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Lo mejor es hacer radio… en vivo.

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Dariela Gámez recibe de manos de Antonio Moltó, presidente de la Upec, su premio. (Foto: Yoandry Avila)

Dariela Gámez solo hizo una pausa en la conversación para decir que le gusta hacer coberturas en vivo, y sentir la emoción de hablarle a la gente sin que luego se edite lo que dice. Aún puede verse en sus ojos la emoción del primer día de trabajo, cuando salió de la Universidad de Oriente, hace ya seis años, o un poco más. Cuando abandonó definitivamente su aula en la Siberia (en el antiguo Ispjam), para convertirse en una talentosa realizadora.

“En Radio Mambí empecé como todo el mundo, de reportera en la calle. Antes de que llegara el primer año de trabajo comencé a actualizar la página web, aunque estuve mucho tiempo en las dos cosas: hice líneas temáticas y coberturas para la programación analógica. Aquí en Radio Siboney hago de todo: actualizo la página, hago coberturas, reporto para el noticiero, y debo redactarlo en algún momento”.

Mientras dialogamos está pendiente de un trabajo que edita en la página web de Radio Siboney. Sus espejuelos esconden el nerviosismo por la entrevista: “supongo que a los periodistas no nos gusta tener el micrófono delante para que nos pregunten” – comenta-, y yo sonrío, porque quizás es verdad. Y ahora entiendo por qué me dice lo de los remotos, y pienso que nos encanta ese revoloteo en el estómago cuando sabemos que la gente nos escucha, y que en cualquier momento podemos equivocarnos.

Pero Dariela es una joven valiente. Durante este año enfrentó varios retos que la hicieron merecedora del Premio Provincial de Periodismo “Gloria Cuadras”.

“En este caso confluyeron varias cosas: mezclar mi trabajo en la redacción digital de Mambí con la programación analógica; la realización del documental “Hablar cantando”, que obtuvo varios premios en festivales y concursos; el trabajo en ambas emisoras durante la cobertura de la muerte de Fidel; la tesis…”

Pero, hubo otra razón que no es puramente periodística: me gradué del diplomado de Dirección de Programas de Radio, y en las vacaciones presenté un proyecto sobre música alternativa. El programa gustó tanto, que se mantuvo cuando terminó el verano, y ahora, sale todos los sábados a las 8 de la noche por Radio Mambí. Actualmente lo conduzco y escribo”.

– ¿Y cómo pudiste hacer todo eso y al mismo tiempo escribir una tesis de maestría?

“Fue muy difícil. No lo hago más. Mira, en algún momento hasta pensé dejarla. Pero mi mamá, quien fue una de mis tutores, me impulsó mucho. Ella ha formado tanta gente en la universidad, y pensé, cómo era posible que su propia hija no pudiera lograrlo. Yo creo que para mi mamá ha significado más, sobre todo en el momento final.

“Uno se da cuenta de que una tesis de maestría es de mucha paciencia. Tenía una parte del camino recorrido, porque al trabajar en la radio había recopilado información durante mucho tiempo. Tuve dificultades con los plazos porque aquí no te liberan, aunque se hacen concesiones, pero tienes que seguir haciendo las cosas. No es fácil tener que venir todos los días, y aún así, trabajar en una investigación de esa envergadura. Tienes que ver cómo acomodas el tiempo para sentarte a escribir con calma, porque esa es una tarea que requiere mucha concentración. Fue muy agotador, pero estoy muy feliz de haber salido bien”.

En la defensa de la tesis se veía tan segura, como si aquel público avezado y preparado para hacerle mil preguntas no la perturbara en absoluto. Su mamá solo leyó la opinión de la otra tutora. Casi llora de la emoción.

“Mi tesis trató el tema de la radio en Internet, de cómo podemos utilizar mejor los recursos hipermediales en función de mejorar nuestras prácticas en el entorno digital. Ahora que terminé, pienso implementar algunas cosas en las emisoras”.

-¿Qué es lo que más te gusta hacer en radio?

“Me gusta la comodidad de la redacción digital. Me pone nerviosa entrar en vivo, pero me encanta la sensación de saber que está pasando algo y tengo que llamar por teléfono desde un remoto. Otros piensan que es algo tonto, pero es importante. Cuando nosotros en Radio Mambíhemos tenido que hacer algún remoto, ya sea del Carnaval, de un evento, y el remoto se ha movido, yo me pongo muy mal, el corazón se me quiere salir. Afortunadamente me repongo y lo logro hacer. También disfruto mucho la realización. Es muy común que los periodistas le dejen el trabajo de realización al operador, sobre todo, si uno quiere algo bonito. Pero yo siempre estoy allí, y a veces discuto, porque me dicen que es de una manera, y yo defiendo mi posición”.

-¿Cuáles crees que sean las principales problemáticas que tiene la radio santiaguera y cómo se podrían ir solucionando?

“Hay problemas de infraestructura. No se concibe que en una emisora donde hay siete u ocho periodistas, solo existan dos máquinas a su disposición. Se pasa mucho trabajo. Nosotros también nos acomodamos, no entendemos que la radio no se puede seguir haciendo como antes. Hay colegas que traen propuestas y se encuentran con muchas limitaciones, que parecen absurdas, con argumentos que no entiende nadie.

“Ahora se trabaja mucho con los jóvenes, pero cuando presentan ideas, los frenan. En mi caso, voy a tratar de implementar algunos proyectos de mi tesis, pero todavía estamos atrasados, no solo en la radio analógica, sino en la digital. Seguimos teniendo un estilo demasiado formal, y la gente está cansada de eso. Ya esos espacios existen, la radio debe ser más fresca y renovar su discurso”.

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Redacción Cubaperiodistas
Sitio de la Unión de Periodistas de Cuba

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