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Centrovisión: Nacido un 13 de agosto

Un set del telecentro provincial de Sancti Spiritus (Foto: Vicente Brito)

 

Por  Mary Luz Borrego Díaz

En 1996 Cuba se revolvía en su propia desazón. La crisis económica salpicaba la política, la ideología, la vida. En medio de semejante escenario adverso a nadie se le ocurriría pensar más allá de poner el plato diario en la mesa, conseguir el jabón para lavar o batallar por un desodorante. A nadie menos a un soñador, a un hombre clarividente que siempre supo tasar el verdadero importe de las ideas y justipreciar la trascendencia de los medios de prensa.

Ese 28 de septiembre Sancti Spíritus celebraba el día de los CDR con la presencia del Comandante en Jefe Fidel, quien —como de costumbre— después del acto salió en un recorrido de trabajo que incluyó la empresa Banao. Justo allí, en ese escenario, decidió hacer un valioso regalo a los espirituanos y dio el espaldarazo definitivo para hacer aquí un telecentro propio.

En vida, el colega de la televisión Rafael Daniel contó aquella génesis como testigo excepcional de los hechos: “Un grupo de periodistas lo rodeaba y ya habíamos comenzado a preguntar. Mi equipo de grabación estaba obsoleto y no funcionaba. Empecé a darle unos golpecitos hasta que arrancó. Cuando terminó sus declaraciones, me comentó del mal estado de la técnica y empezó a hacer preguntas. Se enteró que tenía que ir a Santa Clara a editar todos los materiales y sacó cuentas del gasto por esos viajes. En ese momento los telecentros existían en muy pocos territorios. Indicó que le presentaran varias propuestas para hacer más viable el trabajo de la televisión aquí. Le enviaron dos o tres ideas, pero él aprobó hacer un telecentro y esta fue la primera provincia nueva que lo tuvo”.

SUCESO DE FIN DE SIGLO

La historia de la pantalla chica en Sancti Spíritus había comenzado mucho antes. A inicio de los años 80 el camarógrafo Pepín Camellón empezó a enviar las primeras imágenes del terruño hacia la televisión nacional. La corresponsalía de los servicios informativos de ese medio en la provincia con el tiempo fue sumando a un puñado de creadores, quienes durante más de una década mantuvieron la presencia espirituana en los medios nacionales a contrapelo del empirismo y las limitaciones materiales.

Periodistas de Centrovisión Yayabo y de otros medios espirituanos, toman declaraciones de Fidel durante una visita al territorio (Foto: Garal)

A Fidel le bastó aquella anécdota en Banao para cambiar el curso de los acontecimientos: “Después del intercambio con Rafael Daniel, le preguntó a Pedro Sáez, entonces primer secretario del Partido aquí, cuánto costaría hacer un telecentro, le pidió que investigara y le hiciera una propuesta. Contactamos con el ICRT que presentó una propuesta mínima de 250 000 dólares y Fidel la aprobó tal y como se la enviaron”, recuerda Roberto Rodríguez, entonces jefe del Departamento Ideológico del PCC en el territorio y después primer director del telecentro espirituano.

En abril de 1997 ya transcurrió el primer contacto oficial con el fin de valorar el proyecto de remodelación del por aquel entonces cine Dúplex para convertirlo en telecentro y así completar el sistema informativo de la provincia con el consabido poder de la imagen.

Según reportó hace ya 20 años este propio periódico, las labores incluyeron adaptación de locales, preparación del personal, el apoyo de múltiples organismos y entidades del territorio, la inversión de otros 500 000 pesos en moneda nacional aportados por el Gobierno y el ICRT, el montaje de un equipamiento moderno de VHS con cuatro cámaras, complementadas por sistema de luces, máster central, cubículos de edición y el estudio de grabación y trasmisión.

El 13 de agosto de 1998 desde Sancti Spíritus la nueva señal de Centrovisión Yayabo se instaló en la pequeña pantalla como un regalo de reciprocidad a Fidel en su cumpleaños y la noticia se convirtió en el suceso de fin de siglo para esta región de la isla.

“La antigua ECI-5 ejecutó la inversión y la parte técnica la realizó una empresa especializada del ICRT. Al inicio éramos unos 50 trabajadores sin experiencia en la televisión, que solo conocía Rafael Daniel y su equipo. Hicimos una convocatoria pública para captar personal y una encuesta en todos los municipios para definir el nombre del telecentro. Había mucho interés por trabajar en esto, era algo novedoso, tuvimos cantera para escoger. Los compañeros seleccionados fueron a prepararse al Telecubanacán en Villa Clara. Empezamos a trasmitir un tiempo antes en seco, no salíamos al aire, pero lo ensayábamos todo”, puntualiza Roberto Rodríguez.

