COVID-19

Investigadores proponen invertir en la prevención de futuras pandemias

Expertos aseguran que una inversión anual del dos por ciento del impacto económico ocasionado por la COVID-19 —unos 2,6 billones de dólares—, bastaría para prevenir otra pandemia semejante.

De acuerdo con un reporte de Rusia Today, basado en un artículo publicado este 24 de julio en la revista Science, los investigadores abogan por ampliar el seguimiento del comercio internacional de vida silvestre. Y también reclaman la necesidad de tener información vital sobre los patógenos virales que circulan en los posibles alimentos y distintas especies de mascotas.

En este sentido, proponen utilizar grupos de monitoreo de este tipo de comercio a nivel regional y nacional que estén integrados en organizaciones internacionales dedicadas a la salud animal.

Así será posible —subraya RT— que no solo se garantice una mayor protección de muchas especies amenazadas por el tráfico ilegal, sino además, crear una biblioteca de muestras genéticas, un potencial para la identificación de patógenos emergentes.

“Ello permitiría elaborar un registro genético de virus que serviría para identificar más rápidamente el origen y la ubicación de futuros patógenos, desarrollar las pruebas necesarias para monitorear futuros brotes y acelerar el desarrollo de futuras vacunas”.

La inversión —explicó Stuart Pimm, miembro de la Universidad de Duke y coautor del estudio— bien podría ser la mejor póliza de seguro para la salud humana y la economía global en el futuro.

Amy Ando, profesora de Economía agrícola y de consumo en la Universidad de Illinois-Urbana Champaign, coautora del estudio, indicó que el impacto de la pandemia puede ascender a 15 billones de dólares y dejar a millones de personas sin trabajo y viviendo en confinamiento.

Por su parte, Peter Daszak, epidemiólogo del Ecohealth Alliance, en Nueva York, comparó el ritmo de emergencia de agentes patógenos con el de nuevos presidentes, congresistas, senadores y primeros ministros.

En resumen, los expertos argumentan que el presupuesto que proponen para prevenir futuros brotes equivale a entre el 1 y el 2 por ciento del gasto militar anual de los diez países más ricos del mundo.

Si consideramos —concluyó Andrew Dobson, profesor de Ecología y Biología Evolutiva en la Universidad de Princeton y coautor del artículo — que la batalla continua con patógenos emergentes como el SARS-CoV-2 es una guerra que todos tenemos que librar, entonces la inversión en prevención parece tener un valor excepcional.

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