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Daily Sánchez Lemus: saber aprender, escuchar y dialogar

Con el colectivo del Canal de los Deportes en Cuba
Con el colectivo del Canal de los Deportes en Cuba, Daily, la primera de izquierda a derecha, en primera fila

Voy a empezar esta entrevista por la pregunta final que le realicé a Daily Sánchez Lemus: “Lo que desees decir y no te he preguntado”. Su respuesta habla mejor de ella que lo que yo pudiera hilvanar para presentarla: “En mi vida tengo a muchas personas que agradecer: desde el director de mi secundaria, Héctor Antolín- ya fallecido- , mi maestra Pastora que me enseñó a leer, mis maestros de historia. Tanta familia querida y aguerrida que me hizo como soy-con virtudes y defectos- mis padres, abuelos, mi gente de Pinar y de Guantánamo, todos. Mi amigo del alma César Gómez Chacón, tutor de mi tesis y hermano, la maestra Miriam Rodríguez, el decano Julio García Luis y Guillermo, El Genio. A Guillermo Cabrera Álvarez lo llevo siempre como consejero, como guía, con él aprendí a valorar muchas cosas de la mejor manera, a ser algo flexible en mi habitual verticalidad –menos en asuntos de principios, claro- y a querer mucho la Sierra. Todas las personas que han pasado por mi vida han hecho de mí lo que soy y con ellas tengo un compromiso eterno de seguir haciendo cosas por mi país, de que la Historia siga siendo feliz en el pueblo de Fidel, y que también nuestros campeones sigan saliendo de todos los rincones de Cuba, como parte de la esencia del movimiento deportivo cubano.”.

Esta mujer agradecida (y noble) es la subdirectora del Canal Telerebelde, la eficaz comentarista deportiva de los noticieros y la mesa redonda, y la amorosa madre de Felipe Ramón:

-¿Hay periodistas en tu familia o entre los amigos de tus padres? ¿Por qué esa elección?

-La verdad es que en mi familia no hay periodistas, y en realidad la elección de esa carrera tuvo más que ver con mi amor por el deporte. Era una pasión de esas que nacen con una y que mi abuelo Ramón ayudó a crecer. Desde pequeña me gustaba muchísimo y cuando veía los trabajos en la televisión de Julita Osendi, pues me daba mucha emoción. En realidad no fue hasta el preuniversitario que me hice la pregunta a mí misma de qué quería estudiar, y tomé la decisión teniendo en cuenta de que quería trabajar en algo que tuviera mucha actividad, a lo que pudiera dedicarme con mucha pasión, y ahí fue entonces que vi el camino del periodismo deportivo. Siempre me gustó escribir, y la historia también es de las cosas que más disfruto. Estaba entre mis opciones, pero finalmente estudié periodismo. Aunque fíjese si el tema de la historia es serio para mí, que me gradué en el año 2006 con una tesis sobre Raúl Gómez García, poeta y periodista de la Generación del Centenario. Esa tesis estuvo a punto de cambiar mi decisión, incluso mi solicitud de ubicación para la televisión, porque en realidad son dos pasiones que comparto: el deporte y la historia. Y trato de hacer ambas a la vez. Hay profesores de la secundaria que me ven y dicen que aún no me asocian con esta labor, que creyeron que sería profesora de historia. Pero el periodismo llegó, ya le digo, por el camino familiar de amar y conocer el deporte, sobre todo la pelota y el boxeo, y luego por la necesidad de estar siempre haciendo algo nuevo.

Daily (ext. izq) y sus colegas
Daily (ext. izq) y sus colegas

-Fuiste directo a la tv ¿te gustaba o te tocó?

