DE TODO EL PAÍS

Primero y siempre contigo

Raffaele Testagrossa, en primer plano, junto a su Fidel, segundos antes de comenzar el desfile en Ciego de Ávila el año pasado. Foto: Pastor Batista Valdés.

Profética, mi esposa avizoró que en medio de múltiples razones para la alegría, este podía ser un Primero de Mayo mustio para mí. Y no se equivocó. Sabía que, por vez primera en muchos años, me iba a faltar, solo en cuerpo, alguien entrañablemente imprescindible un día así.

Se trata de Raffaele Testagrossa: ese hombre que se robó, sin intención premeditada, el cariño del gremio periodístico tunero, de la delegación provincial del Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos, de los vecinos que habitan el humilde barrió donde vivió, de las autoridades políticas y administrativas, pero sobre todo de una ciudad que sigue sintiendo el apacible andar de sus pies, dentro de los zapatos más modestos que desde hace un cuarto de siglo recorrían sus calles y plazas.

Más cubano que italiano (así se consideraba y por ello nunca ocultó su deseo de ser sepultado aquí) Raffaele creó una especie de curiosa expectativa cada vez que se avecinaba el Día del proletariado mundial. ¿Con qué sorpresa desfilará este año?, nos preguntábamos. Y la interrogante desbordaba lógica.

En una ocasión lo hizo con una pesada puerta de madera encima, en cuya superficie plasmó la imagen de los Cinco Héroes antiterroristas cubanos y al dorso de ella el rostro del patriota tunero Vicente García González, todo ello recubierto en vidrio, con empleo de pigmentos refractarios, para ser apreciado con luz negra.

Con la puerta encima. Así lo vio desfilar, año tras año, el pueblo que hizo suyo y al cual se entregó totalmente: Las Tunas. Foto: Pastor Batista Valdés.

Obsesionado con la idea de contribuir en el mayor grado posible a la libertad de Gerardo, Ramón, Antonio, Fernando y René, Las Tunas lo vio pasar frente a la tribuna, también, con una gran sábana, enmarcada entre bambúes, donde le recomendaba al imperio norteamericano: USA la dignidad. En otra oportunidad lo hizo con un piano decorado con la bandera cubana y cinco estrellas en alegórica referencia visual a los Cinco patriotas encarcelados injustamente en los Estados Unidos. En el más céntrico parque acaparó el interés de curiosos y entendidos, durante una Pintada por la Paz organizada por el Círculo de humoristas gráficos de la Upec, del cual fue fundador.

Pero su obra cumbre fue Fidel. Tuneros, en el 2017, y avileños, el pasado año, fueron testigos de una imagen realmente genial. Allí, de cuerpo entero, vestido de Comandante, avanzando, con un casco de constructor y con una llave en la mano derecha, estaba Fidel, bañado por los rayos solares sobre un vidrio que, en la noche, a luz negra, transformaría de forma fantástica las tonalidades del conjunto, mucho más resplandeciente aún.

Tal fue la impresión que, minutos antes de iniciarse la gigantesca marcha, Félix Duarte Ortega, miembro del Comité Central del Partido y su Primer Secretario en Ciego de Ávila pidió trasladar el impresionante cuadro, ubicado en el bloque número 13 (sindicato de la Cultura), para que abriera el desfile obrero y de pueblo en la Plaza de la Revolución Máximo Gómez Báez.

Quienes tuvieron —y aún tengan– la oportunidad de apreciar su vasta y apasionada obra, en la que predomina el latigazo directo al bloqueo, al terrorismo, a la política cada vez más hostil y agresiva del gobierno norteamericano; quienes vieron –y sigan viendo– su clamor a favor de la paz, del medio ambiente, de la salud humana, de la vida… quizás le atribuyan una formación artística o cultural anterior.

Nada más alejado de la verdad.

“En mi niñez, en mi adolescencia, en mi juventud solo tuve tiempo para trabajar como un verdadero animal en mi país” –me confesó, casi a bordo de un susurro, durante una de aquellas “emboscadas” que solía tenderme en el abierto y apacible espacio del Hotel Cadillac, con el pretexto de apurar un café, él, y de brindarme una cerveza, cuyo sabor, por muy exquisito que pareciera, jamás podía compararse con el cubanísimo punto de criterios que ojalá hubiera podido escuchar, de forma amplificada, toda la ciudad.

“Fue, la tranquilidad, la paz, el ambiente de Cuba, lo que me llevó a hacer este arte: arte povera o arte pobre, a partir del empleo de objetos, figuras, rostros… que recubro en vidrio partido en pedazos o molido, con pinturas especiales y luz negra” –les explicó, más de una vez, a quienes le hacían preguntas acerca de la técnica empleada.

Sin un solo enemigo, sin una persona a quien pudiera haberle hecho daño alguna vez; todo lo contrario: multiplicador constante de panes y de peces, incluso entre quienes, a todas luces, parecían ser mucho más pobres que él, Raffaele fue ultimado por vulgares delincuentes, en su humildísima casa, el 16 de febrero de este año, en un acto totalmente incompatible con la esencia y realidad de este país. Los culpables fueron identificados horas después y pronto serán juzgados.

Apenas concluyó el desfile del Primero de Mayo de 2018, el Primer Secretario del Partido en Ciego de Ávila bajó a conversar con Raffaele. Foto: Pastor Batista Valdés.

Por vez primera en muchos años, Las Tunas no lo vio desfilar. Sé que lo hubiera hecho con una sugerente e irónica obra que en una de mis últimas visitas me había comentado, en casi infantil “secreto”, como obsequio especial a la brutalidad de Donal Trump.

Pero yo sí lo he vuelto a ver hoy, andando entre el torrente humano, con su pitusa desteñido por el tiempo, con su camisa a cuadros y con los más sencillos tenis que pies humanos han calzado. Y claro que, como otras veces, llevaba algo encima: portaba toda la razón del mundo para adorar a este archipiélago del modo que lo hizo. Cargaba un olor inconfundible a futuro desplazando las virulentas emanaciones del pasado que él nunca quiso, ni para su pequeña nieta Creta, allá en Italia, ni para sus hijos Ian y Denise Raffaela, aquí en Cuba, ni para ningún niño que vea luz, no importa en qué oscuro o iluminado rincón del mundo.

Para satisfacción de todos, el Memorial con que cuenta Cuba para denunciar el terrorismo engendrado y generado por Estados Unidos, mostró interés en incorporar a su patrimonio, algunas piezas concebidas por Raffaele Testagrossa.

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