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Dr. Humberto Saínz, presidente de la Sociedad Cubana de Anestesiología y Reanimación, al recibir su lauro en el Hotel Nacional de Cuba (Foto tomada de Cubasí)
Dr. Humberto Saínz, presidente de la Sociedad Cubana de Anestesiología y Reanimación, al recibir su lauro en el Hotel Nacional de Cuba (Foto tomada de Cubasí)

Dr Humberto Saínz: anestesiólogo de Cuba, entre los cuatro mejores del mundo…

El correo me jugó una mala pasada: nunca recibí la invitación cursada por la Sociedad Cubana de Anestesiología y Reanimación para asistir a la Ceremonia solemne en la que el Profesor David Wilkinson M.D., Presidente saliente de la Federación Mundial de Sociedades de Anestesiología (WFSA por sus siglas en inglés) entregaría al presidente cubano, Profesor Dr. Humberto P Sainz Cabrera el Premio de la Presidencia WFSA por Servicio a la Anestesiología 2016. Esta distinción la otorga esa organización a las autoridades Anestesiológicas de las Naciones que se hayan distinguido por su contribución a la Anestesiología mundial, hecho que constituye un alto reconocimiento a los logros de la Anestesiología y Reanimación cubana y revolucionaria.

Como Saínz es uno de los médicos que respeto, escribo esta nota porque en Cuba, su país, no se ha divulgado. El acto se celebró en el emblemático Hotel Nacional, en El Vedado, que acogió el homenaje al médico, oriundo con orgullo de Cienfuegos, quien ha realizado una labor encomiable en nuestro país y otras naciones en la especialidad que abrazó, recién graduado.

El Dr Wilkinson, de Gran Bretaña, viajó a Cuba, con la misión de entregar el Premio de esta Sociedad Mundial al Profesor Saínz Cabrera, que de hecho reconoce la labor de toda su vida. Este año la Federación Mundial otorgó cuatro premios a nivel planetario, entre decenas de profesionales propuestos de los cinco continentes, y uno fue a las manos del fundador y aún integrante del Instituto de Cardiología y Cirugía Cardiovascular, ICCCV.

Entre los argumentos de Federación Mundial de Anestesiología, en palabras del Dr Wilkinson se encuentran “sus aportes a la calidad del desempeño profesional de sus colegas, tanto nacionales como de otros países, por su activa participación en la Federación Mundial, como evidencia de su liderazgo en la Sociedad Cubana y por su prestigio moral profesional”.

El eminente profesional británico apuntó que en la fundación de la Federación Mundial, en La Haya, Holanda, “participaron 25 naciones, entre ellas, Cuba, representada por el Dr. Pío Manuel Martínez Curbelo, Primer Vice-Presidente de la Federación Mundial y el más famoso anestesiólogo de la medicina cubana, descubridor e introductor a nivel universal de la Técnica de la Anestesia epidural continua con catéter ureteral.”

Convocó “a los anestesiólogos cubanos, a su Sociedad Científica, a los docentes y directivos de salud para que Cuba se convierta en un Centro de Adiestramiento para jóvenes anestesiólogos de América Latina, que podrá contar con el apoyo de la Federación Mundial.”

Por su parte el Dr Saínz dijo que “a pesar de los dolorosos momentos vividos recientemente, ese reconocimiento lo recibía en nombre de todos los anestesiólogos cubanos que, gracias a la Revolución, habían podido contribuir a los logros de la salud pública cubana.”

El profesor Saínz ha dirigido por más de cuarenta años la Sociedad Cubana de Anestesiología y Reanimación y se ha distinguido como Anestesiólogo Cardiovascular, científico y docente dedicado a engrandecer y poner en el lugar cimero que actualmente ocupa la Anestesiología y Reanimación en Cuba.

Su actividad ha desbordado nuestras fronteras, hoy en día después de haber ocupado la Presidencia y la Secretaría administrativa de la Confederación Latinoamericana de Sociedades de Anestesiología (CLASA) y la Presidencia de la Federación de Sociedades de Anestesiología de América Central y del Caribe (FESACAC ) es considerado en el ámbito de América entre las personalidades de mayor prestigio, experiencia y dedicación en el fortalecimiento y funcionamiento de esas organizaciones y de la Anestesiología y Reanimación en nuestra región.

Fue Jefe de la Sección de Anestesiología y UCIQ del Instituto de Cardiología y Cirugía Cardiovascular (ICCCV) desde 1976 hasta hace un lustro y Presidente de la Sociedad Cubana de Anestesiología y Reanimación a partir de ese año. Es, además, Miembro de Honor de organizaciones afines de República Dominicana, Honduras, España, Perú, Argentina, miembro de la Federación Mundial de Sociedades de Anestesiólogos y ha sido declarado visitante Ilustre del Municipio de Salinas, en Ecuador, Alcaldía de Totora, Argentina; de la Ciudad de El Salvador, El Salvador; de Veracruz, México y de Santo Domingo, República Dominicana, entre otros reconocimientos internacionales.

Tomó cursos de especialización en la antigua URSS, Checoslovaquia, Alemania y Suecia y ha impartido materias de anestesiología a profesionales de trece países, al margen de los numerosos módulos organizados y de los que ha sido profesor en Cuba, desde tres décadas atrás.

En su haber se acumulan los eventos científicos naciones e internacionales en los que ha participado. No son pocos los que ha organizado como el XXIII Congreso Latinoamericano y II Ibero Latinoamericano de Anestesiología en 1995 y el III Congreso Ibero Latinoamericano de Anestesiología y Reanimación, en Sevilla, España en 1998.

Sobre la anestesiología y su elección para dedicarle su vida me dijo: “Siempre me atrajo la Clínica pero la Medicina Interna – la madre de todas las especialidades médicas- no es una disciplina de acción y siempre la acción me ha atraído; pronto advertí que la Anestesiología y la Reanimación no era una especialidad solo para “dormir” y hacer insensible al paciente durante la cirugía sino que el anestesiólogo se convertía en el clínico a la cabecera del paciente que asume su seguridad, lidia con sus enfermedades y lo reanima cuando su condición es crítica y los pacientes críticos abundan. Por tal razón, de la anestesiología se ha desprendido la Medicina Crítica.”

Y subrayó: “Si volviera a nacer volvería a ser un Anestesiólogo Reanimador Cardiovascular, es fascinante participar en una operación de corazón abierto y contribuir a arrancarle a la muerte una vida con una expectativa superior; reanimarlo en el postoperatorio y verlo después feliz junto a su familia y de poder contar el “vía crucis” atravesado; ese es el mayor pago que habitualmente recibo en mi ya larga vida de médico anestesiólogo cardiovascular.

Fuente: Cubasi

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Redacción Cubaperiodistas
Sitio de la Unión de Periodistas de Cuba

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