Con los nervios a flor de piel llegó el debut, cuando se trasmitió el saludo de Fidel, grabado por el entonces ministro de las FAR Raúl Castro en visita previa a la instalación; un reportaje sobre la operación que puso fin a la conspiración trujillista en Trinidad; paneos por el lugar, opiniones, gratitudes; música tradicional y el entorno de una ciudad colonial y contemporánea.

“Iniciamos las emisiones una vez por semana, pero enseguida fuimos cogiendo el paso y nos extendimos de lunes a viernes con una revista, un noticiero y se fueron agregando programas de diferentes cortes. Rafael Daniel ayudó a formar el personal y el ICRT mandaba sus especialistas a impartir cursos. Por la embriaguez inicial que había con la televisión todo el mundo quería venir al canal”, recuerda su primer director.

¿Y usted cuánto sabía de televisión?, ¿qué huellas le dejó aquella experiencia?

“De televisión no sabía nada, solo verla. Por mi cargo en el Partido llevaba años vinculado al sector de la prensa, a la política informativa y eso me ayudó a conocer la idiosincrasia de los periodistas y a la provincia. Fui director durante 11 años y lo disfruté mucho. Conocí interioridades de ese medio. Por el telecentro pasaron muchas personalidades de alto rango. Su salida al aire causó gran conmoción aquí, la provincia entera estaba pendiente, los espirituanos lo apreciaron mucho”.

FIDELIDAD MUTUA

Aquel espíritu emprendedor iniciático siguió matizando los derroteros de la televisora territorial durante estos 20 años. Su actual nombre abreviado Centrovisión constituye referencia obligada para los televidentes de Sancti Spíritus. Un centenar de trabajadores mantiene la programación estable de lunes a viernes, de las cinco de la tarde a las ocho de la noche con unos 30 espacios de las más variadas temáticas, de todos los géneros y para cualquier edad.

“Los canales territoriales fueron concebidos como informativos, pero nosotros hemos roto todas las fronteras y ampliado el espectro por la necesidad de los creadores y de la dirección del canal. El resto de los telecentros trasmite una hora o una hora y media y nosotros lo hacemos durante tres horas. Hemos crecido en el número de profesionales, aunque todavía tenemos insuficientes directores, productores, editores”, comenta Yudit Pérez, la actual directora.

Con una tecnología ya prácticamente digitalizada y en buena medida lista para las trasmisiones en alta definición, la planta mantiene en parrilla nacional cuatro programas; recibió equipamiento moderno recientemente (solo quedan obsoletas las cámaras del estudio); y en estos momentos realiza acciones de remozamiento y transformaciones internas para mejorar las condiciones de labor.

“La función de Centrovisión es darle divulgación a todo lo que acontece en Sancti Spíritus. Nuestros programas se ponen en función de lo espirituano, los temas no los tratamos con visión nacional, sino desde lo que sucede aquí”, asegura Arnaldo Arévalo, director de programas y fundador del telecentro.

A pesar de las limitaciones con la energía y el transporte, fundamentalmente, un espacio no ha dejado de ganar prestigio y se mantiene como la presentación estelar de la televisora: el noticiario En marcha, distinguido por las encuestas como el de más alta teleaudiencia.

“Expone la realidad informativa, recoge el acontecer diario de la provincia y a los coterráneos les gusta saber lo que sucede, eso les atrae mucho. También nos ayuda el horario, de seis a seis y treinta de la tarde, cuando ya las personas llegaron a casa y lo pueden ver tranquilamente. Con el tiempo nos ejercitamos, hemos evolucionado, tenemos algunas secciones fijas como la presentación del meteorólogo, el comentarista deportivo, el presentador cultural y un espacio dedicado a la web. Lo más difícil es el proceso de edición, ahí se gana el 80 por ciento de la pelea. Nos falta agilidad y eso compromete la inmediatez”, comenta Pedro Larralde, su codirector.

La retroalimentación de la televisora con los espirituanos llega maciza a sus dos décadas. Así lo refleja el área de investigación social con sus encuestas, sondeos y entrevistas. La fidelidad mutua se cultiva cada atardecer y salta a la vista en particular en los programas con teléfono abierto. En el horizonte, un desafío permanente: elevar la calidad de la programación.

“Para todos nosotros constituye motivo de orgullo que la creación del telecentro haya sido una propuesta del Comandante en Jefe —concluye la directora—. Nuestros espacios siempre se rigen por sus principios. También tenemos bien presente las palabras inaugurales de Raúl. Centrovisión es el mejor regalo que Fidel les pudo hacer a los espirituanos”.

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Redacción Cubaperiodistas
Sitio de la Unión de Periodistas de Cuba

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