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Elección en EEUU, subordinada al entretenimiento y la ficción

La desilusión del público con el proceso electoral expresado en el repudio masivo del electorado a los dos principales candidatos presidenciales y el estatus quo político han resultado en un neofascista en la antesala de la Casa Blanca y una reina política cuyo castillo está en juego.

Un 57 por ciento de los votantes están frustrados y 55 por ciento están indignados con esta elección presidencial, según la encuesta Pew Research Center, difundida hoy. Sólo alrededor de 11 por ciento dice que estarían entusiasmados si gana el republicano Donald Trump, y solo 12 por ciento si gana la demócrata Hillary Clinton. El desencanto con los candidatos y sus partidos es lo que prevalece en esta recta final de la elección.

En esta contienda hay “dos abuelos neoyorquinos cómodamente instalados en la burbuja del .01 por ciento más rico mientras abogan por la gente ordinaria a los que conocen en gran medida como sus sirvientes”, fue como lo resume Jim Vandehei, el co-fundador del medio Político.

Todos los días, ambos candidatos se presentan en público como los grandes defensores de los pobres y los trabajadores. Ambos afirman que, si triunfan, generaran gran prosperidad y mucho empleo (¿habrá un político en el mundo que prometa lo opuesto?)

Ese miércoles, Clinton publicó un artículo de opinión en el New York Times donde afirma que “abogar por los niños y las familias ha sido la causa de mi vida”, y detalla su propuesta para incrementar el crecimiento económico, vivienda, la inversión y más para abatir la pobreza. “Este noviembre, el pueblo estadounidense tendrá que decidir entre una economía que funciona para todos y una economía que beneficia sólo a los prósperos a expensas de todos los demás”.

Trump afirma en sus discursos que renegociará o cancelará los acuerdos de libre comercio, impondrá controles sobre empresas que trasladan empleos a otros países e, igual que Clinton, promete una gran inversión en infraestructura para crear empleo. A la vez, el republicano propone una reforma fiscal que, según expertos, beneficiará a los más ricos, pero que el candidato afirma generará crecimiento económico. Acusa que Clinton desprecia a los trabajadores y es sólo otra política más al servicio de los intereses de la cúpula financiera del país.

Con los atentados en Nueva York y Minnesota como trasfondo, el debate entre los dos candidatos ha girado en torno de ataques personales, correo electrónicos y si el presidente Barack Obama nació o no en Estados Unidos (tema que fue promovido por Trump durante 5 años sólo para que culminara con él declarando que heroicamente estaba poniendo fin a esa especulación a la que culpó a Clinton de generar -o sea, una mentira por otra), para retornar a ese terreno tan políticamente fértil sobre quien será el mejor comandante de la guerra contra el “terror”.

Trump vinculó, una vez más, a los inmigrantes con el terrorismo afirmando que “estos atentados, y muchos más, fueron posibles por nuestro sistema extremadamente abierto de inmigración”. Culpó a Barack Obama y Clinton por traer al “terrorismo” a este país por sus políticas migratorias y el manejo de la guerra en Iraq.

Más aún, llamó por implementar el sistema israelí de control de árabes en Estados Unidos. Afirmó que hay que emplear “perfiles” para vigilar a posibles “terroristas” en torno a su origen y etnia. “Mira, los israelíes lo hacen… lo hacen muy exitosamente”, comentó en entrevista con Fox News recientemente. A inicios de la semana acusó que los refugiados musulmanes legalmente admitidos al país son “un cáncer desde adentro” que fomentarán el terrorismo y que “se quedan juntos, hacen complots juntos”.

Clinton lo atacó afirmando que las propuestas de Trump estaban fomentando el reclutamiento de “terroristas” y que él no estaba capacitado para enfrentar un desafío tan complejo.

Ahora, con los incidentes más recientes de policías matando a hombres afroestadunidenses – este martes en Charlotte, Carolina del Norte, y un día antes en Oklahoma, los candidatos giraron hacia ese asunto.

Clinton criticó que hay demasiados incidentes de este tipo y que urge una evaluación y reformas para abordar este asunto. Trump, reiterando su postura como el candidato de “ley y orden”, abogó por mayores poderes policiacos para inspeccionar a sospechosos sobre todo afroestadunidenses, medidas que han sido denunciadas como violaciones de derechos civiles.

A la vez, mientras batallan sobre estos asuntos, ambos candidatos se encuentran bajo sospecha de emplear sus respectivas fundaciones de manera indebida y posiblemente ilegal en sus activadas políticas y de negocio, algunas de las cuales están bajo investigación por las autoridades. Eso sigue nutriendo el desencanto generalizado en esta elección.

Pero aunque impera el disgusto con ambos, cada día hay expresiones de protesta y denuncia ante el deterioro político del país y sobre todo su máxima expresión actual: Trump.

Este martes, un grupo de jóvenes mutli-eétnico ocupó las oficinas del presidente de la Cámara, el republicano Paul Ryan en el Capitolio para protestar contra el racismo de la campaña de Trump y los republicanos que lo permiten en la primera acción de la campaña de milenarios #AllofUs cuyo objetivo es “derrotar a Trump, después crear un movimiento y una democracia que trabaja para todos”. Anoche, 11 de los 25 activistas fueron arrestados.

Como lo han hecho antes destacados economistas, y por separado, expertos y ex funcionarios de ambos partidos, dedicados a la política exterior, hoy figuras reconocidas del mundo de la ciencia alertaron contra los peligros para el mundo que representan las posiciones de Trump. Unos 375 científicos, incluyendo 30 Premios Nobel y tal vez al científico más famoso del mundo, el físico Stephen Hawking, difundieron una carta abierta este miércoles advirtiendo de las consecuencias mundiales de la promesa de Trump de retirarse del Pacto de París sobre cambio climático.

Por otro lado, el director de películas de superhéroes ‘Los Vengadores´ Joss Whedon, difundió hoy un video llamado “Save the Day” con actores famosos llamando urgentemente al voto en general, pero implícitamente contra Trump, en la que participan Robert Downey Jr., Scarlett Johansson, Mark Ruffalo, Don Cheadle y Julianne Moore entre otros.

Nadie se imaginaba una coyuntural electoral como esta. Maureen Dowd, columnista del New York Times, hace unas semanas caracterizó esta campaña así: “estamos en una de esas raras convergencias desarmonizadas donde la realidad es más absurda que la sátira”.

(Tomado de La Jornada)

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Redacción Cubaperiodistas
Sitio de la Unión de Periodistas de Cuba

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