COVID-19

El periódico de Cienfuegos, los 40 y el coronavirus

Tay Beatriz Toscano Jerez

Cuando hacia finales de 2019 proyectábamos cómo celebrar las cuatro décadas del “5”, no nos pasó por la mente que una buena parte del período que enmarcaría la jornada estaríamos bajo los designios de un virus tan microscópico como letal y que mantiene en vilo a la humanidad toda.

Se impuso, entonces, la implementación de variantes para mantener la vitalidad del quehacer periodístico del Semanario cienfueguero (impreso) y la actualización diaria de su versión digital.

¿Cómo ha sido? ¿Qué experiencias deja?

Corresponde a Mercedes Caro Nodarse, Mercy, para todos sus compañeros y muchas personas más, nuestra directora, compartir con todos cuanto hemos hecho en esta etapa de pandemia.

Tuvimos que construir otra vez nuestros procesos productivos desde la distancia, por la vía del teletrabajo, considerando las posibilidades tecnológicas de cada uno de los profesionales que laboran en este medio; reordenar las redacciones así como los flujos productivos.

“Revisamos con mucho cuidado nuestros planes para las distintas contingencias, y te aseguro que hasta ahora ninguno preveía una situación como la actual”.

Valga apuntar que desde julio del pasado año se comenzó a aplicar la modalidad del teletrabajo, debido a la contingencia energética, y ello llevó a repensar, incluso, el Convenio Colectivo de Trabajo, pero…

“Ahora adecuamos algunas de las medidas, pues se trataba de la salud de los trabajadores, desde los custodios, la recepcionista, el personal administrativo en general, hasta los diseñadores gráficos, las correctoras, los periodistas y fotógrafos; porque todos son importantes en un periódico”.

Pero hay mucho más, porque en el deber de informar al pueblo, se superan todos los obstáculos para cumplir el cometido, asegura la directora de nuestro periódico: “El sitio web asume el mayor protagonismo, mantenemos la cobertura diaria de la conferencia de prensa que ofrecen los especialistas de la Dirección Provincial de Salud sobre la Covid-19 y la situación del territorio; empleamos la gráfica (caricaturas e infografías) para enviar mensajes de bien público que ayuden a la prevención de la enfermedad, que muevan la conciencia ciudadana. Atendemos también temas como la producción de alimentos, el combate a las ilegalidades y al delito, y por supuesto, incorporamos videos, audios, galerías de fotos…

“Como práctica común hicimos un mayor uso de la información que aparece en Internet y la ordenamos y jerarquizamos para llevarle un producto veraz y más acabado a los lectores; revisamos y contrastamos aún más los elementos brindados por las fuentes oficiales de información, y aprendimos a documentarnos mejor, a profundizar en los temas, a estudiar…

“De igual manera para la realización del impreso tuvimos que reacondicionar los horarios; ahora los diseñadores y correctoras solo acuden al periódico los miércoles, y el equipo de cierre lo hace el jueves. Mantenemos la permanencia del personal mínimo en la sede del semanario”.

En modo alguno estas nuevas circunstancias son sinónimo de comodidad o inmovilismo: “se trabaja contra reloj, porque hay un público exigente, que requiere de la información; se debate a través de llamadas de móvil, videollamadas, mensajes SMS, con el propósito de preservar la pulcritud de la palabra y las noticias.

“Hacemos un periodismo donde leemos más las respuestas que llegan de los cuestionarios enviados por Messenger, WhatsApp, correos electrónicos, donde predominan las nuevas tecnologías de la comunicación y nos obliga a emplear la multimedialidad, a ser más creativos”.

Pero la realidad que ha impuesto el nuevo coronavirus, sin dudas, también impacta en lo afectivo, porque hacia el interior de una redacción periodística se llega a formar una familia, con sus buenos y malos momentos como la que más. Eso lo sabe muy bien Mercy:

Cuando traspaso las puertas de la redacción y noto el silencio, resulta verdaderamente abrumador. Subimos las escaleras que conducen a la sala de prensa y los asientos están vacíos, las computadoras apagadas. Nos falta la risa, el debate que se produce en la redacción, la consulta de algún trabajo, ese ajetreo constante que caracteriza los espacios de un periódico.

“A los escollos intrínsecos a la profesión, ahora se suma el distanciamiento social y laboral, lo cual trae consigo, además, la carga psicológica de la enfermedad y el miedo al contagio y a contagiar.

“Pero nada ha impedido que logremos mantener a nuestros públicos informados, contarles las historias de vida de quienes asumen la responsabilidad de curar en otras partes del mundo y dentro de esta isla maravillosa que se ha crecido ante la pandemia. Explicarles las medidas a aplicar por el Consejo de Defensa Provincial y su importancia para detener el contagio, la protección individual, los útiles consejos.

“Y si ello ha sido posible es gracias a las competencias profesionales de nuestros reporteros, a su amor por esta profesión, al compromiso con los lectores, muchos de ellos fieles seguidores del sitio web y del impreso, pero sobre todo, al sentido de pertenencia que sentimos todos por este periódico”.

A estas alturas de mi comunicación con Mercedes Caro Nodarse, es imposible no recordar su condición de fundadora del periódico 5 de Septiembre; ese que siente como hijo propio: “Siempre que hablo de mis trabajadores, porque así los siento, míos, como mi familia, la más grande que poseo, incrementada en estos 40 años de labor, reconozco su esfuerzo, la entrega, la convicción, la profesionalidad, el talento y la humanidad que les embarga, todo ello forma parte de una misma receta”.

Y esa constante preocupación la llevó a gestionar, hasta conseguirlo, acciones concretas de preservación de la salud de su colectivo.

“Logramos que se les realizara a nueve trabajadores el test rápido, para asegurar la salud de quienes están ahora mismo en la primera línea, porque no podemos olvidar que además del teletrabajo tenemos que seguir haciendo calle, ir al terreno, garantizando toda la información que emana de esta etapa matizada por la excepcionalidad. Por otro lado, aquellos que poseen enfermedades de base, crónicas, están obligados a permanecer en sus hogares”.

Así trascurre la dinámica del “5″, un periódico a las puertas de sus cuatro décadas de existencia al servicio del pueblo perlasureño; ese que confía en que en cada página de los viernes aparecerán materiales de su total interés, como interesantes devienen las propuestas en la versión digital.

Es cierto, no imaginábamos vivir una experiencia que aún no termina, pero que nos deja saldos enriquecedores en el ejercicio de la profesión.

(Tomado del periódico 5 de Septiembre)

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