OTRAS NOTICIAS

Guerras sin cañones (Parte II)

Tal y como referenciamos en la primera parte de esta serie, Internet constituye un medio para ejercer dominación y control geopolítico, de ahí que sea una herramienta de lo que hoy conocemos como guerra no convencional. Claro, que este fin no es sorprendente, pues en sus inicios, Internet no estaba diseñado para el consumo público, sino para usos militares.internet 1

¿Cómo surgió Internet? Su inicio fue una fase investigativa a través de ARPANET, órgano de investigaciones científicas del Sistema Nacional de Defensa de Estados Unidos; después pasó a una etapa académica y luego se completó con la etapa comercial.

Indiscutiblemente el hecho de globalizar el empleo de esta plataforma digital fue de gran utilidad, pues mientras más personas la usaran, más fácil resulta llegar a un determinado objetivo. Internet permite una comunicación más rápida entre personas distantes, y al  transgredir fronteras es el canal  para transmitir mensajes que pueden ser ciertos o falsos, que pueden edificar o destruir.

Por tanto podríamos afirmar que Internet es el arma de ataque y a la vez el arma de defensa.

Y con Internet, las redes sociales. En ellas interactúan millones de personas a la vez, lo que les otorga en esencia una inmediatez, legitimidad y credibilidad sin precedentes.

Las redes sociales, además del carácter lúdico que poseen (establecer comunicación con amigos distantes, jugar, compartir contenidos, gustos, crear nuevas relaciones), se emplean para movilizar o generar matrices de opinión respecto a un determinado tema.

¿Qué nación está dispuesta a que otra bombardee su realidad con subliminales mensajes? La respuesta sobra, ¿no? Entonces, ¿puede considerarse que esta manera más horizontal de establecer la comunicación constituye un asunto de seguridad nacional para los países del  mundo?

Estados Unidos así lo considera, por tanto, además de observar los sistemas de comunicación de los países aliados, monitorea a sus enemigos. Para  ello,  el 14 de febrero de 2006 creó el Grupo de Tareas para la Libertad Global de la Red (Global Internet Freedom Task Force, GIFTF, por sus siglas en inglés), una organización multiagencias subordinada al Departamento de Estado, y se concentra especialmente en supervisar a China, Irán y Cuba.

Catacumbas virtuales emergen a la superficie

En un sentido general, las redes sociales pueden definirse como un intercambio dinámico entre personas, grupos e instituciones. Una red social es un sistema abierto y en construcción permanente  que involucra a conjuntos de personas, las cuales se identifican con las mismas necesidades, problemáticas, preferencias y se organizan para potenciar sus recursos.

En términos de ciberguerra, las redes sociales se emplean como parte de ese instrumental, y el objetivo es hacer un llamamiento a la rebeldía y/o a la indisciplina social.

“Hay una especie de catacumbas virtuales, es decir, la gente se articula, se organiza, crea relaciones, que son a veces relaciones muy fuertes en esos espacios digitales. hay procesos donde esas catacumbas virtuales emergen a la superficie, a veces no hace falta, necesariamente que haya un proceso de crisis, aunque debe haber condiciones sociales que lo permitan”, comentó Rosa Miriam Elizalde.

Las redes sociales son nichos de información, y como es fácil su acceso, puede ser manipulada por cualquier organización o país, para insertar determinadas ideas, contenidos o símbolos con el objetivo de subvertir el orden y lograr realmente un movimiento en el espacio físico

Muchos ejemplos a nivel internacional así lo demuestran. Inglaterra, Ucrania, Venezuela, Egipto, Irán, son solo algunos países en los que las redes sociales se han utilizado como mecanismos para establecer caos interno y cambios políticos desde el exterior.

“Hay un estudio formidable, que se hizo en 2011 en Londres cuando las grandes movilizaciones que sacó a la gente para las calles. Ahí utilizaron las redes sociales y prácticamente las acciones más violentas se generaron a través de rumores que eran mentiras”, explicó Elizalde.

Esa es la otra cara de la moneda. Ya es indiscutible que la comunidad de inteligencia de EE.UU. a partir del bum tecnológico de las redes sociales, les han otorgado la importancia que tienen políticamente. Para comenzar, citemos las palabras de Hillary Clinton durante su toma de posesión como Secretaria de Estado, el 21 de enero del 2009: “…es necesario utilizar la fuerza de internet contra los países que combaten los medios de comunicación estadounidenses, sobre todo empleando Facebook, YouTube, Flicker y Twitter para hacer llegar allí las voces de EE.UU…”

Pero sus declaraciones no quedaron ahí, pues meses más tarde, el 9 de agosto del 2009, ante las cámaras de la CNN, Clinton confirmó algo que hasta ese momento negaban sus funcionarios: “…Estados Unidos desempeñó un papel muy importante en la supuesta «revolución verde» en Irán y fabricó falsos mensajes de iraníes, divulgados a través de Twitter…entre bambalinas, nosotros hicimos mucho. Como usted sabe, la juventud…, uno de nuestros jóvenes, del Departamento de Estado, recibió un Twitter «Continúen», a pesar de que ellos habían planificado una parada técnica. Así que nosotros hicimos mucho por reforzar a los que protestaban sin mostrarnos. Y seguimos hablando con ellos y apoyando a la oposición.”

Antes estas afirmaciones, ¿podemos seguir pensando que Facebook, Twitter, YouTube, y muchas otras son simples redes sociales para buscar o compartir con amigos? ¿Por qué esta doble condición de las redes sociales?

Existe una teoría detrás de las redes sociales, y sostiene que las personas del planeta están relacionadas entre sí por no más de seis personas. Se conoce como Teoría de los seis grados de separación. Básicamente, significa que si tomamos dos personas diferentes del planeta y tratamos de ver si conocen gente en común llegaremos a la conclusión de que están conectadas por una cadena de personas conocidas que tiene, como máximo, cuatro intermediarios.

Interesante, ¿no? Esa es la razón por la que se esparcen rápidamente los mensajes alrededor del mundo. La intención continúa siendo igual, imponer, dominar, controlar y bombardear a través de ideas.

Hoy Internet y las redes sociales han modificado las costumbres del ser humano, hasta en el propio concepto de guerra. Los espacios físicos ya no son los protagonistas de los hechos, ahora los espacios virtuales son los propicios para forjar pensamientos de un grupo, una población, una nación. Ese es el espacio donde “los amigos”, son llamados a levantarse, con otros colores y significados, ante el poder constitucional.

Por: Lisbet Penín Matos y William Sotolongo 

Tomado de: www.cubadebate.cu

http://razonesdecuba.cubadebate.cu/articulos/guerras-sin-canones-parte-i/

Foto del avatar
Redacción Cubaperiodistas
Sitio de la Unión de Periodistas de Cuba

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *