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Najdorf es mejor periodista que yo

Excelsior publicó en 1991, discrepando con otro periódico, que… Miguel Najdorf es mejor periodista que yo

Tal y como se los cuento. Y esto no lo he contado nunca porque me da vergüenza… ¡que me hayan comparado con tan ilustre personalidad!

Sucedió de esta manera: acompañé al equipo de ajedrecistas al IV torneo Carlos Torre Repetto in Memoriam, a diputarse en diciembre de 1991 en Mérida, y un diario local publicó que junto con la aplanadora cubana había llegado este redactor, calificándolo como “el mejor periodista de ajedrez de habla hispana”.

Aquello me enrojeció tremendamente, y para colmo al día siguiente leo en el Excelsior una rectificación a esa nota, exponiendo que yo era el segundo, porque el primero era Miguel Najdorf, quien publicaba diariamente en El Clarín. Mi amigo Silvino García tuvo que levantarme el ánimo, porque el rubor me consumía.

Doy a conocer la anécdota para dejar sentado que el más carismático de los ajedrecistas que han existido clasifica en esta serie de periodistas-ajedrecistas. Sostuve una extensa entrevista con él en 1988. Tan extensa, que luego seguí escribiendo y tengo un libro inédito.

-¿Cuándo nació?

-Yo nací dos veces. A los cero años igual que todo el mundo y a los 29, gracias al ajedrez. Nací en Varsovia el 15 de abril de 1910 y cuando estaba en Buenos Aires jugando la Olimpiada de 1939, los nazis invadieron Polonia: toda mi familia, calculada en unas 300 personas, fue a dar a los campos de concentración y no quedó ni un sobreviviente.

-¿Qué lo motivó a batir el récord mundial de simultáneas a la ciega?

-No era vanidad deportiva, era una causa: cuando entra Estados Unidos en la guerra yo no tengo noticias de mi familia y solo sé que están en los campos de concentración. Quiero que mi familia, con la cual no tengo ningún contacto, sepa que el día que salgan, si tienen suerte de salvarse, tendrán una patria nueva, otras posibilidades; en una palabra: la esperanza. Se me ocurre que un récord mundial, llegará a cualquier parte… hasta a los campos de concentración. Me digo: ¿qué puedo hacer? Mi especialidad es el ajedrez. Y juego 40 partidas a ciegas.

-¿Y lo supo su familia?

-Yo tengo entendido que ese récord deportivo llegó al conocimiento de mi familia, porque he visto a algunos que estuvieron en campos de concentración y se han salvado, los cuales vieron a familiares míos y sabían que yo había batido el récord mundial. Si alguno sobreviviera, yo quería darle económicamente todas las facilidades.

-Rivalizó con 11 de los 13 campeones mundiales, desde Capablanca hasta Kasparov. ¿Qué me cuenta él de sus duelos con los monarcas?

-Con Capablanca jugué una sola partida, que fue tablas. Con Aliojin jugué tres veces: hice dos tablas en torneos y le gané la otra… en simultáneas. Con Euwe jugué muchas veces; tengo score muy favorable. Con Botvinnik, me ganó 2-1. Con Smislov, igual. Con Tal… hemos jugado mucho y él me ha superado. Con Petrosian, el score le favorece a él. Con Spasski el tanteo está igualado. Con Fischer, él me ganó tres veces, yo gané una e hicimos cuatro tablas. Con Karpov jugué tres veces: hicimos dos tablas y en la última me propuso dos veces el empate, no acepté… y perdí. Con Kasparov, perdí la única vez que jugamos.

 -¿Cómo aprendió el ajedrez?

-Por casualidad, o más bien por ser un chico bien educado. Fui a visitar a un amigo, hijo de un violinista de la Filarmónica de Varsovia, y su papá, que estaba en cama con gripe, me dice que lo envió a la farmacia, que lo esperara. Como el viejo estaba aburrido en su cama, me pregunta que si sabía jugar al ajedrez; le digo que no, y entonces él ¿Ah, no sabés?, yo te voy a enseñar. Me dio pena decir que no, me acerqué y él me mostró las jugadas; a la semana, ya le daba una torre de ventaja. Yo tenía 14 años.

-¿Cuántas veces fue campeón de Polonia?

Cualquier cantidad.

-¿Y de la Argentina?

Cualquier cantidad.

¿Cuál ha sido su mejor torneo?

-Pueden ser muchos. Quizás el primer torneo en memoria de Capablanca, en 1962, porque tuve mucha fuerza de voluntad: fíjese que comencé perdiendo las dos primeras partidas, la tercera la empaté y antes de la cuarta ronda compré un diario y me fijé en la tabla de posiciones, en la que de 22 jugadores, estaba yo en el último lugar con medio punto. Así que… supe recuperarme ¡y ganar el torneo!

