COLUMNISTAS

¡Se Puede!

Hace dos meses atrás, Brasil parecía campo arrasado en el norte de Camagüey; Moscú estaba sumido en lágrimas nada cinematográficas y Esmeralda lucía como si hubiera vivido un bombardeo feroz. Tristeza y conmoción predominaban en aquello lares. El embate feroz del huracán Irma había dejado allí la huella natural más profunda que se recuerde en la Historia de esta parte de nuestro territorio.

Lo ocurrido podía paralizar a cualquiera, sumirlo en la deseperanza; pero no a los camagüeyanos ni a sus autoridades. En apenas 60 días renace un Nuevo Moscú, Brasil se recupera, Palma City se levanta, Esmeralda cambia galas. Pero allí nadie ha descansado desde la fatídica jornada del 9 de septiembre.

Me debo una visita a aquellas tierras adoloridas. No pude hacerlo en las horas que anduve por Camagüey; pero si me contagié del espíritu incansable de Tapia explicándonos la estrategia de la recuperación que dirige como Presidente del Consejo de Defensa Provincial; de la entrega extraordinaria de Isabel, la presidenta del gobierno en la provincia, prácticamente mudada para aquellos territorios y capaz de encontrar tiempo para mostrarnos en las redes sociales los avances cada día; del compromiso de Julio y Damara, miembros del Buró Provincial del Partido,  que encabezan él las labores reconstructivas en el poblado de Palma City y ella, el Puesto de Dirección de la recuperación; de la Ministra de Educación Ena Elsa Velázquez, que iba con entusiasmo a reabrir el Politécnico de Brasil, la Escuela Especial y otras instalaciones educacionales que lucen ahora como nuevas tras la reparación que recibieron en las últimas semanas; la responsabilidad de aquel presidente de Cooperativa y sus compañeros que no descansaron hasta dejar terminada la casa que les asignaron levantar en el Norte camagüeyano, como aporte al restablecimiento apresurado de las condiciones de vida en aquella región comprovinciana.

El Nuevo Moscú nace entre la destrucción que dejó el huracán Irma. Foto: Radio Rebelde

Y en medio de tan febril ajetreo para borrar el desastre, no se dejó atrás la simbólica y reconfortante celebración del aniversario 50 de la Universidad de Camagüey; la primera creada por la Revolución. Y se hizo con toda la altura que la ocasión merecía. Pobres, pero dignos, recordaría alguien. Una gala cultural de primera, un emotivo acto de conmemoración, el reconocimiento a los destacados, el doctorado honoris causa para el Dr. Vela, el primer rector. Y en cada acto, las autoridades de la provincia, que llegaban desde o partían hacia los territorios afectados para seguir empujando con su presencia y aliento la recuperación; sin dejar de brindarle reconocimiento y afecto a la comunidad universitaria en su celebración.

Todo se puede, aún en las peores circunstancia, si hay organización, voluntad de hacer, liderazgo y masas revolucionarias dispuestas con las que contar.

Así lo sentí el pasado viernes mientras los panelistas invitados contaban en la Mesa Redonda la hazaña de la recuperación y reconexión al sistema eléctrico nacional, en sólo 17 días, de la Termoeléctrica matantancera “Antonio Guiteras Holmes”.

Así lo palpé también recientemente en Villa Clara, adonde fuimos por las conmemoraciones de los 90 años del natalicio de Abel Santamaría. Después de ver el 10 de septiembre las primeras imágenes de Encrucijada pensé iba a ser difícil hacer allí en condiciones el homenaje que merecía el Segundo Jefe del Moncada. Pero me equivoqué afortunadamente. Cuando recorrimos aquel histórico pueblo, tras la gala cultural de homenaje, acompañando al incansable Secretario del Partido en la provincia (Julio Lima Corzo) y al Presidente del Gobierno en el territorio (Alberto López Díaz), junto a la joven Secretaria del Partido en el municipio, pudimos ver un lugar que parecía al forastero ajeno a la furia de Irma; alguna que otra teja que faltaba en el central quedaba como huella de lo ocurrido. Y en la zona del batey, restaurada y resplandeciente, la casa donde vivió Abel Santamaría, ahora Museo y lugar para el homenaje el héroe.

Y en medio de los combates por rescatar Isabela, Sagua, Caibarién y otros poblados afectados, sin quitarse el verde del uniforme desde hace más de 60 días, Julito, Colina (el secretario de Santa Clara) y otros compañeros le restaron horas al escaso sueño para enseñarme bien tarde en la noche el gran mercado agropecuario que erigen en Santa Clara, (el más grande del país me confirma Frank, directivo del MINCIN), la nueva área recreativa multiprósito que ya funciona en parte, y se construye la otra, en el antiguo círculo de los azucareros, la hermosa taberna que amplían en el centro de la ciudad, las varias áreas gastronómicas y recreativas recuperadas o recién abiertas en las áreas cercanas al Estadio Sandino, el reverdecido y bien iluminado Parque Vidal (resucitado tras los embates del huracán) y el Círculo Juvenil “Somos Jóvenes”, rescatado y ampliado con nuevas áreas, el cual pretenden reabrir el 17 de noviembre, en las festividades por el Día Internacional del Estudiante.

En su histórica Universidad Central de Las Villas se aprestan a celebrar, como ameritan, los 65 años de la alta casa de estudios; la tercera más antigua del país y paridora de la recién festejada Universidad de Camagüey. Allí también el ciclón se va quedando en la historia

Los villaclareños tampoco se echaron para atrás. Y no es poco lo que les falta; pero la mirada está fija hacia adelante: rescatar lo perdido y seguir forjando sueños. Y junto a ellos, tenaz y apuntalador, el General Quinta Solás. Y junto a los camagúeyanos, también tenaz y apuntalador, el General Espinosa. Jefes curtidos que son allí la voz y aliento de la dirección de la Revolución.

El ¡Sí se puede! de Raúl en los más duros días del Periodo Especial  es convicción por estos lares. Por eso me emocioné cuando llegué, en un extremo de Santa Clara, a un nuevo lugar que iluminaba la noche. Una sóla frase resumía sentimientos: ¡GRACIAS FIDEL!. Y cerca de allí, el ¡Patria o Muerte¡ se multiplicaba en rojo, azul y verde toda la madrugada.

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Randy Alonso
Periodista cubano, director del portal web Cubadebate y del programa de la Televisión Cubana “Mesa Redonda”.

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