-Siempre que pensé hacer periodismo deportivo lo pensé en la televisión. Nunca lo pensé en otro medio, aunque lógicamente durante la carrera pasé por todos y me gustó muchísimo la radio. Es una escuela que te da bases fundamentales para luego llegar a la televisión. En ese caso, me refiero a la COCO, donde conocí a amigos que me ayudaron mucho, entre ellos Renier González, que “carga” conmigo desde que estoy en segundo año de la carrera… ayudándome, aconsejándome y halándome las orejas. Pero yo quería hacer televisión. Durante la carrera, en el Canal Habana también tuve puertas abiertas, en la Jugada Perfecta. Allí hice las primeras cosas en televisión con más independencia, las primeras coberturas yo sola, y eso se lo agradezco muchísimo a Héctor Villar. Fue un tiempo muy importante también, porque pude estar en el terreno del juego de pelota que inauguró el 28 de enero de 2006 el Canal Habana. Luego de ese día, me dediqué por completo a la tesis y estuve fuera de las prácticas hasta que me gradué. Había que ponerse para la tesis. Pero seguía con el sueño de la televisión. El ejemplo, le repito, era Julita, la única mujer que veía en un mundo lleno de hombres y eso me causaba admiración, además de las emociones que siempre imprimía sus trabajos, a sus documentales. Por eso solicité televisión cuando finalizaba la carrera y me fue otorgada, además de que ya yo tenía vínculos con la Redacción Deportiva desde que hice mis primeras prácticas allí. Pero llegué en primera instancia a la Revista Buenos Días, del Sistema Informativo de la TVC. Allí pasé mi servicio social poco más de dos años. Fue muy fuerte trabajar de lunes a sábado durante la madrugada, aunque luego me acostumbré y aprendí “a aprender”….cosa que a veces cuesta trabajo. Estar en la redacción es muy útil y se aprende el ABC del lenguaje televisivo, porque además había que escribir de cualquier tema. En un inicio yo me sentía rara, no comprendía el valor de esos tiempos, hasta que me di cuenta. Y lo cierto es que valoré mucho el tiempo de la Revista cuando salí de allí. Ahí fue cuando me di cuenta de lo importante que era ese tiempo en mi vida profesional y personal. Además de que tuve la posibilidad allí de hacer mis primeras secciones de deporte, eran semanales. Recuerdo mucho al profe Dimas en aquellas madrugadas, aunque era de la Redacción Internacional, aprendíamos muchísimo con él. Era un colectivo muy feliz, unido.

– Desde cuándo amas el deporte?¿Cuál disfrutas más?

-Desde la infancia. Es un asunto de familia, mi abuelo Ramón y también mi abuela  y hasta mi bisabuela veían mucha pelota. Y mi abuela la sigue viendo. Es mi compañera de pelota ahora que el viejo no está. Les gusta…y me trasmitieron eso a mí. La pelota es el que amo ,y el boxeo me gusta, nunca he entendido bien por qué, aunque supongo tiene que ver con la generación de boxeadores que vi, y con los resultados de la escuela cubana de boxeo. Me gustan los deportes de combate: el judo, el taekwondo, pero disfruto mucho el voleibol, en fin, una aprende de muchas cosas, a quererlos todos, y también a darse cuenta de que hay que estudiar todos los días de la historia, de reglas y de figuras que aparecen. Hay que estudiar constantemente. No solamente dar seguimiento al evento o salir  “bonita” en cámara… hay que prepararse porque el público cubano cada día sabe más y no es solo el hecho de que evalúe con rigor, es que esa es nuestra razón de ser y es una responsabilidad que tenemos de hacer el trabajo como lo merece.

– ¿Por qué y cómo fuiste a dar a la redacción deportiva? ¿Acaso tu presencia en ese coto casi masculino le abrió las puertas a otras colegas?

