la razón, todo eso que contaba Javier, todo eso que destacaba Fernando, hay que también saber convertirlo culturalmente en una sensación, en una interpretación, si tú no sientes eso, aunque tengas la razón no vas a lograr convocar, convencer, y hacer que se defienda, por eso, compañeros, yo creo que esta batalla es mediática, pero es cultural, y sobre todo, perdón, es comunicacional pero sobre todo cultural.

Iroel Sánchez: Muchas gracias, Pedro. Coincido contigo en que hay mucho que aprender de lo que están haciendo los compañeros en Venezuela, y de lo que han hecho. Entonces le doy la palabra a Javier para que cierre ya finalmente en cinco minutos. Adelante, Javier.

Pedro Santander: ¿Estuve en los cuatro o no?

Iroel Sánchez: Sí, yo creo que sí, cómo no, y te lo agradezco mucho.

Pedro Santander: Eso espero, gracias.

Javier Gómez Sánchez: Sí, a ver, Fernando hablaba de analfabetismo funcional, es un término muy importante, porque a veces nos asombramos de ver cómo, en el caso cubano sobre todo, la gente con la que más ha funcionado la guerra mediática en gran medida muchas veces son los sectores que más educación han recibido, cuando tú ves las personas más vulnerables a cualquier tipo de manipulación en las redes, en Facebook, que los ves reaccionando a estas manipulaciones, en la dirección en que estas manipulaciones quieren que reaccionen, cuando los ves tan vulnerables compartiendo los contenidos de los mismos medios digitales de comunicación con financiamiento y con intencionalidad, que han sido diseñados para este sector, y tú llamas, ¿pero cómo estas personas que estudiaron una cantidad de años en una universidad, que se desenvuelven tiempo en una profesión de alto nivel, que incluso han viajado, tienen un acervo, no son capaces de discernir la manipulación de la que están siendo objeto?, incluso personas que sus estudios le implican estudios a su vez de semiótica, de estética de esa misma manipulación, se supone que son los que tengan las mayores herramientas, sin embargo, no las tienen, y es que en gran medida yo creo que esa guerra mediática permanente ha logrado instalar en la mente de muchas personas que su realización personal y su realización profesional no es gracias al sistema cubano sino a pesar de este; yo escuchaba hace tiempo a una persona que decía: “No, porque yo a pesar de haber nacido en Cuba pude realizar mi vocación, pude ejercer mi vocación”, una persona que es artista, yo me quedaba frío, decía: “Bueno, si hubiese nacido en otro lado yo no sé cuántas papeletas hubiese tenido para no haberse podido realizar como artista”, no sé, muchas, ¿no?, hay muchísima gente que no puede, pero sin embargo en su mente se instala esta idea, un poco la metáfora que se ha utilizado en días recientes fue la metáfora que se quiso capitalizar en un primer momento para romantizar un poco toda la movilización esta del Ministerio de Cultura, era la metáfora de una canción de Carlos Varela, o sea, se habla de los hijos de Guillermo Tell; entonces un poco yo me acordaba de otra metáfora, que es la de la Biblia, del Nuevo Testamento, de Jesucristo y los cuervos, y la crucifixión, cría cuervos y te sacarán los ojos; cuando no se ha sabido hacer suficientemente un trabajo, digamos, ideológico, o de realmente alfabetizar a la gente no sólo en la instrucción sino también en una alfabetización informacional para que no se dejen manipular de esa manera es lógico que te pasen estas cosas.

Tampoco podemos estarnos flagelando todo el tiempo. Miren, hay muchísima gente a la cual tampoco se le ha dado toda la información y no se van con la de trapo, como se dice en Cuba. Hay muchísima gente la cual tiene problemas, los han censurado, han tenido muchísimos líos, todos los días salen a todas las dificultades que tenemos los cubanos, y todas las precariedades, pero no están exigiendo libertad de acción y libertad de expresión para la contrarrevolución y para el financiamiento estadounidense, y se dan cuenta perfectamente de lo que se trata esto. Entonces también no es flagelarse todo el tiempo, “No, porque no hemos sabido, porque no hemos sabido”, mira, es parte y parte, porque la gente también tiene que poner de su parte para entender las cosas, ¿no?, y hay cosas que salen del cerebro y hay cosas que salen del corazón, pero imagínate, hay gente que ya lleva, ya lo lleva en la sangre, no puede. Entonces, cuando tú has llegado a un estadio mental de prejuicio cualquier chispa que te pongan en las redes sociales, en una página web, en cualquier cosita, ya tú estás propenso a recibir eso.

