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Pablo de la Torriente Brau en Ahora

Este periódico es una mina, pensé hace más de una década, mientras revisaba las páginas de Ahora en busca de los reportajes que Pablo de la Torriente Brau dedicó a Carlos Aponte, entonces tema de una de mis investigaciones.Pablo-Ahora

Luego, por azares de la vida, la investigadora Elizabet Rodríguez preparó conmigo un pequeño libro titulado Pequeña Habana en medio de las sabanas, Memoria avileña de Torriente Brau, labor que me llevó a revisar, otra vez, la colección del mencionado periódico, atesorada en la Biblioteca Nacional José Martí. Volví a constatar la cantidad y calidad de los trabajos divulgados en este medio de comunicación por el combatiente internacionalista cubano-boricua.

Pues esa mina ha sido “explotada” por Leonardo Depestre Catony, y el oro encontrado lo compiló en los dos tomos del libro Pablo en Ahora, presentado en la feria del libro que aconteció en Ciego de Ávila.

Es sabido que Pablo, también, colaboró con El Mundo y Bohemia, sin embargo fue Ahora —entre 1934 y los primeros meses de 1935— la tribuna donde pudo denunciar los males que aquejaban a Cuba: la insalubridad, corrupción político-administrativa, el analfabetismo, el desalojo, la miseria del campesinado, la violencia en las cárceles, la represión política, el intervencionismo estadounidense, entre otros.

Pudo caracterizar y acusar a personajes tales como Castells, Machado, Laureano Falla Gutiérrez y Viariato Gutiérrez.

Más de 120 trabajos vieron la luz en dicha publicación, considerado el periódico de la Revolución en aquel tiempo de traiciones y oportunistas. Cuando la Revolución del ´30 se iba a bolina.

Entre los reportajes que alcanzaron celebridad destacan las series 105 días preso y La Isla de los 500 asesinatos, en la última de ellas narra los horrores del llamado Presidio Modelo, en Isla de Pinos.

Él fue testigo excepcional de los hechos que relata, pues los conoció cuando sufría condena por su participación en la lucha contra el tirano Gerardo Machado. Para Ahora escribió, además, el famoso reportaje ¡Tierra o sangre!, sobre las luchas del campesinado en Realengo 18, dirigidos por Lino Álvarez, frente a los terratenientes.

Pablo, en busca de la noticia, viajó a Jovellanos, Nuevitas, Chicola, Morón, Ciego de Ávila, Santiago de Cuba, Guantánamo y dio a conocer cómo se vivía en estos lugares, qué problemas tenía la población. Su periodismo era de investigación, a veces se convertía él mismo en noticia, en tanto participaba en los hechos que narraba. Al respecto, expresó Guillermo Martínez Márquez, director del periódico: “Conviene hacer resaltar, también, que Pablo hace un periodismo muy personal.

“Eso de que los periodistas jamás son noticia, no va con él. Muchas veces actúa como protagonista de un hecho, y luego lo reporta (…), con la mayor tranquilidad. Así llegan al periódico las vibrantes informaciones de las asambleas depuradoras del profesorado universitario (…). Así llega a Ahora el reportaje sobre la muerte de
Ivo Fernández, una dramática noche, en la que después de dar al periódico, por teléfono, las primeras notas sobre el asesinato perpetrado en las faldas del Castillo del Príncipe, Pablo se sitúa junto a la cama de un tal Balmaceda —único superviviente de la tragedia—, para lograr de él un autógrafo acusador.”

Otra línea temática de la obra pabliana es la divulgación de las biografías de los revolucionarios. Por ejemplo: Rafael Trejo, Julio Antonio Mella, Rubén Martínez Villena, González Rubiera e Ivo Fernández.

Los volúmenes, publicados por Ediciones La Memoria, del Centro Cultural Pablo de la Torriente Brau, además de los trabajos periodísticos, contienen un prólogo del compilador, quien, también, es autor de las notas. Incluyen, asimismo, imágenes.

Acudo nuevamente al testimonio del director de Ahora, con él concluyo estas notas:

“Lo que Pablo rindió en Ahora —tecleando sin tiempo para revisarlo siquiera, bajo el apremio de la imprenta, entre interrupciones constantes—, es una gran labor periodística. Los lectores (…) podrán apreciar la calidad de la prosa, el interés humano del episodio, la realidad de los escenarios, la fuerza de los personajes. Nada más. La actualidad de la noticia —palpitante, caliente—, al salir el periódico a la calle; esa sensación de sorpresa que inspira el reportaje o el artículo vivo; esa es una cuestión de la que solo podrán hablar los que lo leyeron en las páginas de Ahora. De lo otro, de la forma en que fueron redactadas, de eso puedo dar fe yo, y conmigo, solo los que trabajaron con él (…). ”

Por: José Antonio Quintana García

(Tomado del periódico Invasor)

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Redacción Cubaperiodistas
Sitio de la Unión de Periodistas de Cuba

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