COVID-19

COVID-19: Las zonas en conflicto ante un panorama “sombrío y deprimente”

La pandemia de la COVID-19 está empeorando la situación humanitaria en las zonas de conflicto en el mundo y amenaza con desatar la devastación económica que intensificará los actos de violencia, advierten a la agencia AFP, diplomáticos y expertos de la Organización de Naciones Unidas (ONU).

Los funcionarios consideran que la enfermedad obstaculiza los programas de ayuda que los países desarrollados destinaban a las naciones damnificadas por la guerra con “economías frágiles”, pues ahora esos fondos son dirigidos al enfrentamiento interno contra el SARS-CoV-2.

“Existe un alto nivel de preocupación de que su impacto económico provocará más desorden, más conflicto”, expresó el experto de la ONU, Richard Gowan, quien aseguró que el mundo todavía está realmente en el acto de apertura de un “drama bastante largo”.

A pesar de que en marzo pasado, el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, abogó por un alto al fuego global, su llamado no ha sido escuchado, y perduran los conflictos armados en zonas críticas como Yemen, Libia y Siria.

Las restricciones impuestas como alternativa para evitar la propagación del virus-destaca AFP-han imposibilitado el arribo de tropas de mantenimiento de la paz y agencias no gubernamentales que ofrecen ayuda humanitaria y median entre las partes beligerantes.

Según declaraciones de los diplomáticos, en Yemen, donde decenas de miles de civiles han muerto desde 2015 en lo que la ONU describe como la peor crisis humanitaria del mundo, “la lucha se intensifica y el país está en caída libre”.

El jefe de ayuda del organismo internacional, Mark Lowcock, dijo la semana pasada que la hambruna está nuevamente en el horizonte de esa nación africana y afirmó que la pandemia redujo drásticamente las remesas hasta en un 70 por ciento, las cuales han sido durante mucho tiempo “las salvavidas” del país.

Asimismo, citó una encuesta reciente que informaba sobre la pérdida experimentada por la mitad de las familias yemeníes de al menos el 50 por ciento de sus ingresos desde abril.

Lowcock aseguró que Siria y Libia también se encuentran en una situación similar, con una economía severamente afectada por años de conflicto bélico.

Por otra parte, los expertos se refirieron con gran preocupación al Líbano, actualmente sumido en su peor crisis económica desde la guerra civil de 1975-1990, con “una inflación desbocada y controles del capital bancario que aumentan la pobreza, la desesperación y las protestas en las calles”.

Es un panorama bastante sombrío y deprimente en todos los ámbitos-concluyó un diplomático de la ONU citado por AFP-y las consecuencias económicas van a exacerbar el conflicto en esos países.

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