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Cuba, diseño y comunicación para informar y contextualizar

Dominio Cuba es un colectivo interdisciplinario de periodistas, diseñadores, programadores y community managers que busca visibilizar las acciones internacionales de la isla, un país bloqueado por el imperialismo, pero a la vez inmensamente solidario con todo el mundo.

Kalia León, integrante de Dominio Cuba, relata en esta entrevista los orígenes del proyecto, sus objetivos y los vínculos tanto con la sociedad cubana como a nivel internacional.

– ¿Dónde y cuándo nace el proyecto de Dominio Cuba? ¿Quiénes lo componen?

– Nació primero como una necesidad del periodismo en Cuba de tener una representación de algunas actividades que hacíamos en el extranjero y que no quedaban plasmadas en el internet por no tener una experiencia de cómo generar prácticas eficientes: con buen alcance, con impacto visual.

Se tergiversaba la opinión sobre Cuba, sólo se posicionaban los hechos que los medios de derecha quisieran resaltar, bajo un matiz distorsionado y en extremo polarizado. La prensa cubana no lograba abarcar la magnitud de las cosas que se habían logrado. Se juntó a una serie de especialistas de disciplinas diferentes ligadas a la comunicación e hicimos una pequeña cobertura para la Cumbre de las Américas que se desarrolló en Lima, Perú, en 2018. Y ahí comenzó todo.

Desde ese momento se generaron una serie de dinámicas de producción interdisciplinarias que lograron tener una representatividad en las redes sociales, a partir de ahí empezamos a desarrollar otros proyectos parecidos que mostraran la actividad de Cuba desde las Relaciones Exteriores.

Crédito: @dominiocuba

El presidente Miguel Díaz-Canel a muy poco tiempo de haber empezado su mandato viajó a Estados Unidos, a la ONU. Había un imaginario muy fuerte en Nueva York, desde el momento en que Fidel, en 1959, había visitado la ciudad y en el barrio de Harlem había conversado con el pueblo. Queríamos que tuviera la misma importancia la visita del jefe de Estado actual, mostrar cómo era el vínculo de ese pueblo con el pueblo cubano.

Logramos tener una cobertura muy amplia y muy bonita de cómo el presidente fué a una de las iglesias más importantes de Harlem y se reunió con el colectivo de ahí, también con la solidaridad del pueblo norteamericano con Cuba. Fué muy importante, porque la prensa norteamericana no cubrió el evento, no le dió ninguna visibilidad, como si no pasara, como si no estuviera sucediendo eso. Logramos llegar incluso a un público norteamericano, que la gente del pueblo viera que eso estaba sucediendo.

– ¿Cuáles son sus objetivos?

– El objetivo es llegar a un público joven que está necesitando tener información desde sus nuevos códigos, que ya no son la prensa escrita, ni la televisión sino que han movido toda la atención hacia las redes sociales, hacia un consumo también más dinámico de la información, donde se dedica muy poco tiempo a leer, a entender o analizar las noticias.

Tenemos la necesidad de estar en internet y mostrarle a esos jóvenes cubanos que ya están ahí, que hay un contexto cubano que se sigue construyendo, hay un proceso revolucionario que se sigue enriqueciendo. Quitar la visión de obsolescencia de la Revolución, quitar la idea de que es algo viejo o gastado que no logra renovarse. Hacer precisamente que la juventud, los adolescentes, encuentren en sus medios más afines, la verdad, los contenidos que más tienen que ver con ellos, en contra de la hegemonía de la información, que aprendan a identificar como hay muchas mentiras, como las fake news están construidas en función de que el público cubano se desinforme, o se termine manipulando el pensamiento político.

Crédito: @dominiocuba

Entonces, tenemos dos tareas principales, le podemos llamar alfabetización sobre internet para que la gente aprenda a estar en internet, a tener una salud cibernética. Que entienda la seguridad informática, los derechos y los deberes del ciudadano digital, para comprender los contenidos que consumen y los contenidos que producen también.

La segunda tarea es lograr que la política sea atractiva para los jóvenes, que la política no sea un pensamiento que niegan, que se queda simplemente en el ámbito de gobierno sino, que sea precisamente una filosofía de la juventud, de cómo puede construir la Revolución desde sus propios códigos.

– ¿Cuál es la situación con internet?

