El inicio este lunes del curso escolar 2016-2017 en ciudades, poblados y recónditos parajes de toda la geografía cubana, deviene expresión del empeño de la Revolución por continuar garantizando, en medio del bloqueo, uno de los más elementales derechos humanos: la educación.
Tras un merecido periodo vacacional, más de dos millones de niños, adolescentes, jóvenes y adultos irán desde hoy a las aulas, muchas de estas remozadas y hasta nuevas, como parte de los esfuerzos por asegurar la calidad del proceso docente-educativo.
En reciente conferencia de prensa Ena Elsa Velázquez, ministra de Educación, precisó que más de un millón 750 mil alumnos acogerán los 10 mil 698 centros responsabilizados con su formación, 49 más en relación con el pasado calendario.
Particularmente en la enseñanza superior, según el titular del sector, José Ramón Saborido, habrá un incremento de la matrícula con la inscripción en las universidades cubanas de 246 mil estudiantes, así como también nuevos planes de estudio en el 60 por ciento de los 91 programas de carreras existentes.
El ministro reafirmó el reto de formar un profesional de alto nivel, que además de ser humano, sea capaz de pensar por sí mismo, y tenga un compromiso social determinante en su vida y su diario quehacer.
Aunque el acto nacional por la apertura del nuevo periodo lectivo en la educación general tendrá lugar este lunes en el preuniversitario Martín Dihígo, de Cienfuegos, víspera del aniversario 60 del levantamiento armado popular en esa urbe, en todo el país se sentirá la algarabía o alegría de niños, adolescentes y jóvenes, la inmensa mayoría por el reencuentro tras dos meses de periodo vacacional.
Mientras ellos disfrutaban de las opciones recreativas del plan verano, en miles de instituciones escolares constructores y otras fuerzas acometieron un intenso programa de reparación o construcción que abarcó aulas, laboratorios, baños, cocina-comedor, bibliotecas, instalaciones deportivas y dormitorios.
A ello se sumó el esfuerzo por asegurar en tiempo y forma la base material de estudio, incluido mobiliario y equipos.
Así, escuelas y universidades pintadas y remozadas, encontrarán los más de dos millones de educandos, de todos los tipos de enseñanza, programas o ramas, que desde hoy irán a las aulas, no sin dejar de reconocer los desafíos que en aras del perfeccionamiento educacional, de la calidad y de solucionar el déficit de maestros en algunas provincias, habrá que enfrentar.
Fidel Rendón Matienzo /ACN