-Al concluir ese torneo usted ofreció unas simultáneas sin ver los tableros. ¿Cómo fue su partida con el Che?

-Luego de 12 movidas le propuse tablas y él me contestó: -Mire maestro, usted no se acuerda, pero en una de las partidas de 15 a ciegas que usted jugó en el hotel Provincial de Mar del Plata en 1949 yo era uno de sus adversarios; yo era un estudiante de Medicina entonces, y usted me ganó fácil, así que yo esta vez quiero desquitarme.

-Entonces… ¿a seguir jugando?

-Seguimos jugando y fue tablas la partida cuando hice la misma propuesta en la jugada 16. Yo me enteré en ese momento, que ya había jugado una vez con el Che Guevara, como mismo Aliojin se enteró por mí, años más tarde del hecho, que yo le había enfrentado en una sesión de simultáneas.

(He aquí el histórico cotejo Najdorf —  Che: 1.e4 e5 2.Cf3 Cc6 3. Ab5 a6 4.Aa4 Cf6 5.0-0 Ae7 6.Te1 b5 7.Ab3 8.c3 d6 9.h3 h6 10.d4 Te8 11.Cbd2 Af8 12.d5 Ce7 13.c4 bxc414.Cxc4 c6 15.dxc6 Cxc6 16.Ae3 Ae6 tablas).

-¿Existió una amistad entre el “che” Najdorf y el Che Guevara?

-El Che y yo hicimos amistad aquí en La Habana. Me invitó a su residencia particular. Le había acabado de nacer un chico y me pidió que le llevara la foto a sus padres. Yo le llevé la foto a sus padres, en la calle Arenales, en Buenos Aires. Supe más tarde, por gente que le conocieron de joven, que el Che frecuentaba mucho el club de ajedrez cuando era estudiante. ¡Qué amante del ajedrez! Tan amante del ajedrez como de la libertad.

-¿Me cuenta cómo estuvo cerca de ser cubano?

-Yo era muy amigo de Capablanca. Cuando empieza la II guerra Mundial estoy jugando la Olimpiada de 1939 y voy a ver a Capablanca. Le digo: Raúl, tengo problemas, porque los alemanes entraron a Varsovia. Yo no puedo volver. ¿Qué hago? Capablanca hizo gestiones para invitarme a vivir en Cuba y que me dieran una página para escribir de ajedrez en el Diario de la Marina. Me quedé en la Argentina, a instancias de Roberto Grau.

 -En Buenos Aires 1939 usted era el segundo tablero de Polonia. ¿Puede hablarme del primero?

-Savielly Tartakower era un hombre de esos pocas veces visto; capaz de escribir en 10 idiomas, pero en cuatro de ellos podía hacerlo en prosa y en versos. Doctor en leyes, destacó más como filósofo y como escritor de temas ajedrecísticos. Vivió entre 1887 y 1956. Nació en Rusia, pasó su niñez en Viena, fue educado en Génova, vivió en Polonia y la representó en cinco Olimpiadas, combatió con el ejército vienés en la I Guerra Mundial y con Francia, como ayudante de Charles De Gaulle, en la II Guerra Mundial.

-¿Era un apasionado del ajedrez?

–Tenía dos pasiones: el ajedrez y las mujeres. Nunca tenía dinero. Era un tipo maravilloso. Le cuento una anécdota. Me encuentro con Tartakower en 1950 y lo invito a comer. Le digo que lo veo poco y él me dice que ha estado algo enfermo, pero que ahora va a jugar en Venecia un torneo, donde también jugaría yo. Dice: -Ahí  me gano el torneo y con ese dinero me hago un chequeo para mejorarme y vivir unos cuantos años más.

-¿Qué pasó en Venecia?

 -Llegamos a Venecia, donde juegan además Euwe, Szabo, Esteban Canal… En la última ronda, yo tengo un punto y medio de ventaja y me toca jugar con Tartakower. Antes de la partida se me acerca Euwe y me dice: -Miguel, usted va a jugar como debe jugar. A Euwe no le convenía una derrota mía. Ya en la partida, le propongo tablas a Tartakower y él no acepta. Le gano y él sale sexto y solo recibe un pequeño premio.

-¿Concluye la anécdota?

-Ahora empieza. Al día siguiente en la mañana me encuentro con él en un café y le digo: -Doctor, usted es muy popular en la Argentina. ¿Por qué no me escribe dos o tres notas? Yo le pago y así tiene dinero usted. –No, no, no… ya me las voy a arreglar.