-Cuando terminé el Servicio Social pasé a la Redacción Deportiva, que era el lugar que me gustaba. Durante los años de la Revista Buenos días, cuando se acababa  las 8 y 30 de la mañana, yo me quedaba allí para ayudar en lo que hiciera falta. Me pasaba el día en la Redacción Deportiva. A veces no tenía mucho que hacer, pero yo quería verlo todo, hacer lo que hiciera falta, ayudar, era el lugar donde quería estar y me sentía bien, y por eso no me importaba ir a casa a dormir. Me quedaba allí, en el deporte. Por eso pasé para allí cuando terminé el Servicio Social. Y trabajé con más fuerza durante los Juegos Olímpicos de Beijing 2008, que fue cuando empecé a hacer NND, o espacios de noticias. Ya en la COCO había hecho noticieros y reportado para algunos programas. Evyan Guerra me ayudaba igual. Pero la tv, de frente a la cámara, en vivo, fue a finales de 2007 y 2008. Luego seguí trabajando hasta que salí de licencia de maternidad en 2009. Algunos me dijeron que era un momento en el que comenzaba mi carrera y que quizás hacer una pausa tan grande no era apropiada en ese momento. Pero yo quería ser madre, y decidí serlo. Fue la mejor decisión de mi vida. Cuando regresé, volví a la carga, como se dice, y ahora con la suerte de un niño precioso. Ser madre es lo mejor del mundo. La tarea fue compartir la responsabilidad y pienso que si no lo he logrado, al menos lo he intentado con mucho amor.

-¿Cuántas muchachas trabajan hoy el tema deporte? ¿Por qué ninguna fue a Río de Janeiro?

-No creo que mi presencia haya abierto puerta alguna, aunque no es menos ciento que nos ayudamos mucho. Pero el hecho de que haya mujeres en el periodismo deportivo es el resultado de la lucha de la mujer cubana por ocupar espacios. Y en ello, la responsabilidad feliz es de Julita, que abrió el camino. Y siempre hemos sido bien recibidas. No puedo decir que hayamos sufrido machismo feroz, porque no es verdad.  Siempre existen incidentes, pero eso es normal. Poco a poco se demuestra con el trabajo lo que eres capaz de hacer y ya hoy día, la evaluación va hacia la calidad de tu trabajo y no si eres mujer  o si eres hombre. Somos muchas. En Tele Rebelde están Arelia Beitra, Niurka Talancón, Yisel Filiú, Karlienys Calzadilla, Diana González, Yuliet Calaña, Angélica Arce, Brita García y Glenda Torres. Y vendrán más. En radio y prensa escrita hay muchas y muy talentosas. La maestra Elsa Ramos, de Sancti Spíritus; Darilys Reyes, de Cienfuegos; Mayli Estévez, de Villa Clara, Julieta García, en Juventud Rebelde, Kiara en la COCO… mencionarlas a todas es muy complicado, pero lo cierto es que en las redacciones deportivas ya no es algo “raro” la presencia femenina, es habitual y eso es muy bueno.

La selección a una cobertura internacional no se hace por género, en realidad, hay muchos colegas que podían hacer ido. Fue Aurelio Prieto porque es un excelente compañero, trabajador y como los juegos Olímpicos demandan además de experiencia en otro tipo de eventos, esa fue la decisión. ¿Qué hay que empezar algún día? Eso está clarísimo. Yo tuve la posibilidad de ir a Veracruz, a los Juegos Centroamericanos, y es cierto que ir a unos Juegos múltiples demanda experiencia y oficio. Las muchachas saben hacer muy bien su trabajo, cada vez tienen más oficio y conocimiento de sus deportes, saben editar; es decir, dominan la técnica de la televisión digital, y ello las presenta como muy buenas candidatas a cualquier cobertura, que créame, llegará en poco tiempo. De hecho, ellas lo han podido hacer pero en coberturas con sus deportes específicos y este nuevo ciclo olímpico será la oportunidad para que haya representación masculina y femenina en juegos múltiples o cualquier evento deportivo de importancia. Esto lo hablo en el caso de la televisión. En los Paralímpicos, por ejemplo, por la radio fue Elsa, un reconocimiento además merecidísimo a su trayectoria laboral. Porque vale decir que en muchos casos vivir fuera de La Habana impide que otros talentosos colegas del deporte puedan hacer este tipo de coberturas. Y el impedimento va por los mecanismos de selección, por nosotros mismos, pues aunque para esos asuntos se tome en cuenta casi siempre los medios nacionales, hay que reconocer que muchos colegas de medios provinciales son multipremiados en concursos y tienen la capacidad necesaria para representar a nuestro  país en una cobertura deportiva.  Y sí, algunos lo han logrado, pero han sido escasas las ocasiones. La experiencia de Elsa este año, representando a la radio cubana en los Paralímpicos de Río, pienso que también es el camino.