– Una de las críticas de la opinión norteamericana sobre Cuba es que se ha tardado mucho en entrar en internet. Creaba la idea de que el gobierno impedía al pueblo estar en internet para negarles el acceso libre a la información, mientras que precisamente el imperialismo, el gobierno norteamericano, hace muchos años estaba poniendo trabas para que Cuba se conectara a los cables de fibra óptica que la rodean.

Tuvimos que realizar muchos esfuerzos para lograr tener una conectividad normal, y fué muy lento el proceso, hace muy poco tiempo que estamos en las redes sociales e internet. Hace sólo un año y unos meses que se puede comprar un servicio de datos móviles para estar conectados desde los celulares.

Si bien antes había acceso desde los centros de trabajo, en las escuelas, se había puesto internet en esos casos, pero no había una infraestructura que lograra que toda la población estuviera conectada. Gracias a la ayuda de otros pueblos logramos viabilizar esa infraestructura técnica que necesitábamos. Esto precisamente hizo que la población llegara con mucho atraso, en comparación con el resto del mundo.

Crédito: @dominiocuba

Eso fue lo que creó la necesidad de que la gente aprendiera a estar en internet en poco tiempo, que entendieran que los modos de informar, o los modos de producir información eran diferentes a lo que conocíamos hasta ahora, a lo que la tv o la prensa nos había enseñado hasta ahora, tanto a realizadores como a consumidores.

– ¿Cuál es la importancia del trabajo con el pueblo? ¿Cómo se involucran con las comunidades?

– Dominio Cuba tuvo una variante muy interesante, que fué hacer llegar a la televisión estas mismas ideas, no sólo quedarnos en internet porque ahí si bien hay un público que va creciendo, hay un público que aún no llega y que debe ir preparándose para ese momento. Entonces, mediante códigos más televisivos tratamos de dar las mismas ideas, los mismos contenidos, pero moviéndonos a otro espacio. Y eso hizo que se democratizara mucho más la información y que fuera un poco más amplio el alcance.

Logramos que mucha gente del pueblo se sumara a las redes sociales y apoyara nuestro trabajo, conociera la información y la divulgara también. Eso hizo que nos acercáramos más a la comunidad.

Crédito: @dominiocuba

En una de estas labores de alfabetización, la Unión de Periodistas de Cuba decide ir a las provincias para dar pequeños talleres sobre estética de redes sociales y producción de video blogs, de contenido audiovisual ya fuera para Youtube, para Facebook, para Instagram. De este modo llegamos a los profesionales que tienen una formación específica sobre periodismo o sobre comunicación, pero que carecen de estos códigos, de estas estéticas de internet. Entonces luego tienen una repercusión en su territorio, ya sea en sus municipios, en los telecentros locales, en las corresponsalías de prensa de las localidades más intrincadas incluso. Y eso a largo plazo termina repercutiendo también cómo se va a producir el contenido en los lugares más apartados y cómo se va a aprender a consumir el contenido también.

– ¿Cómo contribuye al internacionalismo?

Dominio Cuba en alianza con Mueve América Latina se ha juntado en un esfuerzo por visibilizar sucesos que trascienden las fronteras de Cuba. Sucesos que preocupan o atañen a la región latinoamericana específicamente. Y hemos logrado mostrar lo que pasa en cuestiones de política y de comunicación digital en países como Bolivia Venezuela, Brasil, Colombia.

Hemos sido parte de un equipo que logra visibilizar grandes investigaciones que se están llevando a cabo sobre como la big data o la inteligencia digital, puesta en función de la política, ha ido minando el pensamiento político, cómo ha generado posicionamiento de pensamientos que incluso niegan golpes de Estado, que niegan enfrentamientos obvios entre el imperialismo y Latinoamérica.

Ser voceros de esa información es fundamental, porque no sólo se lo hacemos llegar a nuestro pueblo sino que también logramos que la gente en Latinoamérica entienda que hay una gran amenaza y un nuevo escenario de guerra mediática que nos incumbe a todos y es un problema regional, e incluso mundial, de todos nuestros países del tercer mundo, de todos los países que viven bajo la amenaza de la ciberguerra, generada desde Estados Unidos.

Aimé Olivera Caniumir, Federico González y Silvana Broggi

(Tomado de notasperiodismopopular.com.ar)

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