 “Al mediodía me tocan la puerta de la habitación. Era Tartakower. –Ya que ha sido tan gentil y como usted es buen comerciante, le voy a ofrecer un buen negocio, aunque sé que usted me va a estafar.

“Exclamo: ¡¿Cómo?!  Y él agrega: –Usted sabe que yo jugué un torneo en Budapest y gané el primer premio. Allí me dieron una cigarrera. Yo se la vendo.

Doctor, yo no fumo. –Yo sé que usted no fuma, pero todos los caballeros deben tener una cigarrera, para cuando viene una dama ofrecerle un cigarro.

“-Dígame, doctor: ¿cuánto vale? –Usted es un buen comerciante. Ponga el precio.

“Tranquilamente le dije: -Cuatrocientos dólares. -¡Ya sabía que usted me iba a estafar! Acepto”.

-Luego de la excelente anécdota continúo con mis preguntas. ¿Quién a su juicio es o ha sido el mejor jugador del mundo en ajedrez rápido?

-Fischer es extraordinario. Fischer es quien más me impresionó jugando rápid-transit. Sé que Capablanca era invencible, pero nunca jugué con él partidas rápidas.

 -Suele jugarse a cinco minutos, pero para jugar con usted, impone su regla y tiene que ser a siete minutos. ¿Cuál es el secreto de esa especialidad?

-Es que a mí me gusta jugar al ajedrez. A siete minutos es más ciencia. Además de que los jóvenes manejan con sus manitos muy bien las piezas y el reloj. Esos dos minutos son para contrarrestar la ventaja de las ágiles manos de mis oponentes.

 -¿Cómo le ha ido con los campeones mundiales a siete minutos?

-Tengo score favorable con Tal, con Petrosian… con Fischer no importa el tiempo que usted escoja. Es increíble en el juego rápido.

-¿Miguel está satisfecho con Najdorf?

-Estoy orgulloso del ajedrez. Cuando era muchacho mi madre me quemaba los juegos, pensando que eso me iba a perjudicar en los estudios. Quería que yo fuera médico. Me recibí como profesor de Matemáticas.

-¿Sabe cómo se gana una partida?

-Generalmente para ganar en el ajedrez hay que jugar bien, pero a veces se puede ganar jugando mal, ¡si el otro juega peor!

-¿Hasta cuándo va a estar jugando al ajedrez?

-Hasta el día que me vaya.

El viernes 4 de julio de 1997 falleció en el hospital clínico universitario de Málaga, a causa de un edema pulmonar con complicaciones renales. Contaba 87 años repletos de historia. Su cadáver fue trasladado en avión a Madrid y luego a Buenos Aires, donde fue velado en el Club Argentino de Ajedrez.

La inmortal de Najdorf

(Comentarios del GM Reinaldo Vera)

Blancas: Glucksberg -Negras: Najdorf

Defensa Holandesa

 13…Ag1!!

Con este sacrificio de alfil las negras obligan al Rey blanco a avanzar hacia el centro del tablero, donde será ajusticiado con fuegos artificiales.

 14.Cxg1

Era mejor, aunque no salvaba la partida, evitar el jaque en h2 con 14.Cf3 Axe3 y las negras quedaban con dos peones de más y mejor posición.

 14…Dh2+ 15.Rf3 e5!

Con la amenaza…e4+

 16.dxe5

16.e4 dxe4+ 17.Axe4 fxe4+ 18.Rxe4 (18.Cxe4 Dh1+ 19.Re2 Dxe4+–+; 18.Rxg4 Cf6#) 18…Cc5+! 19.dxc5 Af5+ 20.Rf3 e4+ 21.Cxe4 Dh1+ 22.Re2 Dxe4+ 23.Rd2 De3++

 16…Cdxe5+!

Las negras no escatiman material con el objetivo de continuar la extracción del monarca rival.

17.fxe5 Cxe5+ 18.Rf4 Cg6+ 19.Rf3 f4!

Amenazando 20.e5++

20.exf4 Ag4+! 21.Rxg4

21.Re3 Axd1–+]

21…Ce5+

La última pieza menor del negro se inmola para construir una bella posición de mate.

22.fxe5 h5++

Y finalmente, un poco valorado soldado negro es quien ajusticia al desdichado monarca blanco. (0–1).

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Jesús G. Bayolo
Es periodista e historiador del ajedrez, toda una autoridad del tema en Cuba.

2 thoughts on “Najdorf es mejor periodista que yo

  1. Bayolo muy interesante las biografias de los periodistas ajedrecistas. Soy un periodista jubilado que participe en el primer torneo HNos Saíz . Siempre he querido escribir la historia de los mismo y tal vez usted pudiera ayudarme.
    Atentamente Francisco Valdes Alonso

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