-¿Te resulta fácil, en tanto subdirectora de Telerebelde, dirigir a colegas que llevan muchos años cubriendo el deporte?

-Conducir un grupo de personas, o al menos encabezar un grupo en el camino de lo que queremos lograr, siempre es complejo por cuanto estos no son los mismos grupos del pre o la secundaria, cuando se comparten muchos más intereses de la edad. Aquí hay diferentes especialidades, colegas de mucha experiencia, personas que fueron mis maestros y a los cuales agradezco y respeto mucho. Siempre es complejo. La televisión depende del trabajo en equipo, y lograr que todos estemos en la misma dirección es el primer paso. El tema de ser joven y dirigir se plantea entonces como un reto, pero un reto feliz porque me gusta hacer cosas, me gusta ayudar y que ver cómo una idea puede volverse segura realidad y echar a andar con pasos firmes. Ahora bien, tienes que saber aprender, eso es muy importante, escuchar y dialogar. Apuesto a la sinceridad del diálogo y las buenas intenciones. No siempre puede que tome la mejor decisión, pero para eso están mis colegas de más experiencia, para ayudarme, para hacer el camino. Y lo más importante es que el objetivo común de todos es que el canal salga adelante. Y en ese sentido vamos todos.

– ¿Qué te falta por hacer?

-Me falta un mundo: aprender, aprender más de deportes, seguir investigando de historia (cosa que hago como parte de mi trabajo, como algo que no puedo dejar de hacer porque me siento mal cuando no lo hago), ser la mejor madre para Felipe Ramón…siempre me va a faltar mucho por hacer. Y me gusta sentir que es así, es la fuerza que te hace levantarte cada día y decir: ahí vamos y la satisfacción de acostarte luego, pensando en el siguiente día. Me gusta vivir así.

-¿Quisieras narrar un juego? ¿Por qué?

-Siempre quise, ahora me gustaría, y aunque por un momento aparté la idea, ahora quizás la retome. Puede llegar a ser una nueva etapa en la vida profesional. Lo estoy valorando. Y no por romper la famosa barrera de que no narramos las mujeres un partido de pelota, sino porque en realidad me gustaría, disfrutaría mucho narrando un juego de pelota. Ahora mismo depende de cómo me organice el tiempo, porque narrar lleva tiempo y muuucha preparación. El respeto para los maestros que en este canal conocí y que también me ayudaron mucho. El periodismo deportivo cubano y la narración tienen una historia espectacular y los más jóvenes tenemos la obligación de seguir ese trayecto, de ser responsables, consecuentes, de amar el trabajo y hacer que público lo viva junto a nosotros sobre la base del respeto y la dedicación.

-Tienes una medalla olímpica: tu hijito de seis años ¿gusta del deporte?

-La verdad es que antes de los Juegos de Río, era antideportivo, pero estos Juegos Olímpicos fueron mágicos: ahora quiere jugar baloncesto, se conoce el nombre de los campeones, .jajaja es muy divertido. A mí me ha sorprendido mucho. Aunque su papá y yo trabajamos en el medio, nunca había mostrado esa inclinación. Pero bueno, vamos a ver, él decidirá, Felipe Ramón es el niño de mi vida, crecemos juntos los dos.

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Redacción Cubaperiodistas
Sitio de la Unión de Periodistas de Cuba

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