Entonces hay un tema que es ya la cultura como algo individual, es la cultura que uno lleva dentro. Si usted lleva una cultura de resentimiento contra la Revolución cubana, de envenenamiento contra la Revolución cubana, de creer que la Revolución cubana es la desgracia más grande que le ha ocurrido en su vida, a pesar de que si usted hace un análisis probablemente tres generaciones atrás en su vida usted sea el más beneficiado en tres generaciones, bueno, pongan la información o la preparación que le pongan usted ya va a estar más propenso a cualquier manipulación del enemigo que cualquier mensaje racional que nosotros le queramos enviar.

Entonces bueno, mira, hay que contar con la gente que está con nosotros, y con los que no quieran estar trataremos en lo más posible, hasta el final, de seguir tratando de convencerlos de la verdad y la razón, pero bueno, los irremediablemente, que no hay formas de convencerlos, ellos sabrán cuál es su camino, creo que es todo lo que yo puedo decir.

Iroel Sánchez: A ver, me parece que se han dado distintas aristas. Yo creo de todos modos, por suerte las redes sociales no son la realidad, e incluso puede haber, como Javier lo describía… como Fidel le llamaba a eso en la entrevista con Ramonet, puede haber reflejos condicionados en las personas a partir de repetirles y repetirles lo mismo; yo decía el otro día en un programa de televisión que España es el país con más artistas presos en el mundo, este año sancionaron a la cárcel a dos raperos, que tengo un amigo que es un actor muy importante, que hacía ocho o nueve películas al año y varias series de televisión, y desde que se puso a defender a Cuba no ha podido trabajar en ninguna otra, pero eso no motiva en las personas que salgan a la calle a protestar, incluso las personas del mundo del rap o las personas del mundo del cine, porque hay un reflejo condicionado, que la censura no es ahí, la censura es en Cuba, es en Venezuela, pero de todos modos eso no es la realidad, lo que pasa en las redes sociales, aunque se trata, no por la contrarrevolución, porque en Cuba yo sigo con la tesis de que la contrarrevolución no existe, lo que existe es el imperialismo norteamericano y gente pagada por este. Y esa inducción, que es muy notable en las redes sociales, por un lado con aterrorizar y demonizar a cualquiera que tenga una posición crítica sobre eso, y por otra amplificar a quien hace sinergia con esa maquinaria, busca también no mostrar al que tiene una opinión diferente, y por tanto, se crea esa sensación, pero yo creo que hay una mayoría de personas críticas, hay una mayoría de personas con un pensamiento propio, que no es lo que vemos en las redes sociales pero que es lo que sostiene este país y lo que también sostiene el trabajo de la cultura en este país, de las instituciones que forman y continúan formando miles de jóvenes artistas y graduándolos en el fenómeno de la educación artística en Cuba, que es único en el mundo, y que sigue haciendo que los cubanos nos sintamos vivos a pesar de toda la situación y de todas las carencias que se nos tratan de imponer por la política de Estados Unidos.

A mí me parece valiosísimo lo que ha dicho Fernando, lo que ha dicho Pedro, lo que ha dicho Javier, porque nos han dado un acercamiento múltiple. Esto se queda en el Facebook y en el YouTube de Cubaperiodistas, también lo compartiremos en La Pupila Insomne, tendremos la transcripción en poco más de una semana, pero creo que por lo menos hemos tratado de dar una arista a contracorriente de lo que ha sido la maquinaria hegemónica sobre este tema, y bueno, los invitamos a vernos el próximo jueves.

Gracias a Fernando, a Pedro, a Javier, que está aquí a mi lado, por acompañarnos, y un abrazo virtual. Gracias a Rosa Miriam, que también está aquí a mi lado ayudándome con la técnica, que hemos tenido que improvisar un poco, pero bueno, creo que hemos logrado salir al aire, y lo más importante, las ideas se han difundido. Un abrazo grande a los tres.

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Redacción Cubaperiodistas
Sitio de la Unión de Periodistas de Cuba

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